Capítulo 41: Es muy difícil.

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(05/10)

"Ding-dong - ding-dong -"

Se oyó un timbre en la puerta, el ruidoso y molesto movimiento despertó a Su Qian de su sueño.

Frunció el ceño y abrió los ojos con cansancio.

El techo del hotel le resultaba desconocido, tardó dos segundos antes de recordar lo que había pasado antes de quedarse dormido.

La mano presionada en su estómago se levantó, y se frotó las sienes.

Después de que los efectos de la droga se hicieran sentir... El estómago no le dolía tanto, pero su cerebro estaba aturdido y un poco somnoliento.

"Ring-ring-ring..."

En ese momento el teléfono sonó.

Su Qian miró el sonido y recogió el teléfono caído de la alfombra, Miró el identificador de llamadas, lo pulsó y se lo puso en la oreja.

"¿Sr. Su? ¿Estás bien?" La voz de la asistente Lin sonó al otro lado de la línea.

"Sí".

Su Qian presionó su frente y dijo, apenas levantando el ánimo.

"Entonces la reunión de esta tarde...", dijo el ayudante Lin con un poco de aprensión, "Todavía tenemos media hora antes de la salida, ¿Debemos notificar el aplazamiento a la otra empresa?"

Su Qian miró el reloj de la pared. No creía que fueran las tres después de sólo entrecerrar los ojos.

"¿No? ¿Puedes esperar fuera un rato? Ahora mismo salgo".

El itinerario ya estaba arreglado, no había necesidad de interrumpir el plan por un asunto tan trivial.

Colgó el teléfono, se levantó del sofá y volvió a hojear despreocupadamente los registros de llamada.

Sólo hubo esa llamada telefónica a mediodía, duró más de treinta minutos, y debió ser después de quedarse dormido accidentalmente cuando Su Yuzhou colgó el teléfono.

Su Qian dejó el teléfono y fue al baño, abrió el grifo, se lavó la cara con el agua y se dio una palmada, despertándose con el agua clara.

Finalmente, se miró en el espejo, respiró hondo lentamente y luego agarró la toalla para limpiarse las gotas de agua de la cara.

Cuando salió de la habitación y el ayudante Lin volvió a verlo, el aspecto desaliñado de su cuerpo había desaparecido, no sólo estaba bien vestido y volvía a ser el mismo de siempre, inteligente y capaz, sino que sus ojos eran aún más agudos y parecían más agresivos.

"Vamos."

Dijo y levantó los pies hacia el ascensor.

El ayudante Lin se apresuró a seguirlo y, tras entrar en el ascensor, pensó en algo e informó en voz baja: "Señor Su, hace un momento el joven maestro Ye me ha llamado y me ha preguntado por el hotel en el que nos alojamos".

"Parecía tener algo para ti, así que se lo dije".

Su Qian frunció ligeramente el ceño, pero no se lo tomó a pecho y respondió en voz baja: "Hmm, entendido".

Si realmente pasaba algo, Ye Yusheng lo encontraría tarde o temprano, no tenía tiempo para ocuparse de él ahora.

Los dos no tardaron en salir del hotel, subieron al coche y se fueron.

El aeropuerto de la capital S.

5pm hora local.

Su Yuzhou bajó del avión con su bolsa de hombro a la espalda y siguió a la multitud a paso ligero fuera del pasillo.

¿A quién no le gusta un pequeño alfa dulce?Där berättelser lever. Upptäck nu