Capítulo 36

5.3K 404 101
                                    

Pov Poché.

En la cabina resonaba la música y Adam movía su cabeza con una sonrisa, disfrutando la música que escuchaba, la canción acabó y Adam se quedó en su asiento, me volteó a ver y rió.

— El nuevo álbum está increíble, pareces una máquina de música. — Alabó alzando sus manos en mi dirección, reí.

— No solo yo, eh. — Le recordé. — Los chicos también ayudan.

— Lo sé, lo sé. — Aceptó sonriente. — ¿Le faltan detalles?

— Alguno que otro si, pero son pocos. — Mencioné con media sonrisa. — Tendríamos que ponernos de acuerdo cuando lanzarlo.

— Bueno, la gira por Latinoamérica no se ha informado, pensé que querrían un receso. — Comentó Adam cruzando sus manos.

— La verdad si, creo que en unos meses podremos dar vuelo a la gira. — Dije con algo de incertidumbre.

No sabía si en algunos meses Calle y yo pudiéramos arreglar nuestros problemas, esperaba fuera así porque no quería irme otra vez.

— Bueno, podemos esperar un poco y lanzar el álbum en ese tiempo, así pasa desapercibida la gira. — Explicó Adam con media sonrisa.

— Me gusta la idea. — Respondí asintiendo con mi cabeza.

— Mientras tanto, relájate, disfruta la ciudad. — Expresó tocando botones del tablero de la cabina. — Hace meses no ponías un pie aquí.

— ¿Tú diciéndome que me relaje?— Exageré con una sonrisa. — Imposible de creer.

— Ya sé que me das dinero, pero también debo cuidar a mi alcancía. — Mencionó guiñándome un ojo, rodé los ojos.

— Eres un pendejo. — Comenté.

— Lo sé. — Aceptó Adam riendo. — Ahora saca tu trasero de aquí y ve a hacer algo que no sea música.

— A la orden, jefe. — Dije con sarcasmo.

Salí del estudio de Adam riendo, cuando salí del edificio mi estómago rugió pidiendo comida, me subí al coche y pensé en algún lugar para desayunar.

Una vez lo tuve en mente arranqué el motor y me dirigí a mi destino, maneje unas cuantas calles abajo, busqué un estacionamiento y finalmente salí del coche cerrando las puertas.

Me planté en la entrada del lugar y tenía mucho tiempo de no venir por estos rumbos, me dirigí a la puerta y la abrí, la campana arriba de la puerta sonó haciendo notar mi presencia.

El lugar seguía siendo el mismo, y un tipo de nostalgia me recorrió al ver el escenario con instrumentos en dónde solía tocar los viernes y sábados. Me parecía irreal todo lo que había desde ese tiempo.

Me senté en la barra bajo la atenta mirada de varias personas y esperé que alguien me atendiera.

— ¿Mariana Garzón?— Escuché de pronto, me giré frunciendo el entrecejo.

Al ver mi antiguo jefe con una sonrisa en el rostro y cara de dame dinero, evité resoplar.

— En realidad es María José. — Me dije con una sonrisa fingida.

— No puedo creerlo, tengo una celebridad en mi cafetería. — Arrojó con euforia, negué con mi cabeza.

— Tampoco es para tanto-

— ¡Hey, miren a esta mujer!— Empezó a gritar de la nada. — ¡Ella tocaba en este lugar antes de ser una estrella!

— No es necesario que diga eso. — Murmuré incómoda, sintiendo una palmada en mi hombro.

Así coincidimos || TerminadaWhere stories live. Discover now