Así coincidimos || Terminada

Capítulo 23

Pov Calle.

Me examiné de arriba hacia abajo y fruncí el ceño cuando me percaté que vestía con un lindo vestido rojo, miré mi alrededor y estaba dentro de un salón precioso, un candelabro gigante de cristales colgaba sobre mi cabeza y se escuchaba una suave melodía de piano.

Por inercia comencé a caminar por el salón, algo dentro de mí me decía que debía encontrar algo, más bien a alguien, pero no sabía a quién.

Seguí observando el inmenso salón cuando unas manos en mi cintura se envolvían con firmeza, por inercia sonreí tomando sus manos percibiendo un beso suave en mi cuello.

Toda confusión de mi mente se iba para instalarse un sentimiento de amor y deseo presente.

— I could hold you for a million years, to make you feel my love. «Podría abrazarte por un millón de años, para hacerte sentir mi amor»— Susurró su voz en mi oído.

— Mi amor...

Me giré en sus brazos y sonreí al ver sus preciosos ojos aceitunados, desde que ella había vuelto no había dejado de ver sus ojos.

Tenía miedo de creer que los dejaría de ver de nuevo.

— Me encanta que estemos aquí, celebrando nuestro aniversario. — Mencionó con un destello de felicidad en su rostro, sonreí.

Ella tomaba mi mano y me giraba en la pista del salón para pegarme a su cuerpo de nuevo, relamí mis labios y sonreí con picardía, ella alzó una ceja.

— A mí me encanta otras cosas que harás luego. — Susurré en su oído, reí cuando su mano se posó en mi trasero y me pegó a su pelvis.

— No sabe cuánto me fascina estar entre sus piernas, teniente. — Musitó von voz ronca, sonreí y ella igual.

La melodía del piano seguía tocando, ella me giró dos veces más y mi espalda se pegó en su pecho, ambas nos moviamos cómo una ola en el mar unida con el viento.

— ¿Sabes?— Murmuró de pronto en mi oído. — Recuerdo todo otra vez y prefería morir a no ver tus ojos o sobrevivir para besar tu boca otra vez.

— Pero volviste a mí cuándo te creía pérdida. — Aseguré, girando en sus brazos para verla.

— Y volvería a ti las veces que sean. — Afirmó con una sonrisa.

— ¿Prometes buscarme en todas las vidas?— Susurré en sus labios.

— Lo prometo, amore, porque sin ti no puedo vivir. — Su mano se posó en mi mejilla, viendo su argolla de matrimonio. — Te buscaré y te amaré toda una vida y las que siguen sin cansarme.

Sus labios besaron los míos y suspiré aliviada al sentir su mismo amor, su misma pasión y el cómo solo ella me hacía flotar con un solo beso.

También la buscaría en todas las vidas, porque ella era todo lo que alguna vez deseé.

Ella era mi esposa, mi diavolessa, mi adorata...

Abrí mis ojos lentamente y parpadee varias veces adaptándome a la luz, observé a todos lados desconcertada y fue entonces cuando me topé con su rostro, sus facciones relajadas y respiración suave.

¿Había sido un sueño o un recuerdo todo eso?

Se había sentido demasiado real cómo para despertar y darme cuenta que estaba en la habitación con Poché, su pierna en medio de las mías y su brazo sobre mi cintura, nuestras narices chocando al estar tan juntas.

— Adorata...

De mis labios salió ese apodo haciéndome recordar el sueño, sonreí porque por alguna razón me gustaba decirlo.