Milagro Navideño de 1976

Capitulo 17-Parte 1

Milagro Navideño de 1976
Capitulo 17-Parte 1
25 DE DICIEMBRE 1976 14:30, SALA DE ESPERA-URGENCIAS-HOSPITAL

Un médico entró en la sala.
MÉDICO: Familiares de Manuel Gómez Sanabria?
Marcelino pegó un salto al oir sus apellidos. Al no ver a su mujer al lado miró para atrás.
MARCELINO: Aquí! Aquí! Manuela? Ven aquí mujer… que haces ahí?
Manolita se levantó del suelo y se acercó a su marido y al médico.
MANOLITA: (Mirando a su marido) Que voy a hacer Marce? Que me has tirado al suelo con el salto que has pegado! Y a hablaremos tu y yo luego… (se volvió a mirara al doctor) Diganos doctor, como esta nuestro hijo?
MÉDICO: Manuel está frágil pero estale, lo acabamos de pasar a planta porque ya está fuera de pelígro. Pueden ir a verlo a su habitación, está en la habitación 069, por el pasillo de la izquierda cuarta puerta a la derecha. Más tarde pasaré, en la próxima ronda. Hasta luego.
Manolita y Marce se abrazaron y hablaron a la vez: Muchísimas gracias doctor.
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MISMO DÍA A LA MISMA HORA, CASA DE LA FAMILIA GÓMEZ-SANABRIA

LUISITA: Abuelo por lo que más quiera, apartese de la puerta!
PELAYO: Qhe te he dicho que no vas a ir charrita.
Luisita tenía a su abuelo empotrado contra la puerta de la calle porque no la dejaba salir.
LUISITA: Abuelo por favor! Nacesito ir al hospital a ver a mi hermano.
Pelayo denegó con la cabeza y se mantuvo firme.
LUISITA: De verdad cree usted que con todo lo que me ha contado puedo permanecer aquí encerrada? No me sea ingenuo…
Pelayo la miró con un gesto de “ahí te has pasado”.
LUISITA: Tiene razón… y perdoneme pero es que estoy muy nerviosa…. Y preocupada… y enfadada…
RING, RING, RING (sonó el teléfono)
Luisita corrió hacia el pero su aún ágil abuelo la ganó y descolgó él el teléfono.
PELAYO: Diga? Marcelino hijo que alegría escucharte! Hay novedades? (Pelayo escuchaba en silencio lo que Marcelino le contaba) No me digas…
Luisita estaba muy nerviosa y no paraba de andar para delante y para detrás.
LUISITA: Que pasa abuelo? Esta bien?
Pelayo levantó la mano para gesticular a su nieta que frenara.
PELAYO: Entiendo. Entiendo. Entonces le habéis visto?
LUISITA: Visto a quien? Abuelo que me va a dar un patatús a mí aquí.
PELAYO: Ah vale vale, pero es seguro entonces?
Luisita ya estaba desquiciada perdida.
LUISITA (gritando): El queee??? El queee???
PELAYO: No, no, estamos bien. Es tu fierecita enjaulada que no aguanta más.
Luisita frenó de repente y lo miró con mirada amenazante de ojos entrecerrados mientras señalaba a sí misma. Hecho que provocó una carcajada de su abuelo.
PELAYO: Si. Ahora. Ahora se lo comunico. Tu vuelve con tu mujer y tu hijo y dales un beso y un abrazo de nuestra parte. Adios. Adios.
Pelayo colgó el aparato y se quedó mirandolo causando el típico silencio inquietante de las telenovelas.
LUISITA (gritando): Que? Que a pasado? Por dios…
Pelayo fue sacado de su trance por el berrido de su nieta.
PELAYO: Luisita hija que está fuera de peligro! Ven aquí!
Luisita descargó toda su tensión y abrazó a su abuelo por la cintura.
LUISITA: Está seguro? Mire que está usted un poquito teniente ya… Que le ha dicho papa?
PELAYO: Discúlpame hija pero yo tengo un oído muy fino.
LUISITA: Ya lo se abuelo. Era para quitar un poco de hierro al asunto… Qe le han dicho?
PELAYO: Pues que lo habían pasado a planta, que ya está en la habitación 069 pero han querido llamar antes de ir donde él.
LUISITA: Pero si está fuera de peligro porque sigue ingresado?
PELAYO: Pues porque aunque esté fuera de peligro necesita pasar allí un par de días para recuperarse hija.
Pelayo soltó a su nieta y fue a ponerse el abrigo.
LUISITA: Abuelo donde va?
Pelayo la miró y se rio viendo la cara de miedo de su nieta.
PELAYO: Tranquila charrita que voy a estar aquí por muchos años… Voy a casa de Benigna a por tus hermanos que deben de haberla vuelto loca ya.
LUISITA: Ahhh… vale, le espero aquí entonces o voy con usted?
Pelayo abrió loa puerta de la calle y salió al descansillo. Una vez allí agarró el pomo de la puerta y cuando casi estaba cerrada asomó la cara. Luisita viendo esto pensó que su abuelo estaba perdiendo la cabeza.
PELAYO (hablando apresuradamente): Charrita. EnelpapelalladodelteléfonoestáelnúmerodelhoteldondesealojaAmelia. Llámalaporfavorparacontarlelasnovedades. [En el papel al lado del teléfono está el número del hotel donde se aloja Amelia. Llámala por favor para contarle las novedades.]
PUM. Pelayo cerró la puerta y desapareció igual de rápido que  había hablado.
Luisita pasó de estar con la boca abierta mirando a la puerta intentando digerir lo que había pasado, a mirar a la puerta con ojos de asesina.
LUISITA (gritando): Huya! Huya abuelo! (tono de voz normal) Ya sabe usted lo que se trae entre manos ya…
Luisita tomó el papel en sus manos y llamó al hotel donde se alojaba Amelia.
LUISITA: Hola Gran Vía Hotel? Si buenas tardes, mire querría hablar con una huésped alojada en su hotel. Amelia Ledesma, habitación (Luisita vio el número escrito en el papel) ja… como no?... Ay perdone no era con usted, habitación 206. Si espero gracias.
                Amelia? Si soy yo. Te molesto? Estas bien? Pareces agitada. Ah vale. Te llamaba porque hay novedades de Manolin y mi abuelo me ha dicho que había quedado en llamarte cuando las hubiera. Podríamos vernos y te las cuento en persona, te parece? No, no, si no te molesta prefiero ir yo. Si lo prefiero, hay algún problema? Vale pues que te parece si me paso por ahí en media hora? Vale perfecto, hasta ahora. Que, que? Mejor, mejor, si estuviera peor no te mantendría expectante. Bueno te dejo que me tengo que terminar de preparar. Ciao.
Luisita colgó el teléfono y se rio…
LUISITA: Lueguito dice… luego soy yo la infantil… Vamos Luisita! Ármate de valor que lo vas a necesitar…
Luisita tragó saliva, miro su reloj de pulsera y desapareció por el pasillo de casa.

Fin del Capítulo 17-Parte 1