Capítulo 19

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Pov Calle.

Iba a tener un mini colapso. En pocas palabras mi mente se había hecho caca.

Estaba creyendo dos cosas; la primera es que muy probablemente seguía soñando. La segunda; es que tal vez Poché me había chupado el cerebro en los besos que nos dimos y quedé más estúpida de lo normal.

La verdad no me agradaba el hecho de tener dos María José en mi sala, una mujer que me fulminaba con la mirada, a mi mejor amiga mordiéndose una uña viendo a Verónica, mi hijo estaba tomando una siesta y Cameron, bueno Cameron solo existía.

María José se había puesto su ropa, tenía entendido que ella misma había traído a Damon a la cama ya que se había dormido en sus brazos, iba a despertarme cuando llegó su hermana y luego se armó el escándalo.

De acuerdo, debo ser una adulta responsable y hablar pacíficamente.

— Buenos, locas de mierda. — Hablé a los presentes. — Expliquen la situación. — Apuré con poca paciencia.

— No hay mucho que explicar, Daniela, hay dos Garzón en tu sala. — Arrojó Verónica posandose a mi lado.

— Pues una cosa es nacer de la misma matriz y otra muy distinta es cómo terminé en esta situación. — Puntualice arrugando la nariz.

— Cómo terminaste siendo amante de mi esposa. — Soltó la mujer me mataba con la mirada, suspiré.

— Mire, vieja loca, ni siquiera yo sé que está pasando así que no me acuse de nada. — Amenacé cansada de sus acusaciones.

La mujer se puso de pie y dio un paso al frente retante, imite su acción poniendo cara de maleante. Suficiente había tenido en el día para tomar de los cabellos a la mujer esta.

— Carol, cielo, déjanos hablar.

Milenka –según tenía entendido– alejaba a su esposa con cuidado, la mujer resopló y tomó asiento en el sofá de mala gana.

— Hablen. — Demandé viendo a las gemelas.

— Bueno, Milenka y yo somos gemelas cómo ya lo saben. — Explicó María José, le presté atención. — Por razones familiares yo me fui de casa y perdí el contacto con ella, hasta hace poco que volvimos a hablar.

— Soy tú esposa y no me comentaste nada de eso. — Comentaba la castaña con voz ofendida a la otra gemela.

— Poché fue a nuestra boda, cielo, pero estabas tan ebria que viste a dos yo. — Se defendía Milenka.

Verónica soltó una risita airosa a mi costado, observando cómo la mujer se encogía en su asiento roja de la vergüenza.

— Continúa, María José. — Mencioné señalando a la peliazul.

— Milenka no es fan de las redes sociales así que nadie sabe que en la familia Garzón hay hermanas gemelas. — Explicó, fruncí el ceño. — Ella maneja las empresas y yo me dedico a hacer música.

— Un momento, ¿dijiste empresas?— Se entrometía mi manager, rodé los ojos.

— Somos dueñas de la marca G Dairy. — Decía Milenka, alcé una ceja.

— ¡¿Qué?!— Gritó mi prima.

Verónica corría a mi cocina y desaparecía, suspiré pasando una mano por mi frente, a los segundos apareció de nuevo con uno de mis yogures favoritos.

— ¿Ustedes son dueñas de este producto?— Mencionaba Verónica apuntando el logo del yogurt.

— Por supuesto. — Dijo Poché.

Así coincidimos || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora