3. Cita en el cementerio

218K 15K 15.9K
                                    

Era la primera vez que alguien de mi edad me ofrecía la mano para estrecharla y, por un segundo, no supe cómo reaccionar. Hasta que finalmente lo hice y acepté su mano.

—Ah, uhm. Encantada.

Estreché su mano y volví a mirar a mi padre, en busca de alguna indicación.

Drake era alto. Cuando haces deporte, como yo, es normal que te cruces con chicos y chicas altos en los distintos equipos, pero él daba la impresión de serlo mucho más. Quizá fuera por la manera en la que se había presentado, más que por su tamaño real, pero si no fuera por su linda cara me habría parecido un poco intimidante.

—Él es el hijo de los Harrison, la familia que vive en frente. —Papá dejó sus manos sobre mis hombros—. Los conocí la primera vez que vine a ver la casa y fueron ellos los que me recomendaron el instituto al que irás. Drake estudia ahí.

Abrí más los ojos, impresionada, sin soltar el agarre de nuestro saludo.

—¿Estudias en el Louis Saint Laurent? —pregunté, impresionada.

Entrar a ese instituto, para mí, había sido una pesadilla. No se trataba simplemente de buscar una vacante y ya, sino también de rendir exámenes de admisión, de equivalencias, de preparar una carta de presentación... E incluso así, con mis notas excelentes y mi gran desempeño escolar, fue necesaria la intervención de mi padre (profesor en una prestigiosa universidad) y de mi madre (jueza en otro Estado), para que me permitieran comenzar las clases un mes tarde.

Pero comienzo tardío o no, aún así debía estar al día con el plan de estudios y prepararme para los exámenes que tendría apenas comenzara las clases. No cualquier persona conseguía hacerse un lugar, y mucho menos pagarlo.

Él sonrió, no mucho, pero sí lo suficiente como para que se le marque un hoyuelo a cada lado de su rostro.

—Por supuesto que estudio en el Louis Saint Laurent.

Drake parecía simpático, pero no del tipo alegre y extrovertido, sino del tipo que simplemente era muy educado. Algo que no cuadraba para nada con la impresión que me había dado a primera vista. Se me hacía un poco extraño, así que no sabía si debería de alegrarme o preocuparme por el hecho de que íbamos a estudiar en el mismo lugar.

—Le he contado a Drake sobre la pantalla de tu teléfono y se ofreció a llevarte al técnico —dijo papá.

—Así es —el muchacho asintió y señaló con su cabeza hacia la izquierda, sin soltar su casco—. El técnico del centro comercial abre los domingos.

—Centro comercial —repetí.

Hice una mueca al recordar el día anterior, mi cita desastrosa en el centro comercial. Quería permanecer los más alejada posible de esos sitios por un largo tiempo. La humillación aún se sentía muy fresca.

Sin embargo, papá parecía tener otra idea.

—Eso es genial. Sophie, ¿Por qué no lo dejas que te lleve y de paso conoces el lugar? El camión de la mudanza estará aquí para cuando vuelvas.

Papá se veía más entusiasmado de lo que alguna vez había estado por que me fuera de la casa con alguien más, y estaba segura de que en gran parte se debería a mi ruptura con Dylan. Él hablaba en serio cuando dijo que pronto conocería a más gente y al parecer él mismo se iba a encargar de eso.

Forcé una sonrisa.

No quería ir a un centro comercial con un desconocido, pero me daba lástima decirle que no a mi padre cuando era evidente que él quería verme hacer un amigo. Y parecía tener en buena estima al hijo de los vecinos.

Cambio de corazónWhere stories live. Discover now