Capítulo 41

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Pov Calle.

Milenka me había llamado diciendo que estaba esperándome abajo, me había puesto ropa decente y abrigo, estaba haciendo algo de frío.

Le estaba dando instrucciones a mis amigos rápidamente.

— Si a Damon le pasa algo, no duden en llamarme. — Advertí. — Si desaparezco que ojalá así sea. — Expliqué mirando al cielo pidiendo un ruego. — Le dicen una mentira piadosa y me llaman para estar aquí lo más rápido posible y-

— Cal, vete con confianza, sabemos cuidar a nuestro sobrino favorito. — Soltó Verónica, sonreí.

— Exacto, tú coge con gusto y sin preocupaciones. — Añadió Lila abrazando a Rose.

— Gracias, los amo.

Les di un beso a cada uno en la mejilla y salí corriendo del departamento, no sin antes tomarme la copa de vino que tenía Verónica en la mano, requería de valentía justo ahora.

Cuando salí del ascensor pisando el lobby, le di las buenas noches al botones y salí a la acera, buscaba a Milenka pero no la encontraba.

— ¡Calle, por aquí!— Exclamó alguien.

Volteé a mis costados y miré hacia el frente dudosa, lo único que veía estacionado era un auto, no, eso no contaba cómo un auto, era una chatarra total.

Cuidadosa caminé hasta el auto y me incliné un poco para ver a Milenka.

— ¿Qué diablos?— Inquirí viendo el interior del coche.

— No veas a Sammy así. — Me regañó Milenka, bufé.

— Es una chatarra, hermana. — Puntualicé con una mueca en el rostro.

— Shhh, estoy reparandola. — Me calló acariciando al auto. — Sus piezas son algo difícil de encontrar.

— Mile, no puedo subirme a esta cosa contigo, llegaríamos en media vida. — Mencioné con voz evidente.

No mentía, el coche a penas y se sostenía en sus cuatro llantas nuevas, era lo único nuevo que tenía. Por fuera se veía oxidado, la pintura vieja y demás, era un desastre.

— Mejor vamos en mi coche. — Sugerí.

— Tú coche está atrapado en el estacionamiento, perderemos tiempo al sacarlo, cómo ahora. — Explicó Milenka, suspiré y vi a otro lado.

— ¿No tengo opción?— Cuestioné viéndola, ella negó.

— No, apúrate antes de que te quedes sin ex y yo sin hermana. — Arrojoó Milenka apurada.

— ¿Por qué?— Inquirí frunciendo las cejas.

— En el camino te explico. — Replicó Milenka, bufé.

Rápidamente rodeé el auto de Milenka y con mucha fuerza abrí la puerta, me adentré a el y no podía creer que estaba haciendo esto.

Me tiré en el asiento del coche y sentía que iba a salir volando con todo y metal en plena carretera.

— Cierra fuerte, mujer. — Indicó.

Le hice caso a Milenka y cerré la puerta con fuerza, escuchando cómo el metal viejo se sacudía, suspiré.

— Ahora agárrate de la cuerda, es para evitar que salgas volando. — Aconsejó.

Abrí y cerré mi boca al ver el pedazo de cuerda amarrada a la parte de arriba de la puerta, enredé el pedazo de cuerda en mi mano y me sostuve fuerte.

Así coincidimos || TerminadaWhere stories live. Discover now