Capítulo 18

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Pov Calle.

Había recién despertado unos minutos, me había quedado en la cama viendo al techo, pensaba en la noche que había tenido ayer y el cómo sin darme cuenta no podía parar de sonreír.

Parecía una adolescente echada en mi cama, rememorando los besos de Poché, su voz diciéndome que le gustaba, su forma de tocarme y de cómo me celó con Marcelo.

Aunque todo terminaba en el beso, bueno en los besos que nos dimos viniendo a casa.

— Me gusta, Poché... — Murmuré acariciando mis labios.

Solo deseaba verla para volver a besarla otra vez, y otra vez, muchas veces.

Me reí tapando mi rostro al confirmar que parecía una puberta experimentando su primer amor, aunque básicamente lo era ya que jamás había estado con una mujer, eso me daba miedo. Pero solo quería dejarme llevar y no pensar demasiado.

Poché valía la pena.

Salí de la cama y me dirigí a la ducha para darme un baño y empezar el día, muy probablemente Verónica viniera toda histérica a decirme sobre el escándalo de anoche, pero estaba tan contenta que me importaba tres rábanos podridos.

Cuando salí de la ducha secando mi cabello con una toalla, escuché el sonido de mi teléfono en la habitación, corrí hasta el y le desconecte su cargador viendo su nombre en la pantalla, sonreí.

— Hola. — Respondí con emoción, avergonzandome al instante.

No quiero parecer intensa.

— Buenos días, preciosa. — Saludó con voz cantarina. — ¿Cómo va tú mañana?

«Mejor ahora que me hablas» pensé.

— Súper bien en realidad. — Le respondí soltando una risita. — ¿La tuya?

— Bien, aunque nuestra manager me dijo que te informará sobre una reunión súper urgente en tu casa. — Informó, fruncí el ceño.

— ¿Vienes para acá?— Cuestioné sosteniendo la toalla de mi cuerpo.

— Estoy yendo por café y el chocolate caliente de Damon. — Expresó sacándome una sonrisa.

— No olvides que-

— Le encanta con malvaviscos, lo sé. — Me interrumpió, mi sonrisa se ensanchó más.

— Entonces te veo aquí. — Murmuré contenta.

— Llegaré pronto. — Avisó. — Besos.

La llamada de Poché se colgó y yo tomé la almohada para dar un gritito de felicidad moviendo mis pies.

Me pare de la cama cómo un resorte y fui hasta el clóset, iba a ponerme algo casual pero que me hiciera ver sexy, debía impresionar a Poché.

Escogí algo rápido y dejé mi cabello para que se secara solo, me puse un poco de labial, arreglé mis cejas y tapé mis ojeras viéndome natural, me di una sonrisa al ver el resultado final en el espejo.

Salí de mi habitación y llegué a la cocina, Damon estaba con su pijama de dinosaurios viendo la tele, mientras Cameron estaba dormido en la mesada y Lila preparaba el desayuno.

Aunque olía a quemado.

— Buenos días, personitas lindas. — Saludé radiante, abriendo el refrigerador y sacar el jugo.

— ¿Y a ti qué carajos te pasa?

Lila me observaba con el ceño fruncido y huevos color ceniza, hice una mueca de asco.

Así coincidimos || TerminadaWhere stories live. Discover now