Capítulo 21

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Pov Narrador.

Una chica había bajado de su coche, subió los lentes de sol en su cabeza y de la forma más expresiva en su rostro lo había arrugado viendo el edificio, el olor a pobreza del lugar lo podía percibir.

— Aunque esperaba algo más pobre. — Murmuró a si misma.

Con cabeza en alto se adentró al edificio, habló con el recepcionista y pidió información sobre su familiar. Obtuvo la información y subió al elevador dándose cuenta que el lugar no era tan deplorable.

Cuándo finalmente llegó a su destino tocó la puerta, esperó unos momentos hasta que finalmente vio la persona que tanto anhelaba ver.

— ¿Tú...?— Murmuró la peliazul, estupefacta.

— ¿Así saludas a tu hermana menor, María José?— Regañó con media sonrisa.

Valentina Garzón, la menor de la familia Garzón, dueña de su propia empresa de maquillaje y próximamente su línea de ropa, con tan solo 21 años había logrado lo que cualquiera quisiera a tan corta edad. una chica casi parecida a sus otras dos hermanas, aunque sus personalidades siempre iban a ser totalmente diferentes.

— Ven aquí, mi pequeña pulga. — Arrojó la mayor con alegría.

María José abrazó a su hermana en un efusivo abrazo, sacando una risa de su hermana, ambas se fundieron en el abrazo, se habían extrañado después de dos años sin verse.

— Vamos, pasa y pongámonos al día. — Verbalizó la morena con una sonrisa.

— ¿Necesitas el chisme de mi vida?— Cuestionó Valentina divertida, entrando al departamento.

— Por supuesto, es cómo el pan de cada día. — Se defendió María José riendo, mientras cerraba la puerta. — ¿Quieres algo de tomar?— Sugirió a su hermana.

— Solo un vaso de agua. — Replicó la menor.

— Simplona. — Molestó la peliazul.

— Babosa. — Respondió Valentina, ambas rieron.

— ¿Milenka te pasó mi dirección?— Indagó yendo a la cocina y buscar un vaso en la alacena.

Valentina había colocado su bolso en la mesita de la sala, observando con detenimiento el lugar, para ser tan exigente le había dado una puntuación decente al lugar.

Los Garzón eran especiales respecto  ambientes, siempre buscaban lo que olía a dinero, claramente no buscaban lugares que olía a vagabundos.

Aunque Valentina pensaba que su hermana de había convertido en uno.

— Tuve que recurrir a amenazas para llegar aquí. — Comentó cruzándose de brazos.

María José negó con su cabeza con dos vasos en la mano, tomando asiento en el comedor del departamento, Valentina imitó la acción de su hermana.

— Solo porque eres tú paso su traición. — Habló la morena pasándole el agua, Valentina rió.

— ¿Cómo estás?— Inquirió la menor con preocupación.

— Estoy bien, pulga. — Expresó María José dándole una sonrisa confortable. — Contenta con lo que tengo.

— Toda una guitarrista con su famosa banda del momento. — Arrojó Valentina, María José alzó una ceja. — Además de una novia modelo, eh. — Acotó con voz sugerente.

— Veo que estás al pendiente de lo que pasa en mi vida ante el ojo público. — Indicó la morena resoplando, divertida.

— Fue divertido ver cómo todos preguntaban quién eras al principio y yo sabía todo de ti. — Manifestó la menor encogiendose de hombros, María José soltó una risita entredientes.

Así coincidimos || TerminadaWhere stories live. Discover now