Capítulo 8 (Parte 2/2)

16.2K 1.6K 249
                                    

Vuelvo mi atención a aquella mesa, observando cómo Marshall se encuentra barajando las cartas con entusiasmo.

—¿Y ahora qué? —Pregunto— ¿Te acercas y le hablas?

Fénix lleva la vista más allá de la mesa de póker. La sigo, y al instante distingo a Jota y Ashley moviéndose por los caminos entre las mesas, con las miradas clavadas en Marshall Frey: lo han encontrado también.

Para mi sorpresa, Marshall deja las cartas depositadas sobre la mesa, y acto seguido se larga de allí. ¿Ya no seguirá jugando y apostando, ahora que ha ganado bastante? Aunque, quién sabe cuánto tiempo lleve ahí sentado con esas personas.

Apenas se da media vuelta, acomodándose su nueva chaqueta, se topa de frente con Ashley y Jota. Se tambalea un poco hacia atrás, para evitar chocarse con ella. Frunce el ceño e intercambian algunas palabras que no llego a oír. Ash hace un ademán con la cabeza para que los siga y, unos zigzags entre las mesas más tarde, el grupo de tres ignisios llegan a mi encuentro, junto a Fénix.

—Esto es una bonita sorpresa —oigo que le comenta a Jota—, pero estaba bastante ocupado allí atrás. ¿Qué es lo que quieren?

Ashley se mueve a un lado, dejando de interponerse entre Marshall y yo. Cuando lo hace, los ojos del muchacho se clavan en mí como dos imanes y deja de hablar, lo que parece ser algo poco común en su personalidad. Entrecierra los ojos mientras trata de gestionar una palabra.

—Lo puedes sentir, ¿verdad? —Pregunta Jota detrás de él—. Estás...

—Por supuesto que lo siento —interrumpe Marshall con una molesta obviedad, como si le indignara que cuestionaran su habilidad—. Tan abrasadora como el mismo infierno... —se acerca hacia mí, tanto que debo dar un paso hacia atrás. Fénix lo observa con ojos calculadores— y, sin embargo, tan helada como el espacio.

Ahora mismo, mi cara debe estar demostrando con exactitud lo loco que este tipo me resulta. Una sonrisa extraña comienza a nacer en su rostro, ladeando una comisura de su labio hasta llegar al límite de su mejilla.

—Ella es Audrey —interrumpe Fénix, y por un momento intenta que Marshall le preste su atención a él y no a mí, pero no lo logra—, una Hija de...

—¡Ah, una multi! —exclama entusiasmado, mientras por fin se aleja un poco y da unos pasos hacia atrás con las manos abiertas— ¡Con sus... múltiples habilidades y sus múltiples talentos!

Frunzo el entrecejo.

—¿Te estás burlando de mí?

—Oh, no, para nada —responde, aunque distingo un poco de ironía en su voz—. Es sorprendente en verdad.

Jota le dirige una mirada extraña a Ashley, como si le trasmitiera un mensaje diciendo, por millonésima vez, que no fue buena idea venir a buscarlo.

—Fénix —murmura Marshall, cambiando completamente su expresión—, Ashley... Por las tetas de Gea, ¿cuánto tiempo ha pasado desde que nos vimos?

—Bastante —responde Fénix, muy cortante.

—Ni lo dudo. Hace mucho tiempo que me permitieron dejar el Gremio, ¿acaso tú sigues allí?

Fénix se queda tenso y frunce los labios para no responderle por impulso y con brusquedad. Deja salir un poco de aire mientras mira hacia otro lado. Se calma, piensa un poco mejor lo que va a decir, y sólo entonces vuelve a mirarlo y le responde.

—Sí, sigo allí —murmura.

Marshall asiente, sin mucha emoción, y se gira a mirar a Jota. Vuelve a sonreír; parece que está recordando viejos rostros conocidos.

Hawa: Debemos salir a flote | #2 |Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum