5. Quinn

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Capítulo editado.


5 | QUINN.

Apenas pongo un pie en la cafetería, es como si todos los recuerdos volvieran. Tengo tantos momentos buenos en este lugar. Interminables charlas con Scarlett y Harry, risas, bromas y tiempos más simples.

¿Cómo es posible que todo cambie en tan poco tiempo? No sé porqué me molesto en preguntar, no es como si no tuviera una respuesta. Tengo respuestas, no muchas razones.

Scarlett me odia por cuestiones que no termino de comprender y Harry ni siquiera me habla.

En parte sé que es mi culpa. Podría haber sido una mejor amiga. Sin embargo, en mi cabeza, no pensé que volvería a este lugar. Dejé todo en Portland de tal manera que volver sería una idea imposible. Qué mal que hice las cosas.

Entro sola a la cafetería porque no, no tengo amigos y , tengo hambre. Nunca fui del tipo de persona que juega en modo solitario, siempre tuve amigos, siempre estuve rodeada de gente. Esto es extraño y me pone nerviosa.

Estar sola obviamente es diferente pero no me quejo. Estoy aprendiendo. Aprendiendo a no tener que depender exclusivamente de la compañía de otras personas. Tengo muchas cosas malas en mi personalidad. Infinitas. Pero esto puede ser una de las pocas cosas buenas que sucedieron.

Hago la fila, elijo mi comida, recordando que es mejor traer la mía. La próxima será. Pago y es donde viene el dilema del tamaño de la Antártida. ¿Dónde me siento ahora?

Antes era parte de la mesa de la mesa principal, parte del grupo de unineuronales quienes se creían lo mejor del mundo. Ahora, pensándolo mejor, era bastante estúpido. Los chicos solo hablaban de chicas que se querían tirar, las chicas solo se apuñalaban por la espalda. Menos Harry, Scarlett y yo. Teníamos nuestra propia burbujita.

Hubo una Quinn de quince años que se moría por pertenecer a ese grupo. Y lo hizo.

Me quedo parada mientras observo el problema. No pensé en esto hasta ahora. Paso mi mirada por todas las mesas y capto la atención de varios estudiantes. No es completamente extraño, estuve recibiendo ese tipo de miradas toda la mañana. Soy la chica que se fue y volvió. ¿Seré una celebridad para estas personas? Quiero reír.

Chasqueo mi lengua resignada y estoy a punto de voltear para irme de la cafetería cuando una mano se alza en el aire y llama mi atención. Demonios. ¿Mis ojos están viendo bien? Jayden me hace señas para que me acerque a él y a su mesa. Su sonrisa de galán está intacta como siempre a pesar de que su novia Scarlett está fulminándolo con la mirada. Por supuesto ella no tuvo palabra en la decisión de su novio y eso me encanta.

Le devuelvo una sonrisa angelical. Mientras esté aquí y hasta que termine de adaptarme, tengo que jugar a ser buena. No puedo llegar y comenzar a largar vergazos.

Por supuesto, no es todo juego. Me gusta creer que tengo algo de bondad en mi.

—Hola, Quinn —saluda Jayden. Me siento en el lugar libre al frente de la pareja feliz. En la mesa también está Adelaide, la novia de Zack. Presiento que esto va a ser interesante.

Esta es la mesa de moda. Y así de fácil, he vuelto.

—Hola, Jayden —contesto en el tono más amigable que tengo.

Scarlett pone sus ojos en blanco. Alza su tenedor y pincha un par de trozos de lechuga de su ensalada, ignorándome por completo.

—¿Qué tal tu primer día? —me pregunta.

Honestamente, no quiero comenzar con Jayden todavía pero me lo está poniendo en una bandeja de plata.

Resiste, Meyer.

The Same Heartbreaker (2) ✔️Where stories live. Discover now