Capítulo 6

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Pov Poché.

Soy consciente de que le di mi alma al diablo, pero no puedo negar que ese diablo estaba muy lindo.

Lo confieso, fui débil.

Ya que mi yo interior y mi racionalismo estaban en una batalla mi lado atrevido y soez debía parar la batalla, debían comprender que soy lesbiana, y el hecho de que mi crush surrada por los mismos dioses estaba a mi lado y al frente tenía una dama que me ofrecía una pluma con una propuesta incitadora, era demasiado.

Y firmé un contrato.

¿Eso se debía leer? Qué más da, apliquemos la de yo no veo nada.

— ¿Y ahora qué?— Pregunté.

Verónica me sonrió de lado y de verdad era muy atractiva esta mujer.

— Mañana les llamaré para confirmar su relación. — Informó con tranquilidad.

— De acuerdo. — Acepté.

— Genial. — Celebró la pelinegra. — ¡Hades!

La puerta fue abierta ante la exclamación de Verónica, entonces apareció el guardia que vi la vez pasada en el hotel. Su nombre era genial para un personaje que me recordaba a Lilo y Stich.

— Lleva a las señoritas a su casa. — Ordenó Verónica.

— Por supuesto, señorita Castro. — Respondió Hades.

Me puse de pie tomando mi libreta de dibujos para ponerlo bajo mi brazo, Daniela a mi lado imitó mi acción también. Ella estaba muy callada.

Ojalá me hablara, me gusta su voz.

— Garzón, Calle. — Verónica detuvo nuestros pasos. — Espero sean muy convincentes mañana. — Puntualizó.

Nos limitamos a asentir con la cabeza y salir con Hades detrás. Salimos de la oficina de Verónica y llegamos a la parte trasera de lo que era cómo un tipo de despacho.

El cielo estaba con colores naranjas, dando la señal de que iba a anochecer pronto.

¿Tanto tardamos allí dentro?

Hades nos abrió la puerta de la camioneta que nos salvó el trasero hoy, extendí mi brazo dándole la pasada primero a Calle, ella se subió y luego subí yo. Hades cerró la puerta para subir al coche después.

El hombre alto y de traje negro arrancó el coche en silencio. Todo el coche estaba en silencio y eso era muy incómodo.

¿Qué digo para romper el silencio?

Oye, ¿cómo te sientes después de ser cornuda?

No, no, no. Compórtate, Garzón, deja tu lado chismoso de lado.

Amm, ¿cuántos años tienes?

Ay no, era pésima para esto. Diablo, ayúdame a pensar para sacar conversación.

— Y entonces....— Murmuré, pasando mis manos por mis jeans. — ¿Crees qué los Aliens tuvieron amoríos con los monos y nacimos nosotros?

Solo con esa estúpida pregunta pude obtener una mirada de Daniela, pero claramente era de total confusión. Muy probablemente piensa que me meto perico. Y no, no hablo del pajarraco.

— Yo digo que los Aliens vivían aquí, señorita. — Volteé a ver al frente y Hades me veía por el retrovisor.

— Yo también lo pienso, ¿sabes?— Respondí emocionada. — Es que somos muy idiotas cuidando la tierra.

Así coincidimos || TerminadaWhere stories live. Discover now