Capítulo 25

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Pov Narrador.

Cierta castaña empezaba a creer que tenía sacos de sal colgando de sus hombros, de verdad que cuando todo iba bien pasaba algo, ella solo pedía que la vida la soltará porque ya no quería ser su mejor guerrera.

Es que en verdad tal vez necesitaba una limpia con esas varas verdes con las cuales te azota un raro brujo diciéndo santeces, o que la pasarán un huevo por las malas vibras.

¿Por qué? Porque solo a Daniela Calle le tocaba presenciar cómo la ex de su novia estaba en casa de su suegro, era una jodida maravilla para aquellos que les encanta el chisme.

Daniela rodó los ojos y con el pequeño Damon se apartó del resto escuchando algo referente a la banda de Poché, ella suponía era un nuevo lanzamiento o una gira.

Una estupenda gira en la cual la ex de María José andaría ahí cómo una maldita cucaracha, y por supuesto que nadie está metiendo cizaña en la mente de cierta castaña.

Daniela frenó en seco, si su mente fuera un foco ya se hubiera encendido.

¡Ding dong!

Daniela caía en cuenta que si había gira su novia estaría viajando con la cacas infiel por todo el país.

«¡Sobre mi cadáver!» Pensó.

Ni modo, tocó irnos de gira con la víctima digo- con la querida novia de Daniela, por supuesto.

— ¿Verdad qué si?— Inquirió la castaña a su hijo.

— Mamá, a veces no te entiendo. — Declaró el pequeño confundido.

— Ni yo tampoco hijo. — Replicó la castaña subiendo las escaleras para llegar a su habitación. — Pero así me amas, ¿no?

— Si, mucho. — Aceptó el pequeño con una sonrisa.

— ¿Más que a los dinousarios?

Pero que pregunta tan aberrante, era tan aberrante cómo los miembros de la religión, para Damon esa pregunta debía estar en la biblia cómo un pecado.

— Mamá, te amo, pero hay niveles. — Mencionó el pequeño con una seriedad que le ganaba a Robert de Niro.

— Eres un demonio traidor. — Murmuró la castaña con su hijo en brazos.

Damon dejó un sonoro beso en la mejilla de su madre; ella sonrió dejándolo en el suelo y se adentró a la habitación observando las compras que había hecho anteriormente esparcidas por la cama, ella miró a Damon para luego ponerse de cuclillas quedando a la altura del pequeño.

— ¿Quieres ayudarme en una sorpresa que le haré a mami?— Cuestionó con media sonrisa.

— ¡Siii!— Exclamó Damon feliz.

— Muy bien, entonces comencemos pero recuerda, es un secreto. — Rememoró la castaña.

— Un secreto, sip. — Captó Damon asintiendo eufórico.

— Ese es mi pequeño dinosaurio. — Dijo Daniela alzando su palma con una sonrisa.

Damon le dio los cinco a su madre y corrió hasta la cama para saltar en ella, la castaña rió y se acercó a la maleta para sacar algunas cosas y otras de las bolsas.

Fue entonces cuando se escuchó golpes en la puerta. Del otro lado estaba Poché, totalmente nerviosa y tragando grueso, sentía que estaba en el pueblo de los Villa quién tocando la puerta del Grinch y su novia saldría gritándole con la cara verde.

— Adelante.

Daniela seguía hurgando en las bolsas, mientras veía a su adorable hijo dibujar algo en su cuaderno especial según él.

Así coincidimos || TerminadaWhere stories live. Discover now