Capítulo 18

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17 de Febrero, 1614

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17 de Febrero, 1614

—Es por ahí —señaló Ana el camino con su dedo.

Estaban bajando las escaleras que conducían a la parte trasera de la casa, donde no había sirvientes ni guardias, era una especie de pasadizo, la puerta, por fuera, estaba obstruida por unos arbustos, para salir, requerían atravesarlos.

Luego de hacerlos a un lado y rasguñarse la piel con las ramas de la planta, estuvieron afuera.

Se dirigían a ver al padre de Ana.

Querían acudir los tres, pero sabían que si Gracia se iba de la casa durante la noche, los sirvientes iban a empezar a rumorar, sobre todo Connor, de modo que con pesar, decidieron que ella no podía ir, querían mantenerlo como un secreto entre los tres. Gracia iba a estar hablando con Connor, mientras Ana y Zaid salían de incógnito de la casa. No era algo fácil, ya que el criado y ella no tenían mucho de qué hablar, excepto sobre Sir Payn.

Ana le aconsejó que hablaran sobre el retorno del señor de la casa, eso lo entretendría durante el tiempo suficiente para poder escapar sin ser seguidos.

La doncella sabía montar, pero no Zaid. Y tampoco había tiempo para enseñarle, así que ella había tomado las riendas y el muchacho iba en la parte de atrás. Ana había murmurado algo así como que era ridículo que un hombre no supiera montar a caballo, pero Zaid la ignoró, no era su culpa haber nacido en el tiempo en que se usaban más los automóviles que los caballos como medio de transporte.

Caía la noche, no estaba lloviendo, pero las nubes ocultaban la luz de la luna, estaba todo muy oscuro. Ana se había disfrazado de hombre para no llamar la atención si se topaban a alguien en el camino. Se pusieron en marcha apenas darse cuenta de que nadie los seguía o miraba y tomaron el camino menos transitado para evitar inconvenientes.

Zaid estaba sufriendo mucho el viaje, jamás había montado a caballo y la ingle se le desgarraba a cada trote que daba el animal, pero tampoco quería detenerse, puesto que cuanto antes supiera qué podía hacer para regresar a casa y llevar a Gracia con él, mucho mejor. Cada día que pasaba, más miedo le daba llegar a encontrarse con Sir William Payn; las historias que contaban sobre él no le ayudaban para nada, en ellas él era un hombre sanguinario y colérico, más le valía evitarlo si podía.

Una vez dentro del bosque, les era aun más difícil ver lo que había delante, pero con los minutos, sus ojos se adaptaron lo suficiente a la oscuridad como para continuar en marcha y aprestaron el paso del caballo.

Zaid calculó aproximadamente un par de horas antes de encontrarse frente a un claro dentro del bosque, y casi al fondo, había una cabaña.

—La casa de mi padre no estaba tan lejos —informó Ana, en lo que reducía la velocidad del animal—, pero he tenido que tomar el camino largo para evitar ser seguidos.

—No te preocupes, Ana. Te agradezco mucho arriesgarte así por mí y por ella.

—Son mis amigos, no os dejaría solos en esta situación si puedo ayudaros —su acento español le recordó a Gracia.

RETROSPIRAL © (Terminada) ( #PGP2021 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora