Capítulo 16

5.3K 465 177
                                    

Pov Calle.

Dios estaba tan pérdida.

Sus labios seguían moviéndose sobre los míos con tanta suavidad y sensualidad, sus manos apretaban mis piernas al estar recargada en ellas, mientras yo no dejaba de jugar con los cabellos de su nuca.

El beso terminó porque Poché se separó de mí de golpe, la vi pasmada procesando todo cuando me di cuenta que estábamos en un estadio, con miles de personas y mi hijo a lado.

La cámara de kiss cam se había enfocado en otra pareja, mientras decían que el segundo tiempo iba a comenzar.

— Yo...— Titubeé buscando las palabras adecuadas.

— Mamá, quiero ir al baño. — La voz de Damon me sacó de mi estupor.

Lo observé rápidamente y asentí con la cabeza haciendo un sonido de aprobación con la boca.

— Yo lo llevo. — Soltó Poché rápidamente.

Apreté los labios y solo asentí con mi cabeza lentamente.

Poché se puso de pie rápidamente con Damon, tomó su pequeña mano y lo llevó a su espalda para marcharse e ir al baño.

Llevé las manos a mi rostro respirando hondo.

—¿Qué hice...?— Murmuré abatida.

¿Por qué la había besado? Dos veces, bueno tres veces en donde había sido yo que la besaba.

Lo más impactante es que me encantaba besarla.

Había pasado una larga semana desde nuestro primero beso, en toda esa semana Poché solo cambió radicalmente conmigo, de pronto solo me trataba cómo cualquier persona, hablaba solo de trabajo, y pasaba más tiempo con Damon que con nadie.

Lo sabía porque en sus ratos libres en el estudio, ella se presentaba a mi casa y malcriaba a Damon dándole chocolates y réplicas de motos de juguetes. Pasaban horas hablando de ellas y también jugando.

Pero para mí no había nada, ni un coqueteo, ni una sugerencia de doble sentido con mis palabras, ni una impertinencia coqueta, ni siquiera había mencionado nada de otra cita.

Se portaba indiferente y me sentía una estúpida con sufrir por ello.

¿Lo había arruinado? Bueno si, había mentido sobre el paparazzi que en realidad no fue tan mentira, porque a los días salió la portada de la revista de chismes.

El día de nuestro primer beso, había visto a Alan, el verlo me provocó tanto miedo, lo único que pasó por mi cabeza fue besar a Poché.

O tal vez solo fue una excusa, no lo tenía claro aún. Pero es que la mujer tiene unos labios apetecibles y soy débil.

Si fuera mi ex caería por ella mil veces la verdad.

Después de ese increíble beso ese día, me dió pánico, pero no por Alan, sino por María José.

Yo no quería tener sentimientos por ella, ni por nadie. Tenía tanto tiempo sin saber lo que era sentir que me daba miedo, más cuando venía de una mujer, con un cuerpo igual al mío, pero con un alma que era más resplandeciente que una noche estrellada.

Debido a mi miedo había alejado a Poché.

Me sentía cómo un perrito abandonado que buscaba atención viniendo de ella, pero cada cosa que hacía no funcionaba. Lo supe cuando había caído bajo hace unos días buscando pasar tiempo con ella.

Flashback.

Mordí mi labio inferior viendo la pantalla de mi laptop indecisa.

Así coincidimos || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora