Capítulo 27

6.2K 451 164
                                    

Pov Calle.

Tú puta madre Patricio estrella.

El mundo me iba en cámara lenta y me sentía ligera, el viento me iba a llevar si salía a la calle, pero la calle era yo, me reí ante mi mal chiste.

Observé a todos y estaban bailando mientras reían a carcajadas, Caleb se había quitado la camisa al tener calor según el, pero fue una excusa para que lo manoseara Cameron.

Yo quería que me manosearan, ¿dónde estaba mi novia cuando necesito que me manosee?

Tenía sueño, quiero dormir, pero quiero dormir con Poché, agh también tenía hambre y no encuentro a mi novia. Todo es una caca, quiero a mi novia.

— ¡Poch, amor!— Exclamé.

Me levanté del suelo y caí de golpe en el sofá cuando me mareé instantáneamente, sacudí mi cabeza y enchiné mis ojos para enfocar mi vista, hice mi segundo intento y logré ponerme de pie, comencé a caminar por la sala buscando a Poché.

De pronto me topé con Verónica la cual cantaba a todo pulmón una canción de una tal moño colorado, no sé que era eso.

— Dani, mi vidita, te amo mucho. — Confesó, la miré raro.

Creo que va a llover, Vero demostrando amor era cómo el iceberg que hundió al Titanic, inesperado.

— Si, si, si, yo también, Vero. — Respondí, ella me tomó de las mejillas y a las aplastó, me quejé.

— Estoy feliz por ti, mucho, vidita. — Acotó con media sonrisa.

— Yo también lo estoy por ti, Vero. — Respondí con las mejillas aplastadas.

— Abracito, vidita. — Mencionó soltando mis mejillas.

Ambas nos abrazamos con sentimiento y bailamos un rato la canción del moño colorado entre risas, porque no sabía cómo se bailaba eso.

Aunque pusieron una canción de Ana Gabriel y la verdad me desconocí.

— ¡Weeey, mi canción!— Grité saltando por la sala.

Cameron rodeó su brazo en mis hombros, mientras me daba el micrófono –el control remoto de la televisión– ambos comenzamos a cantar en coro.

— ¡Cuánto daría por gritarles nuestro amooor!— Canté con sentimiento. — ¡Decirles que al cerrar la puerta nos amamos sin control!

— ¡Que despertamos abrazados con ganas de seguir amándonooos!— Siguió Cameron.

— ¡Pero es que en realidad no aceptan nuestro amooor!— Proseguí sollozando.

Los chicos y yo comenzamos a llorar, todos nos tiramos al suelo siguiendo con el karaoke, mientras Caleb golpeaba la pared con su palma cómo una mujer divorciada y abandonada con cada canción.

— ¿Han visto a Poché?— Pregunté a todos.

Los chicos negaron con su cabeza y yo resoplé.

— Ay no, yo ya me voy. — Soltaba Vero poniéndose de pie.

— ¿Ah?— Vacilé. — Bueno. — Añadí encogiendome de hombros.

— ¡Tenemos trabajo, majeee!— Caleb se paraba cómo resorte buscando su camiseta. — ¡Nos van a correr! ¡Rose, vámonos, vámonos!

— ¡No me grites!— Reprochaba Rose.

Fruncí mi ceño sin entender nada, inflé mis mejillas viendo cómo los chicos parecían gallinas revueltas queriendo salir de mi casa.

Así coincidimos || TerminadaWhere stories live. Discover now