Capítulo 18

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Voten y comenten porque estoy dejando una carrera universitaria caerse a pedazos mientras subo esto.

NAH JAJAJj como diría Ashton: (chiste, chiste)

"When she says "oh, love, no one's ever gonna hurt you, love
I'm gonna give you all of my love
Nobody matters like you" "

Traducción:

"Cuando ella dice "oh amor, nadie nunca va ha hacerte daño, amor
Voy a darte todo mi amor
Nadie importa tanto como tú" "

—Rockabay, Clean Bandit, Sean Paul, Anne-Marie

AGGIE.

Leo arrastra la silla a mi lado y se sienta, soltando su mochila gris llena de libros en el suelo.

—Aggie, tú que sabes... —empieza.

Dejo mi yogurt a medio terminar sobre la mesa y volteo a verlo. Es la hora del almuerzo, y tengo exactamente quince minutos hasta que mi próxima clase, así que tengo que ser meticulosa con como los gasto.

—¿Crees que esta camisa me hace ver como un imbécil? —pregunta y baja la mirada a lo que trae puesto. Imito su acción, observando la camisa rosa flúor con grandes flores tropicales amarillas.

¿Por qué no noté este crimen antes?

Carraspeo.

—Es... Alegre —me alzo de hombros.

Leo sube la cabeza y entrecierra sus ojos en mi dirección.

—No me mientas. Luzco estúpido —suspira y niega con la cabeza—. Pensé que estaba... Cambiando el rumbo de la moda con esto, pero solo recibí miradas raras. Y cuando intenté pedirle el número a una chica, se alejó de mí como si tuviera la plaga.

—Quizás no estaba interesada.

Leo pone sus ojos en blanco.

—No, no. Todas están interesadas, Aggie. Es la camisa —declara.

Asiento lentamente.

Mientras sigo concentrada en su camisa, alguien apoya una bandeja al frente de mi. Leo y yo subimos la cabeza para encontrar a Ashton, quien solo tiene ojos para la camisa de Leo.

—¿Qué mierda es eso? —cuestiona.

—Moda que los mortales no pueden entender aún —suspira Leo y sacude su cabeza ligeramente.

—No, pareces un idiota —agrega Ashton y se sienta. Niega con la cabeza mientras se concentra en su sándwich.

—¿Tienes una camiseta para prestarme? —le pregunta.

—En mi camioneta —responde él sin prestarle atención—. Puedes ir a buscarla si quieres —responde. Revuelve el bolsillo de sus jeans hasta hallar las llaves de su Range Rover y la deja sobre la mesa.

—Huh. Voy a usar una camiseta de Ashton Hawthrone. Mi yo de doce estaría muriéndose por esto.

—Tu yo de ahora también, Leo —responde él poniendo sus ojos en blanco—. Y no creas que nunca me enteré que fuiste tú quien robó mi camiseta de fútbol.

Leo se alza de hombros, declarándose culpable.

—Tenía trece años, un crush del tamaño de la Antártida y... La camiseta tenía tu nombre.

Muerdo mi lengua para no reírme.

—Ustedes dos... —empiezo intercambiando mi atención entre Leo y Ashton—. ¿Nunca...?

Los secretos que escondemos. (LIBRO 1 y 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora