¿A quién no le gusta un pequeño alfa dulce?

Capítulo 83: Conocer a los padres.

Las orejas de Su Yuzhou están rojas, sin embargo, el portátil seguía emitiendo todo tipo de sonidos imaginativos.

Se mordió los labios y maldijo mentalmente a Ye Yilang un millón de veces, luego tartamudeó, "Debe haber algún tipo de malentendido en este..." Mientras hablaba, estaba a punto de extender la mano para abrir la computadora portátil. Sin embargo, Sr. Su le cogió la mano en su lugar.

Su Yuzhou no pudo evitar hacer una pausa, su corazón latía espantosamente rápido.

"Tienes la cara muy caliente".

El hombre se acercó a su oído, su voz amortiguada con una fuerte sensación de afecto, las yemas de sus dedos, ligeramente frías, rozaron la mejilla del joven, sintiendo la delicadeza de aquella piel.

Después de medio mes de entrenamiento militar bajo el sol ardiente, también hay un encanto encantador.

Gudong--

Al joven se le hizo un ligero nudo en la garganta, la habitación poco iluminada, los ambiguos sonidos procedentes del ordenador, y la voz baja, ronca e inusualmente sexy del hombre...

Cada uno de ellos lo estimulaba y le hacía un nudo en la garganta.

Su Qian no se precipitó, liberando tranquilamente sus feromonas.

El dulce aroma de las castañas llenó la habitación.

Hizo cosquillas en los nervios sensibles de Su Yuzhou y atrajo sus feromonas de coco hacia fuera.

Cuando olió el aroma a coco que de repente era fuerte, Su Qian enganchó ligeramente sus labios, sabía que se había salido con la suya.

Al momento siguiente, el pequeño alfa que sostenía giró la cabeza para mirarlo y, de repente, alargó la mano, le agarro la cara... y lo besó con impaciencia.

Le chupó los labios y metió la punta de la lengua.

Parecía un poco oxidado por no haber besado durante tanto tiempo, pero pronto se lanzó al ataque tan apasionadamente como siempre, incluso después de su entrenamiento militar, su desempeño se volvió cada vez más feroz.

Su Qian sintió claramente el crecimiento de la fuerza de Su Yuzhou, y parecía que realmente había estado ejercitándose adecuadamente durante el medio mes de entrenamiento militar.

No tenía prisa y dejó que el joven tomara la iniciativa.

Hasta que finalmente, fue presionado directamente contra la tabla de la cama.

"Eeewww-"

La cama de madera, que no era precisamente robusta en el alquiler, soltó una protesta que fue simplemente ignorada por los dos hombres.

En el ordenador, el movimiento humillante seguía produciéndose, resonando en medio de la habitación y haciéndose cada vez más intenso, un sonido que estimulaba a dos personas que no habían intimado desde hacía mucho tiempo.

Su Yuzhou besó apasionadamente a Su Qian, transmitiéndole sus fuertes emociones a través de este beso, y dejando que su corazón, que lo anhelaba, encontrara consuelo en el contacto piel con piel.

La suave camisa, estampada con un diseño azul marino, se dejó caer al suelo.

El anillo, sujeto a una cadena de plata, colgaba y se balanceaba en el aire.

Su Yuzhou miró a Su Qian desde lo alto.

Las mejillas del joven estaban rojas y sonrojadas, pero sus ojos castaños claros brillaban con una luz extremadamente agresiva.

Los labios del hombre estaban ligeramente hinchados por su beso, y sus mejillas tenían una mancha extra de rojo lujurioso que hacía que la gente quisiera más.