¿A quién no le gusta un pequeño alfa dulce?

Capítulo 43: También soy un Alfa.

(07/10)

Su Qian soltó a Su Yuzhou, se levantó y llamó a alguien del hotel para que le trajera la comida.

"¿Qué quieres comer?" Preguntó.

Su Yuzhou había comido y mordisqueado una tableta de chocolate desde la tarde y, efectivamente, tenía hambre.

Pensó un momento y dijo: "Quiero comer carne".

Su Qian dio un respiro y luego asintió. "De acuerdo".

Luego, en lenguaje S fluido, le explicó algunas palabras al mesero al otro lado del teléfono.

Cuando Su Qian dejó el micrófono y retiró los ojos, vio al joven sentado con las piernas cruzadas a su lado, con los ojos brillando hacia él.

Su Qian hizo una pequeña pausa y expresó sus dudas con la mirada.

El joven sonrió entonces, con un poco de admiración, "Hermano Su, eres increíble, no puedo creer que puedas hablar la lengua de aquí".

Ni siquiera podía hablar el idioma internacional sin tropezar, por no hablar de las lenguas menores de S.

Su Qian alargó la mano y le frotó la cabeza, probablemente porque el dolor de estómago no era tan fuerte, su expresión también se suavizó.

"¿Quieres aprender?" Dijo despreocupadamente.

Su Yuzhou dijo: "¿Sí? ¿Quieres enseñarme?"

Su Qian dudó por un momento, asintió con la cabeza, "Nunca está de más aprender algunas frases cotidianas".

Entonces... Mientras espera que el camarero le entregue la comida, Su Qian se sentó en la cama y enseñó a Su Yuzhou algunas frases comunes en S, una por una.

Su Yuzhou se sentó con las piernas cruzadas a su lado, y cuando decía una frase, la repetía.

No sé si es porque tenía buena memoria a una edad temprana. O es porque realmente tenia talento, cada frase que le enseñó Su Qian, la memorizó.

Y en los controles al azar subsiguientes, se desempeñó muy bien.

Su Qian apenas se sorprendió, pero al pensar que acababa de diferenciarse en un Alfa superior, un Alfa superior conocido por su talento, no parecía raro tener esa memoria.

Miró al joven sonriente y no pudo evitar acariciar de nuevo la parte superior de su cabello, diciendo suavemente: "Tal vez podrías aprenderlo en serio".

No es necesario que te abrumes con demasiadas habilidades, ya sea que lo necesites. o no, es bueno tener más reservas de conocimiento.

Su Yuzhou inclinó la cabeza y dijo con una sonrisa: "Aprenderé si me enseñas".

"......"

Su Qian lo miró, pero antes de que pudiera negarse o aceptar, el joven ya había contado con sus dedos, y luego hizo un gesto.

"Novena petición".

Su Qian frunció los labios y finalmente suspiró impotente mientras respondía: "Bien".

De hecho, aunque no utilizara el número de condiciones... seguiría estando de acuerdo.

Parece que ahora no tiene forma de rechazarlo.

Pensando así, no pudo evitar volver a mirar al pequeño alfa de aspecto engreído, pensó un momento y añadió: "Pero no te arrepientas".

Su Yuzhou se puso rígido y la suficiencia de sus ojos fue sustituida por la aprensión.

No iba a ser un montón de deberes, ¿verdad? El pequeño Alfa, que acababa de ser relevado de su último año, se sintió al instante mal de todo su ser.