¿A quién no le gusta un pequeño alfa dulce?

Capítulo 37: Lo extraño un poco.

"¿Qué pasa?"

Su Qian simplemente preguntó en la puerta del estudio, y no pudo evitar detenerse cuando bajó las cejas para ver claramente su atuendo.

El joven llevaba un traje blanco como la nieve, Su Qian lo reconoció como el traje hecho a medida de antes.

Se quedó en la luz del pasillo, los cálidos ojos color granate lo miraron. Con una sonrisa en la cara, deslumbrante y guapo como un pequeño príncipe salido de un cuento de hadas.

"Esto es de la tienda de ropa de esta tarde".

Su Yuzhou se rascó el pelo: "¿Qué te parece? Siento que ha mejorado mi aspecto".

"Hmm."

Su Qian asintió con la cabeza. Extendió la mano para ayudarle a arreglar su cuello.

Su Yuzhou sintió las cálidas yemas de los dedos del hombre, recorriendo involuntariamente la piel de su cuello, no pudo evitar un ligero escalofrío.

Y antes de que se diera cuenta, el hombre ya había retirado la mano, como si hubiera sido un accidente.

"Entra y siéntate".

Luego se volvió hacia su lado, para dar paso a Su Yuzhou.

Su Yuzhou no pensó lo contrario, entró obedientemente en su estudio, mientras caminaba, dijo: "¿Molestará tu trabajo?"

"¿No? Solo estoy..." Su Qian hizo una pausa y dijo: "Comprobando cosas."

Luego... cerró despreocupadamente la puerta de la habitación.

Su Yuzhou no era consciente de que estaba vigilando el estudio de Su Qian, que es donde trabaja, debido a su advertencia del primer día, básicamente nunca lo había molestado.

El estudio era probablemente sólo la mitad del tamaño del dormitorio, pero ya era espacioso comparado con la casa de una persona normal.

Las dos grandes estanterías están perfectamente repletas de libros, todos ordenados de mayor a menor, la cura perfecta para el TOC.

Además de las estanterías, también hay una zona de reunión compuesta por sofás y mesas de café; el estilo del mobiliario es relativamente sencillo y seco, con un estilo de oficina muy marcado.

Lo que más atrajo la atención de Su Yuzhou fue la ventana salediza detrás del escritorio, que estaba cubierta con cojines de tela y tenía unos cuantos libros esparcidos por ella.

Debe ser muy cómodo leer un libro aquí por la tarde.

Levantó un poco la vista y pudo ver las montañas y los bosques del exterior en la noche, y más arriba, el cielo nocturno salpicado de estrellas.

Era una buena vista y le recordaba el observatorio esa noche.

Se oyó el crujido del hielo al chocar con el cristal por detrás.

Su Yuzhou miró de reojo y vio a Su Qian con un vaso de vino en la mano, agitándolo suavemente, los cubitos de hielo en el líquido marrón claro haciendo un crujiente sonido al moverlo.

Mientras lo observaba, el hombre retiró su silla de oficina y se sentó contra el respaldo de la misma, con sus largas piernas dobladas mientras seguía agitando el vaso en su mano, sentado en una posición muy dominante.

Su Yuzhou se acercó, alargó la mano para coger el vaso de vino que tenía en la mano, se lo puso en la punta de la nariz y lo olió.

"¿Qué clase de vino es este?" Dijo, tomando una pequeña muestra.

Aunque era sólo un poco y con hielo, el líquido picante del vino se extendió rápidamente en su boca.

Había un poco de ahogo en su garganta, y obviamente era un vino fuerte.