CAPÍTULO 2

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ADVERTENCIA: vamos de nuevo *suspira*
este capítulo contiene escenas +18
*guiño*

Aviso: Este capítulo empieza donde dejamos el capítulo 42 de Los Secretos que Escondemos

"Todo es tan tranquilo
Que el silencio anuncia el ruido
De la calma que antecede
Al huracán"

—Un osito de peluche de Taiwán, Los Auténticos Decadentes.


Presente.

AGGIE.

A veces, la calma antes de la tormenta me aterra más que la misma tormenta.

Es extraño y al mismo tiempo tan familiar. El silencio consumidor, el viento que me provoca escalofríos y la sensación de soledad que me deja pensando. Es difícil de describir, y sin embargo, tan fácil que el sentimiento te inunde.

Me cruzo de brazos al observar el panorama desde la ventana.

No era metafórico lo de la tormenta.

Nop, es bastante real.

Lauren pone una mueca y se detiene a mi lado, observando al igual que yo, como las nubes pesadas se funden con el océano el cual está más revuelto de lo normal.

—Estamos en alerta meteorológica —me dice y luego resopla por lo bajo—. No recomiendan salir. Al parecer, es un temporal y va a granizar.

Hundo mis hombros.

Si bien estos días en la playa fueron únicos y justo lo que necesitaba, también tenía muchas ansias por volver a casa. Volver a mi propia cama, mi rutina de siempre y el ambiente en el que más me siento cómoda.

Isabella se acerca a nosotras, dejando su maleta atrás.

—¿Eso quiere decir que...? —titubea.

—Vamos a tener que quedarnos una noche más —sentencia Lauren.

Aprieto mis labios con enfado.

—Voy a ayudar a Richard a meter las cosas del patio. Cierren todas las ventanas y fíjense que Fury y el gato estén adentro —nos pide Lauren antes de voltear e irse hacia afuera.

Aún no llueve. Solo hay relámpagos, truenos, viento torrencial, y la amenaza de lluvia.

Me fijo en mi celular antes que nada. Ashton me hizo descargar la aplicación que rastrea al gato. Después de dejar que cargue por un tiempo, me aparece que el gato está dentro de la casa. Por lo menos es un trabajo menos.

—¿Viste a Fury? —le pregunto a Isabella.

Ella niega con la cabeza. Sobre la alfombra de la sala de estar, Luca está jugando con sus Legos. Generalmente, Fury siempre está cerca de Luca. Aprovechando que tengo mi celular a mano, llamo a Quinn, quien me atiende al instante.

—Aggie, no encuentro a Fury —es lo primero que le oigo decir con la voz quebrada.

—Estaba contigo hace dos segundos. No puede haber ido muy lejos.

—No, no se fue. Se escondió. Le dan miedo las tormentas y estamos en un lugar nuevo —habla frenéticamente—. Pero sí tengo miedo de que se haya desorientado y que por alguna razón esté afuera.

—Vamos a encontrarlo, Quinnie —le aseguro.

Pasamos los siguientes diez minutos buscando a Fury. Isabella sube al segundo piso a fijarse en todas las habitaciones mientras que yo me encargo del primer piso.

Los secretos que escondemos. (LIBRO 1 y 2)Where stories live. Discover now