El camino.

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El proceso de recuperación era verdaderamente aburrido y espantoso

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El proceso de recuperación era verdaderamente aburrido y espantoso.

Llevaba más de tres semanas en reposo absoluto, debía pedir ayuda para ir al baño o poder bañarse, no podía comer demasiadas cosas sólidas y aquello le molestaba demasiado, se sentía demasiado débil y también cansada mentalmente.

Lo único bueno era que Robin y Dustin pasaban demasiado tiempo con ella, distrayendola y jugando cartas. A veces, Wayne le traía a escondidas pequeños chocolates y conversaban, siempre era el mismo tema: Eddie.

Durante aquellas semanas no había cruzado palabras con él, y a pesar de que estaban viviendo bajo el mismo techo no se oia ningún sonido proviniente del muchacho. Y le dolía, dolía como el mismísimo infierno, sentía que su pecho se contraia ante los recuerdos vividos ante las risas compartidas, extrañaba su tacto, su presencia, sus besos, ahora era como si de un fantasma se tratase y aquello dolía.

Una parte de ella rogaba que su sanacion llegase a su fin para poder bajar las escaleras y enfrentarlo, poder aunque sea verlo y si él deseaba terminar las cosas poder hacerlo de una manera madura, pero otra parte deseaba que aquello nunca pasara porque implicaba irse.

Si, irse. Su madre había sido lo bastante clara con ella, volverían a California y empezarían de cero. Mantenía la esperanza de que los Munson siguiesen su camino pero por lo hablado con su madre, ellos no irian a California, simplemente se irían del pueblo y empezarían por su parte. Eran caminos separados.

Miró una vez más la puerta de la habitación para abrir las sábanas que cubrían su cuerpo, suspirando volviendo a pensar si lo que estaba por hacer era conveniente.

"Bueno, a la mierda"

Sentó su cuerpo en la cama para mover sus piernas, llevándolas a su pecho. Hasta ahí todo estaba bien, si bien se sentía rara era propio del reposo. Luego bajó el primer pie al suelo, haciendo contacto con la fría madera, apoyó el segundo quedándose un momento en esa posicion debido a que la madera hizo un sonoro crujido. Sin embargo, nadie apareció para reprenderla, y cuando vio que todo estaba bien se levantó.

Primero su vista se nubló unos segundos, sintió todo su peso en sus pies y un leve cosquilleo en la punta de sus dedos. Se debía al reposo, se repitió. Espero a que su cuerpo volviese a la normalidad para dar un paso, con la mirada fija en la puerta asustada de que alguien la viese. Dió el segundo, tercero y cuando quiso acordar ya estaba en la puerta que daba al baño.

DAISY DAISY ~ Eddie Munson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora