*Dalia*
-¿Te ayudo?-le pregunté a Gavi y el negó.
-Tu has cocinado, asique yo recojo-me dijo y yo rodé los ojos.
-Bueno, yo no he hecho nada en todo el día y tu has ido a entrenar- rebatí.
-No vas a conseguir recoger, asique ríndete-me dijo y yo sonreí.
Fui hasta el abrazandolo por la espalda y dejé un beso en su hombro.
-Por cierto, muchas gracias por la rosa, mi amor-el sonrió y miró a mi dirección.
-No me des nunca las gracias por tratarte como te mereces, preciosa-yo sonreí nerviosa posando otro beso en su espalda y él terminó de fregar los platos y se dio la vuelta cogiendo mi cintura.
Me cogió en brazos subiendome a la encimera y haciéndose hueco entre mis piernas juntando su boca con la mía.
Nuestras lenguas se mezclaban con deseo y Gavi bajó su mano hasta el borde de mi pantalón de chándal queriendo meter la mano dentro pero lo frené antes de que pudiese hacerlo.
-Pablo aquí no-le regañé.
-No va a venir nadie, rubia-me dijo entre besos.
-Me da vergüenza hacerlo en la cocina de tus padres, amor-le dije algo tímida separándolo de mi.
El no volvió a rechistar, sino que enredó mis piernas en sus caderas y empezó a subir las escaleras conmigo encima hasta su habitación.
Me tumbó en la cama quitándose su camiseta y yo aproveché para quitar la mía, que terminó de quitar pablo.
Llevó sus manos hasta el broche de mi sujetador deshaciéndose de él hundiendo su cabeza en mis pechos.
-Es que podría vivir entre ellas-musitó en un gemido llevándose uno de mis pezones a la boca mientras que jugaba con el otro con su pulgar.
Lo apreté contra mi notando su ereccion chocar con mi sexo y un gemido se escapó de mis labios con la maravillosa lengua de gavi jugando con mis pezones.
Con mis piernas bajé como pude su pantalón y él bajo su lengua por todo mi abdomen llegando al borde mis pantalones y bajandolos lentamente por mis piernas.
-Pablo, date prisa-le pedí ahogada y el sonrió desde abajo besando mis muslos con delicadeza.
-Quiero disfrutarte, mi amor-musitó bajito besando el interior de mis muslos.
Me abrió las piernas echándo mi tanga a un lado y pasó su lengua por mi sexo varias veces para acabar metiendo un dedo en mi interior.
-ahh...-gemí al notar su lengua sobre mi clítoris.
Me hacía sentirme en las nubes, y unos minutos después ya sentía que me iba a correr.
Sacó los dedos de mi interior llevándoselos a su boca como siempre hacia, y yo lo tumbé largo en la cama llevándome su miembro a la boca ayudándome con las manos.
Veía desde mi posición como su abdomen se contraia sin parar al cabo de una minutos y finalmente se levantó para ir coger un condon cuando estaba a punto de llegar.
Me tendió el condon para que se lo pusiera yo, y se lo puse mientras el cogía mi cara con las manos y posaba un beso húmedo en mis labios.
Se tumbó sobre mi sin dejar de besarme y me separé con una sonrisa tímida en mis labios.
-¿Que me quieres decir?-me dijo y yo sonreí aún más, porque me conocía como la palma de su mano.
-¿Podemos hacerlo hoy conmigo arriba?-le pregunté y el sonrió.
-Pues claro que si, ven-me dijo incorporándonos y sentándose sobre el colchón.
Me sentó sobre sus piernas y volvió a tocarme con sus manos comprobando que estuviese mojada para él.
Se colocó en mi entrada y yo bajé lentamente sobre el hasta sentirlo completamente en mi interior y quedándome así, acostumbrándome a su tamaño.
Besaba su cuello como el besaba mis hombros, y me moví cuando sentí que ya me había acostumbrado a su tamaño, lo tumbé sobre el colchón apoyando mis manos en su pecho mientras empezaba a subir y bajar con un ritmo más acelerado.
-Aay..m..madre m...mia-gimió pablo con los ojos cerrados antes de abrirlos chocando con los míos-deberíamos haber probado así mm..mucho antes-gimió ahogado y yo asentí.
El llevó las manos a mis caderas apretándome contra el mientras de mi boca empezaban a salir gemidos sin parar.
-No puedo más...-musitó en mitad de un gemido y rodeó mi cuerpo tumbandome sobre él.
Empezó a acelerar el ritmo entrando y saliendo de mi sin parar en esta posición y el placer que sentí en ese momento no podría explicarlo con palabras.
Sentí como me vine a los pocos minutos y solo unas estocadas después el se corrió penetrándome por un última vez y soltando un gemido de sus labios para volver a respirar.
Nuestras respiraciones estaban más ahogadas que nunca, y al abrir los ojos vi que pablo tenía el flequillo pegado a la cara por el sudor y la mejillas rojas, asique yo debía estar igual.
-Ha sido increible-murmuró y yo sonreí asintiendo.
Al notarlo salir de mi solté un pequeño gemido y el ayudó el condon para tirarlo a algún lado de la habitación.
Nos dio la vuelta poniéndose encima de mi y besó mis pechos.
-Amor-murmuró hundiéndose en mi cuello dejando besos en él.
-¿mhm?-murmuré disfrutando de sus besos.
-Te quiero-me dijo y yo sonreí para atrapar sus labios.
-Yo si que te quiero-le aseguré al separarnos.
Noté cono sonrió acariciando mi pelo para coger mi barbilla y volver a unir nuestros labios.
-Pase lo que pase en un futuro, nunca dudes de mis sentimientos por ti, porque te quiero muchísimo, rubia-murmuró encima de mis labios.
-Yo también te quiero muchísimo, mi niño-le dije con una sonrisa y el asintió despacio fundiendonos en un beso otra vez...
(CONTINUARÁ...)
YOU ARE READING
MUNDOS OPUESTOS-PABLOGAVI
FanfictionDalia, una chica con muchos problema. Pablo gavi, un chico con la vida de sus sueños. Una apuesta de por medio. Tres meses para enamorarla. Y si al final...¿El que más se enamora es él?