38-Muchos besos

7.1K 262 9
                                    

*Gavi*

-¿Acabas de llamarla mi amor?-preguntó Aurora y yo la miré para asentir.

-¿Algo que debamos saber?-preguntó mi madre esta vez.

-Bueno...queremos contaros algo-dije mirando a todos.

-Espera-dijo Manuel-¿Estáis juntos?-dijo Manuel mirando a su hija.

Ella me miró sonrojada y yo sonreí intentando tranquilizarla, porque sabía que estaba tan nerviosa como yo.

-Si-le dijo a su padre.

Leonor se levantó de su silla abrazandonos a ambos a la vez haciéndonos reír.

Después, su padre nos felicitó sonriendo contento, y a los míos parecía que la felicidad les salía por los poros, igual que  a mi hermana.

Terminamos de cenar poco después, y Dalia fue a levantarse para empezar a quitar la mesa, pero mi madre la frenó del golpe.

-Ts..ni te muevas que tu ya no trabajas aqui-le dijo pero Dalia se levantó igualmente.

-Losé, pero puedo ayudar a quitar la mesa, no me cuesta nada, belén-le dijo mi chica recogiendo.

Me levanté para ayudarla, y al final todos recogimos juntos el comedor y la cocina.

Manuel me ayudó a colocar la mesa en su sitio y aprovechó que estábamos solos para hablar conmigo.

-Gavi, creo que no hemos empezado con buen pie-me dijo y yo solo lo miré-pero ahora eres mi yerno, y veo a mi hija feliz-hizo una pausa y yo esperé que siguiera hablando.

Entonces me tendió la mano como hacia unas horas habia hecho y yo fruncí el ceño.

-¿Empezamos de cero?-preguntó con una sonrisa.

-Claro-dije estrujando su mano con una sonrisa, aunque seguía sin creerme nada bueno que viniese de ese señor.

El me sonrió para volver a entrar en la cocina, y yo rodé los ojos en cuanto se fue.

Me hubiese encantado creerme sus palabras, pero mi intuición me decía que no me fiara de él, y solo hice el paripé por Dalia, porque sabía que su padre era muy importante para ella.

                              ******

-Yo es que te mato-dijo Dalia riendo en mis brazos y yo sonreí.

Adoraba verla sonreír, y más si era en la cama pegadita a mi.

-Pero si habíamos acordado de decirlo-le dije obvio.

-Ya amor, pero no así tan de sopetón, que casi me da un infarto-me dijo y yo reí.

-No ha ido nada mal después de todo-le dije encogiendome de hombros y ella asintió.

-La verdad es que no-dijo apoyando la cabeza en mi pecho mientras acariciaba mi abdomen-gracias por ser tan bueno conmigo-me dijo.

-No tienes que agradecerme nada, preciosa-le dije besando su cabeza y ella sonrió-¿Qué?

-Siempre me llamas preciosa-me dijo con una sonrisilla.

-Porque lo eres-dije obvio.

Ella volvió a apoyarse en mi pecho y yo la rodee con mis brazos.

-Quiero que vengas conmigo a sevilla-le dije y ella levantó la cabeza.

-¿Qué?¿Cuándo?-me dijo sorprendida.

-Tengo una semana libre a partir de mañana, y quería bajar a Sevilla para estar los dos solos unos días...tu padre ya está mucho mejor y ahora tendrá unos días de jaleo empezando a trabajar, tu todavía hasta dentro de dos semanas no empiezas la uni y podemos desconectar...juntos-le propuse.

MUNDOS OPUESTOS-PABLOGAVIWhere stories live. Discover now