¿A quién no le gusta un pequeño alfa dulce?

Capítulo 54: Baño.

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Su Yuzhou y Su Qian regresaron a la villa, luego llevaron a Xue Hua al lavadero.

El espacio aquí ya era grande, además Su Qian recogió todos los objetos grandes en la esquina al mediodía, dejando mucho más espacio para que el gato se moviera.

Y las ventanas están hechas al estilo de las ventanas saledizas. Xue Hua puede tomar el sol en el alféizar de la ventana y luego instalar algunos marcos para trepar. A Xue Hua debería gustarle mucho.

El suelo estaba muy limpio, no necesita mucha limpieza.

Su Yuzhou dejó la comida sobrante en un rincón y se acercó a la ventana. Sacó a Xue Hua de la jaula del gato.

Se sentó junto a la ventana salediza, sacó el cortaúñas de la pila de cosas que compró en el hospital, luego abrazó a Xue Hua, observó cuidadosamente la línea de sangre y cortó la punta de la uña.

Su Qian se apoyó en la puerta, cogiéndolo del brazo para vigilarlo a él y al gato.

Había dicho que no entraría... Así que estaba decidido a no dar ni un paso dentro.

Pero... Mirando hacia la habitación bien iluminada, y el joven sentado bajo la ventana; no pudo evitar sentirse atraído por el joven que cortaba cuidadosamente las uñas del gato.

Sintió que Su Yuzhou en este momento parecía estar salpicado de una luz suave; había ternura en su sencillez y el tiempo parecía ralentizarse.

El hombre admiró la escena en silencio hasta que el joven terminó de cortarle las uñas al gato. Luego se levantó con él en brazos.

Al ver salir a Su Yuzhou con el gato en brazos y sosteniendo en la mano un frasco con algún tipo de solución, frunció el ceño y dijo: "¿Adónde lo llevas?".

"Para darle un baño". Su Yuzhou dijo.

Aunque Xue Hua parecía limpia, Pero cuando le cortó las uñas, era evidente que parte del pelaje estaba un poco gris y anudado, y hubo que bañarlo antes de darle una desparasitación externa.

Esto también la mantendrá limpia mientras está de parto para que no transmita algunos gérmenes a los gatitos.

Con eso, se dirigió a la habitación de invitados del tercer piso, el baño de su habitación, llevando el gato y el jabón corporal comprado en el hospital.

Xue Hua fue obediente de principio a fin, no sólo no se resistió cuando le cortaron las uñas hace un momento, sino que también fue sujetado obedientemente por él en ese momento.

Estaba recostado en el hombro del joven, sus pupilas verde oscuro miraban a su alrededor con cierto temor, encogido como un pequeño lastimero.

"Se bueno, Xue Hua".

Su Yuzhou susurró tranquilizadoramente, su palma acarició suavemente la cabeza del gato, la voz era un suave y gentil engatusamiento que incluso Su Qian nunca había oído antes.

El Sr. Su siguió sujetándose los brazos y observándolo desde atrás, sin apartar los ojos de su espalda mientras se adentraba en el hueco de la escalera y finalmente desaparecía.

Finalmente, no pudo resistirse y levantó el pie para seguirle.

Su Yuzhou entró en su habitación con el gato en brazos, lo puso en el lavabo y estaba a punto de darse la vuelta para cerrar la puerta cuando vio que el señor Su lo seguía hasta su habitación.

Al ver su cara fría de forma retorcida, Su Yuzhou no pudo evitar reírse.

De hecho, podía comprenderlo, probablemente era la primera vez que el Sr. Su se veía obligado a esperar delante de la puerta, y estaba bastante bien poder contenerse para no irse, y no se negó a dejar entrar al gato en la habitación cuando regresó, y...