¿A quién no le gusta un pequeño alfa dulce?

Capítulo 60: Ultima petición.

Su Qian bajó las cejas y miró al joven. Las luces de la habitación no estaban encendidas y las cortinas estaban corridas. En la visión tenue, no podía ver claramente la expresión de Su Yuzhou.

Pero... Oyó el temblor en la voz del joven.

Frunció los labios, y en la oscuridad... Su expresión surgió como un profundo dolor y lucha.

Sin duda había sido feliz este mes, pero no había olvidado todas las injusticias que había sufrido durante los últimos veintisiete años, toda la discriminación y desigualdad que había padecido por su género Omega.

Estaba claro que él era mejor que los Alfa, que era el más fuerte, y sin embargo siempre se le menospreciaba y se burlaban de él y le negaban oportunidades que deberían haber sido suyas debido a su género Omega.

Tiene que trabajar mucho más que un Alfa, ser reconocido por los demás.

Porque... Es un Omega.

Su Qian odia su género, tanto como odia a los Alfa que son arrogantes y dan por sentados los privilegios con los que nacieron.

Además de la emoción, hay intereses.

Porque era un Omega, aunque había trabajado duro para sacar a la empresa del borde de la quiebra, aunque había creado innumerables fortunas para Su.

Al final, podría ser sólo una dote para otra persona.

No había forma de que aceptara algo así.

Así que, mientras la glándula Omega estuviera extirpada, los demás ya no podrían forzarlo con la rutina del matrimonio y los hijos, y ya no estaría bajo la influencia de ninguna feromona Alfa.

Los que jugaban a sus espaldas ya no podrían aprovecharse de ello e intentar controlarlo mediante el marcaje alfa.

Es algo en lo que ha pensado durante mucho tiempo antes de tomar la decisión. El trastorno de celo debido al abuso de inhibidores fue sólo un motivo para que se lanzara de verdad a por él.

No quería ser débil y perder toda su fuerza cuando el celo lo golpeara de nuevo y estar a merced de los demás.

No podía soportarlo, incluso...

Después de la eliminación de las glándulas Omega, podría ya no ser capaz de oler las feromonas Alfa de Su Yuzhou, no había manera de oler este tranquilizador y agradable aroma a coco en él de nuevo...

Su Qian no dijo nada, sólo estiró las manos y abrazó con fuerza al joven.

Aspiró profundamente la fresca fragancia del cuerpo de Su Yuzhou y olió el aroma a coco como si hubiera utilizado todas sus fuerzas.

Su Yuzhou estaba en sus brazos, no escuchó la respuesta del hombre, pero ya había sentido su decisión por sus movimientos.

Las lágrimas brotaron inconscientemente.

Se mordió el labio inferior con fuerza, queriendo decir algo, pero no le salió nada.

Porque sabía que era una decisión que Su Qian había tomado por sí mismo.

Con el carácter y el estilo de manejar las cosas de Su Qian, debía haber entendido claramente lo que le costaría esta decisión, pero... seguía insistiendo así.

Tenía sus propias razones para tener que hacerlo, y debió de pasar por mucho dolor y considerarlo durante mucho tiempo antes de tomar finalmente esta decisión.

Desde hace un mes, lo sabía, ¿no? Es sólo que, en ese momento, no tenía sentimientos tan profundos por Su Qian.

Sólo en ese momento Su Yuzhou se dio cuenta de que, al final, toda la tristeza y desgana que sentía hoy por abandonar este lugar no era nada en absoluto.