¿A quién no le gusta un pequeño alfa dulce?

Capítulo 98: No lo haré.

Su Qian nunca pensó que Su Yuzhou haría esto por él.

Mirando a los ojos empañados del joven, puede estar seguro de que Su Yuzhou en este momento ha perdido la cabeza bajo el control de las feromonas.

Sin embargo, él...

Emociones fuertes surgieron en su corazón, si solo era un amor profundo, entonces en este momento, debe ser él.

¿Puedo preguntar, hay algún alfa en este mundo que pueda hacer esto por él?

Parece natural que omega esté marcado por alfa, pero no puede aceptarlo, incluso Su Yuzhou, solo puede aceptar su marca temporal.

Porque no quiere perderse a sí mismo.

Él ama a Su Yuzhou y está dispuesto a hacer muchas, muchas cosas por él, incluso menospreciando su dignidad, pero estas cosas deben ser por su propia voluntad subjetiva, no por rendirse a la feromona alfa que le pertenece en su cuerpo.

El omega completamente marcado es como un accesorio de alfa, ¿cómo puede aceptarlo?

Pero ahora, parece que ya no necesita entrar en pánico por esto, incluso si pierde toda su fuerza debido al calor, incluso si Su Yuzhou pierde la cabeza ... todavía lo respeta y nunca lo lastima.

Su Yuzhou...

¿Qué suerte tiene de conocer a alguien así? Una persona en la que puede confiar con todo su corazón...

"Mmm..."

Un gemido bajo escapó del fondo de la garganta de Su Qian.

Apretó ligeramente el labio inferior y frunció el ceño por la tolerancia. En su hermoso y profundo rostro, la habitual mirada fría y dura había desaparecido, reemplazada por un leve rubor.

"Tic, tac..."

La ducha de arriba dejaba caer gotas de agua, que se deslizaban por un lado de su rostro y se mezclaban con el sudor.

El joven sentado sobre él se detuvo de repente, se inclinó y lo besó; besos ansiosos y delicados cayendo sobre su cara, abriéndose paso lentamente.

Su Qian se vio obligado a levantar la cabeza, exponiendo completamente su frágil cuello y permitiendo que el joven sostuviera fácilmente su nuez de Adán.

Un gemido bajo escapó de nuevo del fondo de su garganta.

Su Qian lo soportó, quería defenderse, pero sus extremidades flácidas ni siquiera pudieron alejarlo.

Solo podía dejar que Su Yuzhou hiciera lo que quisiera, haciendo casi todo lo que le había hecho.

"ZhouZhou..."

Su voz era ronca, llamando a Su Yuzhou.

El joven se apoyó en su oreja, mordió su sensible lóbulo y lo hizo rodar suavemente con la punta de la lengua.

Sintiendo la constante oleada de celo, Su Qian estaba indefenso e incapaz de controlarse, y al final, también perdió la cabeza... Los dos pasaron del absurdo día a la noche, y de la noche a la mañana, hasta el amanecer, y se durmieron abrazados por el agotamiento.

Al final, Su Yuzhou se despertó de hambre.

Abrió los ojos aturdido y se encontró acostado en la cama, el cielo afuera se había oscurecido nuevamente, el sol se hundía en el cielo y la puesta de sol era hermosa.

"Gulu-"

Su estómago gimió de nuevo.

Se frotó los ojos, y hubo un sonido a su lado, y un brazo estaba sobre su pecho.