26. Quinn.

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QUINN

Me dejo caer pesadamente en mi lugar. Dejo mi libro de química sobre la mesa del laboratorio. Llevo una nerviosa mirada al reloj que cuelga encima de la pizarra. Faltan diez minutos para que la campana suene e inicie el primer periodo del día de hoy.

El lugar a mi lado sigue vacío, Scarlett aún no ha llegado. A pesar de todo lo que pasó, sigue siendo mi compañera de laboratorio porque la profesora no deja de cambiar de compañeros a mitad del semestre. Considera que tiene que haber una continuidad de trabajo en equipo y algo así. Le dijo a Scarlett un día en voz alta que no se podía cambiar de lugar porque estaría perturbando la relación de trabajo de otra pareja también.

Así que dos días a la semana tengo que sentarme durante dos horas al lado de mi ex mejor amiga, quien me odia con todo lo que tiene.

"El enojo se va" es una frase muy ridícula en estos momentos. Créanme, con ella no se va. Cada vez que obligatoriamente tenemos que intercambiar palabras, suena como si estuviese echando ácido de su lengua. Me mira como si fuese la peor persona del universo.

Me sigo odiando a mi misma por lo que pasó con Jayden.

Dos minutos antes de que el timbre nos atormente el oído a todos, Scarlett aparece por la puerta. Su cabello oscuro esta acomodado en una trenza y lleva una campera apropiada para el frío que hace hoy.

Aun no nieva, pero cuento con ello. Y también cuento con que el receso de invierno empiece pronto, pero aún faltan dos semanas.

Como es usual, no me mira ni una sola vez en lo que se quita su campera y la acomoda en la silla. Saca sus libros y los deja caer bruscamente sobre la mesa. Me obligo a mirar hacia otro lado.

Resoplo en voz baja. Esto no es lo que me esperaba de mi último año de secundaria. Se supone que tiene que ser épico. Fiestas todos los fines de semana al estilo "Proyecto X", escaparse de clase, ir a todos los juegos de fútbol de la temporada, tener el mejor año de nuestras vidas mientras esperamos a las aceptaciones de las universidades.

Nada de eso estaría siendo realidad para mi.

Abro mi cuaderno y garabateo unos dibujos en una hoja en limpio. Creo que en mi cuaderno hay más letras de canciones, mándalas y dibujos sin sentidos que apuntes.

La profesora entra justo antes del timbre. Deja su bolso en su escritorio y nos sonríe. Frunzo el ceño al igual que el resto de la clase. ¿Por qué nos esta sonriendo? ¿Es ahora donde dice "Saquen una hoja, examen sorpresa"?

—Buenos días —saluda un tono extrañamente contento.

—Buenos días —murmuran algunos. Generalmente, con esta profesora, todos estamos obligados a arrastrar un coro de "Buenos días" para devolverle el saludo pero más de uno esta en shock.

Seguro tuvo sexo esta mañana.

—Es un lindo día, ¿no es así? Amo las mañanas de frío.

Entonces es una. Las mañanas como esta son depresivas. Me despierto con un dolor en la garganta que no se va sin un té caliente, no quiero salir de mi cama porque hace demasiado frío para pensar en salir. Tomar una ducha es de valientes. Luego tienes que vestirte con mil capas de ropa mientras miras la ventana y observas el clima tan depresivo. Entonces es cuando pienso en los perritos y las personas viviendo en la calle y mi corazón se estruja porque seguro han pasado una noche terrible.

¿Qué le ve de lindo?

Da comienzo a la clase. Me tiento a voltear a mirar a Scarlett y fruncirle el ceño pero no lo hago. Ya no somos amigas. Ella me detesta. No voy a caminar por ese camino más.

The Same Heartbreaker (2) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora