Capítulo 19 (Parte 1/2)

11.5K 1.3K 93
                                    

¿Que no quiso hacerme frente? Ni siquiera sé cómo tomar eso. ¿Lo habrá hecho por miedo, o...?

—¿Podemos ya avanzar de una vez? —pregunta incómodo.

—Dijiste que tu padre no confió en ti para ir al mirador...

—Vinimos para que te enseñe algo, ¿no es así? —Responde, muy evasivo— No sé qué habrá pasado para volvieras tan emotiva, pero yo no puedo perder el tiempo.

Se da media vuelta y su figura desaparece mientras baja por la colina. Su repentino cambio me sorprende un poco, pero no tengo ganas de que se ponga de malas. Se nota que realmente no quiere hablar del tema. Emprendo la marcha de un brinco y trato de seguirlo a través de los árboles.

—Lo lamento... —musito, tratando de no correr tan rápido y caerme por la inercia— tienes razón, no debería perder tu tiempo con mis estupideces.

Sam voltea ligeramente la cabeza para verme con las cejas arqueadas.

—Yo no dije que dijeras estupideces. Simplemente, dejemos el tema aquí. No voy a hablarte sobre lo que Abner hace o no conmigo.

Intento que no se enoje, pero parece que lo empeoro un poco. Sé que no va a contarme lo que sucede entre él su padre, pues Sam no dejará de verme más como una ignisia que como una multi.

—No quiero meterme entre lo que hagas con tu padre...

—¿Por eso me preguntabas todo esto? —se voltea por completo, de repente, y yo tengo que dar unos pasos atrás para que no quede tan cerca de mí— ¿Todo esto de si podía o no confiar en alguien?

—No, no... —tartamudeo, no quiero que piense cualquier cosa— No lo hacía para entrometerme, te lo juro.

—Porque ya te dije que no, no tengo a nadie, así que por esa razón tampoco diré nada.

—Sam —digo, con voz calma. Levanto las manos para que se detenga un momento—, tranquilo. Lo dije por mí, de verdad. Solo estaba pensando en eso... y te tenía a ti cerca para hablar al respecto.

Parece querer responderme, pero cierra la boca y se da media vuelta para seguir caminando. Reacciono y vuelvo a seguirlo, tratando de ir a la par suya esta vez.

—¿Estás molesto?

—No.

—No quería molestarte.

—Que te digo que estoy bien.

—No tocaré ese tema de nuevo si no quieres.

—Mejor así.

—¿Entonces ya no estás molesto?

Sam se detiene y levanta las manos como si quisiera estrujar dos bolsas de aire.

—¿Siempre eres tan...?

—Perdón. Cerraré la boca. Sólo pasa que no me gusta que la gente quede enfadada conmigo.

—Eres la chica más rara que he conocido... —masculla mientras volvemos a caminar.

—¿Por qué dices eso?

—Porque primero estás en tu auto asustada pensando en marcharte. Luego bajas y te enojas por el sitio que elegí. Después te pones toda emotiva quién sabe por qué y me sueltas todo el tema de que quieres confesar cosas que ahora no puedes expresar, o que la gente en quienes confías no podrán creerte. Me agarraste desprevenido con toda tu extraña filosofía, así que me pongo en tu situación y te ofrezco un tiempo para meditarlo. Y ahora te pones en plan arrepentida y no dejas de hablar. Te repito que no estoy molesto contigo. Ahora, por favor, tengamos una clase en paz.

Hawa: Debemos salir a flote | #2 |Où les histoires vivent. Découvrez maintenant