¿A quién no le gusta un pequeño alfa dulce?

Capítulo 69: ¡Realmente eres tú!

¿Hay alguna manera de entrar en la Universidad de S para un viaje?

El ayudante Lin miró la consulta enviada por su jefe, y sólo me sentía muy impotente.

Sólo era un viaje a la Universidad de S. ¿No sería fácil? Sin embargo, sabía que además de querer entrar, el jefe quería conocer a cierto pequeño Alfa que estaba en un entrenamiento militar cerrado.

Eso es un poco más difícil.

Pero este asunto... ¡El asistente Lin realmente tiene una manera!

Sonrió con el pecho en alto y rápidamente tecleó mentalmente antes de empezar a editar la respuesta a su mensaje.

Hmph, como un asistente completo, es un asunto tan pequeño que no debe preocuparlo.

Por otra parte, Su Qian ya había guardado su teléfono.

En realidad, sólo estaba haciendo una pregunta casual, todo se debía a su propio egoísmo. Dijo que no interferiría en el entrenamiento de Su Yuzhou; la razón le dijo que era mejor no hacerlo.

Aunque... Lo echaba mucho de menos.

"Dingdong..."

Su Qian estaba a punto de levantarse y volver a dormir, pero no esperaba que el Asistente Lin le respondiera tan rápido, y en realidad le dio un plan.

Al principio, sólo era una exploración casual.

Poco después, Su Qian enarcó las cejas y su expresión se tornó seria.

Mirando el mensaje enviado por el Asistente Lin, se lo pensó detenidamente. Sintió como si...

No era imposible.

Su Qian recuperó su energía en un instante, sintiendo que escribir era demasiado lento, por lo que llamó directamente al Asistente Lin para discutir un plan específico con él.

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Su Yuzhou no sabía lo que el Sr. Su estaba a punto de hacer, debido al gran consumo del primer día de entrenamiento militar, durmió muy profundamente anoche y ni siquiera soñó.

Cuando sonó el despertador y se despertó y abrió los ojos, comprobó que afuera el cielo ya estaba amaneciendo.

Se levantó con dificultad, apretó los músculos algo doloridos y luego miró de reojo a la cama de enfrente.

Tal y como había esperado, aquel alumno Jian aún no había acudido a la residencia, pero se preguntó si se habría hecho mucho daño ayer y si habría tenido que ser hospitalizado.

Al pensar en el estruendo de las baldosas del suelo cuando se desmayó, Su Yuzhou no pudo evitar tocarse la nuca.

Fue muy doloroso.

Sacudió la cabeza y se levantó para lavarse.

Con un vaso de agua y un cepillo exprimido con dentífrico, el joven se cepilló los dientes mientras permanecía de pie en el balcón contemplando las vistas.

Eran poco más de las cinco de la mañana, aún no había mucha luz, y el campus estaba tranquilo, con sólo el crujiente piar de los pájaros en los árboles.

Especialmente en este edificio de dormitorios donde vivía, él era el único estudiante de primer año, y los demás que vivían aquí eran mayores o profesores y personal de la escuela.

Era aún más solitario.

Su Yuzhou se levantó y se cepilló los dientes durante un rato, justo cuando estaba a punto de darse la vuelta y volver a escupir la espuma, sus ojos vislumbraron algo y no pudo evitar sentir una pausa.