El otro lado.

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Mientras más corría su asombro crecía, y a pesar de que sus piernas le rogaban que dejase de correr su instinto de supervivencia se negaba a parar

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Mientras más corría su asombro crecía, y a pesar de que sus piernas le rogaban que dejase de correr su instinto de supervivencia se negaba a parar. Su mano estaba sujetada a la de Eddie, el cual se rehusaba completamente a soltarla por miedo a que se quedase al final, tras ellos Robin se quejaba de que desde que se había hecho amiga de Steve lo único que hacía era huir.

Para ella por donde corrían era igual que el bosque que conectaba con el lago de los enamorados, solo que algo distorsionado de la realidad, puesto que los árboles no tenían hojas parecían casi secos, el suelo estaba agrietado y repleto, de lo que ella suponía, enredaderas aunque su textura era viscosa y sumado de que todo olía a humedad y putrefacción pero a ella le recordaba al bosque.

Hubo un momento donde no pudo más, sus piernas ya no le respondían del cansancio y su pecho ardía como la vez que tuvo un ataque de pánico y sintió que iba a morir. Los demás no se quedaban atrás, así que, cuando Steve señaló hacia una roca gigante, la cual lucia como la roca calavera, no dudaron en tirarse hacia el suelo escondiéndose de los murciélagos que parecían no querer dejarlos en paz.

Se quedaron allí, largos minutos, recuperándose y vigilando el cielo, intentando no hacer ningún sonido hasta que por fin las criaturas se aburrieron de no encontrarlos así que volvieron a alejarse.

-Oh - suspiró Robin - está bien. Estuvo cerca - comenzó a levantarse caminando algo encorvada con la vista fija hacia donde se habian ido -.

-Si - musitó Eddie aún sin soltar a la rubia - Demasiado cerca-.

-Mierda - se quejó Steve cuando se levantó, acto seguido perdió el equilibrio apoyándose en la roca -.

-¿Steve? - Nancy lucía demasiado preocupada, comenzó a callar al chico cuando soltó reiterados ''estoy bien" - No, no estás bien - tocó su herida - estás perdiendo sangre - los tres pares de ojos fueron a donde la chica ejercía presión- Siéntate- sujetó del hombro al muchacho para sentarse lentamente junto a él-.

Daisy estiró su remera con el fin de romperla extendiéndole el trozo de tela a Robin la cuál miraba la escena con espanto.

-Bueno - suspiró para acercarse al chico - La buena noticia es que el mareo no es un síntoma de la rabia - apretó el trozo -.

-Si de la muerte- susurró Eddie ganándose un codazo de Daissy -.

-Pero si empiezasna tener alucinaciones, espasmos - retomó ignorando el comentario anterior - o te sientes agresivo, como si quisieras golpearme, avisame.

-Robin - respondió agitado -.

-¿Si? - Lo miró mientras hacía presión-.

DAISY DAISY ~ Eddie Munson Where stories live. Discover now