Capítulo 1

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Pov Calle.

Los Ángeles, 2023/ 2:11 pm.

De niños creíamos que en el 2023 habría autos voladores, rascacielos inmensos y robots a punto de gobernar el mundo.

Que estupidez.

En vez de eso el mundo cada vez está más loco y tiene cosas turbias, no obstante es el único planeta en dónde se puede vivir y a mí me tocó vivir en él, por desgracia y culpa de mi madre. Estaba tan agradecida de que por fin llegaba el fin de semana, había tenido una mañana muy ajetreada en la sesión de fotos de hoy. Mi cabeza dolía.

Solo esperaba llegar a mi hotel, darme un baño de burbujas y dormir cómo si me pagarán por ello. Aunque debía llamar un pequeño remolino adorable.

Había trabajado toda la mañana con el equipo, me cambiaban de ropa, de maquillaje y tenía que sacar mis mejores poses, el fotógrafo era exigente. Ahora estaba tirada en una silla, frente al tocador de maquillaje, el espejo con muchos focos alumbraban mi cara la cual seguía maquillada aún.

Estaba tan cansada que no quería ni desmaquillarme, al menos ya me había cambiado de ropa.

Nadie me mandaba a ser modelo.

Aunque no podía quejarme, era una de las modelos más famosas en América del Norte, era demasiado para el mundo y de ese tamaño era mi ego, y a eso súmenle que soy sagitario.

Los sagitario best signo, además de atractivos.

Era una mujer atractiva la verdad, con solo ver mi cara sabía que podía tener a quien sea mis pies. Por Dios, hasta Google sabe que soy la cara más linda de Colombia.

Si, era colombiana, pero tras perseguir mi sueño de modelaje– y buscar un mejor ingreso– terminé en Los Ángeles, después de tener una etapa de mi vida muy difícil. A mis 27 años tenía fama, dinero, un novio futbolista y guapo, un fandom medio loco, amigos y un hijo adorable que me esperaba en casa siempre.

Lo extrañaba, no dejaría que fuera con sus abuelos de vacaciones tan pronto.

Salí de mis pensamientos al oír las notificaciones de mi teléfono, extrañada lo tomé y miré miles de notificaciones en Twitter. El aparato iba a explotar de tanto vibrar. Empecé a leer las muchas personas que hablaban de mí detrás de una pantalla, de mi novio y cómo me estaban cancelando a alguien, pero no sabía si era a mi o a él.

¿Me están cancelando? ¡Yo no quiero que me funen!

Así decía la chaviza hoy en día.

¿Qué mierda pasó? Sin más preámbulo empecé a leer los hashtag que había en Twitter. Eran tendencia.

#Callesoltera

#Armandopitochico

a.

Mentira no era.

Me puse a leer los comentarios de la gente sin entender el contexto, y si, que me la metan sin pretexto.

🌻LunardeCalle: ¡Alguien meta a la hoguera a Armando con su pito chico!

🌻LaspatasdeLevi: Ese man siempre fue tan red flag. 🚩🚩🚩

🌻Calle_firmameunateta: Pobre de mi niña, ella no se merece eso :(

🌻Daniela_pisame_: ¡Protejan a mi nena de ese man!

Esos eran uno de los tantos comentarios, después de unos minutos me encontré con un hilo. Armando, mi novio, ahora ex por supuesto, me había puesto el maldito cuerno con otra modelo. Desde temprano y ya andaba valiendo verga.

Así coincidimos || TerminadaWhere stories live. Discover now