¿A quién no le gusta un pequeño alfa dulce?

Capítulo 57: Pegajoso.

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Su Yuzhou estaba un poco confundido, sintió la diferencia en su cuerpo, y luego escuchó el murmullo de Su Qian hace un momento, ¿dónde todavía no puede adivinar lo que pasó entre los dos anoche?

Pero él... ¿por qué no se acuerda?

No pudo evitar levantar la mano, frunció el ceño y se frotó la sien dolorida.

En su vida anterior podía beber, y era un buen bebedor.

Antes de ser adulto, papá Su no lo dejaba beber, aunque no lo intento siempre había dado por sentado que sería igual en esta vida, y lo ocurrido anoche le dijo...

En esta vida, aunque sea un vaso de vino, pero tampoco podía beber demasiado, o lo rompería la embriaguez.

Justo cuando Su Yuzhou se frotaba las sienes y se sentía un poco aturdido, el hombre a su lado de repente se dio la vuelta y se sentó sobre él.

Aunque controló su cuerpo y no lo lastimó, pero tal cambio, todavía dejó atónito a Su Yuzhou, mirándolo un poco sin comprender.

El hombre vestía un camisón azul oscuro, el cinturón estaba suelto, el material suave en este momento se inclinó hacia un lado.

Lo que llamó la atención de Su Yuzhou fueron los músculos tan fuertes y estéticamente agradables que había ejercitado el Sr. Su, así como... en su piel color trigo, las ambiguas marcas de besos y marcas de dientes.

Su Yuzhou se quedó helado ante esa escena, los latidos de su corazón se aceleraron inconscientemente y se le hizo un nudo en la garganta.

¿Es... lo que dejó anoche?

El joven extendió la mano. Las yemas de los dedos blancos tocaron suavemente una marca de diente cerca del corazón del hombre, y no pudo evitar mirar a Su Qian, preguntando: "¿Te duele?"

En cuanto las palabras salieron de su boca, se dio cuenta de que su voz estaba ronca e incluso un poco dolorida, como las secuelas de un uso excesivo.

Su Qian apretó las manos a los lados de la cara, no respondió a la pregunta, sino que se inclinó y mordisqueó suavemente el hombro blanco y redondo del joven.

Sintió que el cuerpo del joven temblaba suavemente y que su respiración era mucho más pesada.

"¿Quieres más?"

Besó su camino hasta el cuello del joven, moviéndose lentamente hacia arriba y tomando el lóbulo de su oreja que se había calentado.

Su Yuzhou frunció ligeramente el ceño, su voz, que acababa de despertar con algunas suavidades, susurró.

"Duele..."

Era difícil imaginar lo ridículos que habían estado anoche para que él se sintiera tan incómodo... ¿No fue el Sr. Su siempre muy considerado con él?

Al escuchar su queja, Su Qian no pudo evitar reírse y dijo: "¿Quién se abalanzó sobre mí una y otra vez anoche..."

Enderezó la espalda y estiró la mano para frotar el suave cabello del joven.

Anoche había experimentado de verdad lo difícil que era satisfacer a un Alfa completamente controlado por el calor del celo.

Por supuesto... él mismo no era mucho mejor.

Su Yuzhou lo miró, siempre sintiendo que mentía, pero pensando en su primera vez en el hotel... y luego mirando las marcas en el cuerpo del Sr. Su, tuvo que creerlo de nuevo.

Al encontrarse con la sonrisa burlona del hombre, sólo sintió que le ardía la cara y, al verse presionado por él, tuvo que estirar la mano y abrazar el cuello de Su Qian, enterrando la cara entre sus brazos.