¿A quién no le gusta un pequeño alfa dulce?

Capítulo 18: ¿Duele?

"¿Qué quieres comer?"

El Sr. Su no actuó arbitrariamente esta vez. Antes de irse a preparar la cena, también le pidió la opinión a Su Yuzhou.

Aunque lo único que sabía en ese momento era freír un filete.

Sin embargo, esta vez Su Yuzhou no fue considerado, sólo para verlo resoplar y decir después de pensarlo: "Quiero comer fideos".

El Sr. Su dio un golpe, luego extendió la mano para tocar el suave cabello del joven y dijo: "De acuerdo, haré que alguien del Pabellón Celestial de Alimentos lo traiga".

Food Heaven Court, un famoso restaurante chino de S City, cuyo plato estrella era el ramen.

"Pero quiero comer lo que has hecho".

Su Yuzhou lo miró, su voz sonaba particularmente suave debido a su gruesa voz nasal, sin embargo, el significado de sus palabras le causó al Sr. Su algunos dolores de cabeza.

"Acabas de decir que ibas a preparar la cena para mí". Dijo.

Su Qian tenía la sensación de dispararse a sí mismo en el pie, pero... después de todo, era él quien tenía la culpa en primer lugar, y no podía ser tan contundente como solía ser, tanto emocional como razonablemente.

Es más, mirando los ojos todavía algo rojos de Su Yuzhou, mirando su suavidad como la de un cachorrito, ¿quién puede hacerlo sin ser blando de corazón?

"De acuerdo, lo haré". Su Qian dijo con impotencia: "Si puedes comerlo".

"¿No sabes cocinar fideos?" Su Yuzhou ladeó la cabeza y lo miró.

Su Qian: "...Bueno, no".

Habiendo admitido ya que cocinar era difícil, parecía... todavía un poco desagradable admitir que no podía hacerlo de nuevo.

"Lo intentaré".

Añadió finalmente Su Qian, inexplicablemente con un gran sentido de la generosidad.

A Su Yuzhou le hizo gracia y no pudo evitar reírse mientras decía: "Tú no lo harás, pero yo sí".

Al ver que finalmente se reía, aunque deprimido por su fanfarronería, Su Qian cedió, sólo para escuchar al joven Alfa decir: "Déjame enseñarte, esto es fácil".

El joven se acercó a la cama y buscó sus zapatillas.

Los estados de ánimo de Su Yuzhou iban y venían rápidamente, y tras ser engatusado, ahora se reconciliaba con él como si nada hubiera pasado.

Su Qian lo miró, y sus ojos se volvieron de repente increíblemente suaves.

¿Por qué solo pensó en Su Yuzhou como esos Alfas que eran arrogantes y pretenciosos? Había una diferencia fundamental entre él y esos tipos apestosos.

Él joven no se reirá de él porque no es bueno cocinando, ni necesitará mostrar sus habilidades como esos Alfas.

Su Yuzhou se calzó las zapatillas y no pudo evitar que se le calentara la cara mientras se levantaba y se dirigía a la puerta, viendo la ropa enganchada a su maleta.

Se acercó y cogió el jersey de los suyos, dispuesto a entrar en el cuarto de baño y cambiarse la camiseta que llevaba puesta.

Esta vez finalmente recordó que AO era diferente, por supuesto, podría ser porque estaba demasiado avergonzado.

Su Qian vio su intención y dudó un momento, llamando para detenerlo.

"¿Eh?" Su Yuzhou se detuvo dónde estaba, viendo al hombre acercarse a él.