76-Perfecta

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*Gavi*

Era verdad que las mudanzas eran lo peor que había, te das cuenta que tienes demasiadas cosas que ni usas.

Pero una mudanza con tu novia embarazada y estar peleando con ella por que no hiciese nada, es aún peor.

Es que no se podía estar quieta, y yo no quería que se tuviese que preocupar por nada.

Al final tuve que recurrir a leire, la llevó a dar una vuelta todo el día, y yo conseguí colocarlo todo con la ayuda de mis padres, mi hermana, manuel y los chicos.

Pero cuando llegó tuve que aguantarme su mala cara un rato, recriminandome que ella también quería ayudar.

Dicen que los comienzos son difíciles, pero es que prácticamente ella y yo convivimos desde el minuto cero, asique estabamos mejor que nunca.

No habíamos ganado la liga, eso había sido un palo muy gordo, porque perderla en el último partido había sido lo peor del mundo.

Pero yo si que había ganado lo mejor del mundo este año, y era haber conocido al amor de mi vida, ser padre en unos meses y estaba más feliz que si hubiese ganado siete champions.

Estaba oficialmente de vacaciones, y estaba viendo un partido de fútbol de la premier en el sofá de nuestra casa.

Dalia tenía la cabeza apoyada en mis piernas mientras leía un libro y yo le dejaba caricias en su barriguita, que ya se hacía notar.

Hacia tres semanas que sabía que iba a ser padre, y estaba deseando que fuese la próxima ecografia para saber que eran, pero aún me quedaba una semana de espera.

-Me muero de sueño-murmuró cerrando el libro dando un bostezo.

Esas eran otras de las novedades, a Dalia se le habían pasado los mareos, aunque no las náuseas, y empezaba a tener sueño a todas horas.

-¿nos vamos a la cama?-le pregunté dejando caricias en su abdomen, como no había parado de hacer desde que nos habíamos tumbado.

-No, mejor cuéntame como va el partido, lo vemos y ya nos dormidos-me dijo girando la cabeza hacia la tele y yo sonreí.

Estaba muerta de sueño y sabía que se acabaría quedando dormida en el sofá, pero si apagaba la tele se iba a enfadar, asique empecé a hablar del partido, al principio me contestaba o me preguntaba alguna cosa, pero después pude comprobar que se había quedado dormida como yo suponía.

Termine de ver el partido y apagué la tele para quedarme un rato observando como ella dormía, estaba preciosa y cada día lo estaba más.

Estaba casi de tres meses, de once semanas para ser exactos, pero al ser un embarazo doble la curvita ya se había formado en su abdomen y a mi se me estremecía todo el cuerpo cada vez que la veía.

La cogí sin despertarla para subirla hasta nuestra habitación y la dejé en la cama tumbandome a su lado, no me cansaba de mirarla y de acariciarla.

                               ******

Sentí como Dalia se levantaba corriendo para ir al baño, y me levanté tras ella para sujetarle el pelo mientras vomitaba.

Siempre que lo hacia se le saltaban las lágrimas, y a mi se me encogia el pecho, aunque sabía que era normal me afectaba verla así.

Tiré de la cadena mientras ella se iba a enjuagar la boca y después suspiró cerrando los ojos intentando relajarse.

-Necesito que pase ya la fase de las náuseas, no lo soporto-me dijo algo cansada y yo la abracé por detrás- solo me consuela saber que es por una buena causa-murmuró echando la cabeza para atrás apoyándose en mi pecho y yo asentí.

MUNDOS OPUESTOS-PABLOGAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora