Capitulo 59

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Milagro Navideño de 1976
Capitulo 59

Luisita estaba viendo a su chica actuar como nunca lo había hecho, Amelia tenía una motivación extra que le hacia moverse más sensualmente, saltar más alto y contonear sus caderas con más energía siguiendo el ritmo de la música. Luisita la veía bailar desde las sombras, desde la lejanía, desde el asiento más apartado del que apenas podía distinguir las expresiones de la cara de su amada. Amelia terminó de bailar su pase final dando por finalizada la función y la gente se puso de pie para aplaudirla gritándole “jolie! [guapa]”,  “très bon! [muy bien]” y “magnifique! [magnifica]”. Luisita fue de las primeras en levantarse para aplaudir el trabajo de su amada y de toda la compañía.
Amelia abandonó momentáneamente el escenario para volver acompañada por todos sus compañeros. Todo el elenco formo una fila agarrados de la mano para saludar al público. Las y los espectadores del Moulin Rouge empezaron a gritar “Amelia! Amelia” y Luisita vio con orgullo como su novia se adelantaba a sus compañeros para saludar al público. Dos personas salieron de detrás del escenario para darle un ramo de rosas rojas y una caja de bombones en forma de corazón y Amelia las cogió con ilusión sin darse cuenta de que un papel manuscrito caía de entre las rosas. Amelia olfateó las rosas y volvió a saludar al público que seguía coreando su nombre.
Luisita intentó acercarse poco a poco hacia el escenario pero le fue imposible ya que iba a contracorriente, le costó más tiempo y esfuerzo de lo que pensaba pero logró llegar al escenario, a un vacío escenario. Luisita estiró su largo cuello en busca de un acceso para poder ir a ver si a su novia le habían gustado sus flores y sus regalos. Por mucho que buscara Luisita no encontraba acceso alguno por lo que optó por salir a la calle e intentar acceder a los camerinos desde la parte trasera del teatro.
En el callejón trasero Luisita se encontró con un hombre de tez morena grande como un armario e intentó explicarle quien era ella y a quien quería ver pero aquel hombre no estaba por la labor o no entendía el particular acento francés de la rubia y no la dejó pasar.
Luisita oyó entonces como un grupo de gente aplaudía y se acercó a ellos y consiguió ver la cara de su Amelia entre aquel grupo de admiradores. Luisita la llamó pero no consiguió llamar la atención de la morena que entró en un taxi con sus rosas y sus bombones. Al entrar en el taxi Amelia empezó a buscar la típica notita que acompaña a un ramo de flores, perdiendo la oportunidad de ver a una desesperada Luisita haciéndole señas desde el exterior. El taxi de Amelia se  alejó mientras Luisita gritaba su nombre en medio de la carretera casi causando un accidente.
Amelia llegó a su casa y se dio una ducha. Se sentía contenta e inspirada por lo que decidió empezar a escribir otra carta para Luisita, la tercera de aquella semana. Amelia se sentó en el sofá con las piernas cruzadas por debajo de los muslos y empezó a escribir a su novia. Llevaba un rato en ello cuando alguien tocó la puerta de la calle.
TOK, TOK, TOK
Amelia miró el reloj extrañada y curiosa por quien seria. Alzó la voz “j’y vais [ya voy]”, se puso de pie poniéndose las pantuflas dulce hogar que guardaba con mucho cariño y fue hacia la puerta. La casa no tenia mirilla por lo que Amelia abrió un poquito la puerta asomándose un poco para ver quien era.
En cuanto Amelia asomó por la rendija de la puerta Luisita sonrió de oreja a oreja y se abalanzó sobre la puerta abriéndola de par en par saltando encima de Amelia que gracias a sus buenos reflejos la agarró por los muslos mientras correspondía a su beso. Debido al impulso de Luisita la espalda de Amelia pegó contra la puerta clavándose así el pomo de la puerta. “Ahhhh” se quejó rompiendo el beso. Luisita se preocupo y se agachó para inspeccionar la zona del golpe y darle un besito. Amelia rio al ver a su novia, Luisita miró para arriba mirando a los ojos de Amelia, le dio una patada a la puerta para cerrarla y sin poniéndose de rodillas abrió bruscamente la bata de Amelia empujándola hasta la pared. Sonrió mirándola a los ojos y bajó la mirada al centro de su novia y se acercó hacia el mordiéndose el labio y relamiéndose. Inhaló profundamente la esencia de su amada, sacó la lengua y se lanzó a el….

RIIIINNNNNNGGGGG (sonó el despertador)

LA MAÑANA DE 20 DE ENERO DE 1977, CASA DE LA FAMILIA GÓMEZ SANABRIA

Luisita se cayó de la cama con el susto que le dio el despertador, se giró y se dio cuenta de donde estaba y acordándose de aquel sueño taaaan real gruñó, se puso la almohada en la cara y chilló en ella desesperadamente.

LA MISMA HORA, CASA DE AMELIA LEDESMA EN PARIS

Amelia acalló de un manotazo el despertador y gritó dejando salir su frustración sexual.
AMELIA [Pensamiento Interno]: Maldito Jacques!!! Porque me habré dejado convencer para ir a correr con el??? Ahora que el sueño estaba bien encaminado.
Amelia levantó la cabeza para ver la hora y la dejó caer. Frustrada y excitada Amelia se levantó de la cama para llamar a Luisita.

CASA DE LA FAMILIA GÓMEZ SANABRIA

RING, RING, RING (sonaba el teléfono)
Luisita iba por el pasillo hacia el salón refunfuñando.
LUISITA (enfadada): Será posible, es que nadie puede contestar el teléfono? Que pasa que no hay nadie! (descolgó el teléfono) Diga? Diga!!!
AMELIA: Luisita?
LUSITA: Amelia!!! Mi amor no sabes como me alegro de oír tu voz, no sabes lo que he soñado…
AMELIA: Cariño mío yo he soñado contigo
LUISITA: Y yo!!!
AMELIA: Si amor pero mi sueño era….. de dos rombos.
LUISITA: Y el mío también amor. Fui a ver tu espectáculo y me costó un montón dar contigo
AMELIA: Y cuando llegaste a casa me saltaste encima
LUISITA: Siii pero te hice daño y me agache  para acariciarte
AMELIA: Si! Y el maldito despertador sonó justo cuando me ibas…
Amelia sintió vergüenza de repente y se cayó.
LUISITA: Que fuerte Amelia!!! Hemos soñado lo mismo!
AMELIA: Si cariño… que pena haber despertado.
LUISITA (con sonrisa de pícara): A si…… y que habría pasado en el sueño, cuéntame…
AMELIA: Luisita no empieces… (excitándose) Yo estoy sola en casa pero tu seguro que no.
LUISITA (hablando sensualmente): Te equivocas cariño, estoy sola, solita, sola y a toda tu disposición.
AMELIA (siguiéndole el juego tumbándose en el sofá): Perdone señorita pero creo recordar que usted estaba a punto de algo. No es así?
LUISITA: Siiii…. Estaba a punto de introducir m lengua en tus calientes y palpitantes “fluidos”
AMELIA: A si… Y que te parecería que te cogiera la cabeza con mis manos para apretar más tu cara a mi entrada?
LUISITA: Ummmm…. Eso me gusta mucho… y si yo recorro mis manos por tu cuerpo para agarrarte los pechos y estrujarlos en mi manos mientras mordisqueo y chupo tu clítoris…
Amelia cerró los ojos centrándose en la voz de Luisita mientras su mano derecha estrujaba su pecho derecho.
AMELIA: Luisita amor… me estas poniendo como una moto… tu voz guía mi mano por mi cuerpo, haz tu lo mismo.
Luisita miró un poco dubitativa hacia la puerta de la calle pero enseguida se sentó en el sofá abriendo las piernas e introduciendo su mano libre por el escote de su camisón acariciándose los pechos.
LUISITA: Mi amor, tus manos están acariciando mis pechos, donde quieres que vayan ahora.
Amelia había llevado su mano hacia abajo para que jugueteara con sus labios mayores y la entrada de su vagina.
AMELIA: Mira amor, tus manos están jugueteando con mis labios entrando un poquito y quiero qe mis manos hagan lo mismo.
Luisita cerró los ojos concentrándose en la voz de su amada, su mano abandonó sus pechos para entra por debajo del camisón y entrando en sus húmedas bragas.
LUISITA:  Uhmmm.. Aahhhh… Cariño no veas como me estas poniendo… tengo una piscina entre las piernas…
AMELIA:  Uhmmm que pena no poder lamerte entera… pero bueno quiero que muevas muy rápido tus dedos para agrandar todo lo posible tu clitoris para luego poder darle unos mordisquitos…
LUISITA (obedeciendo): Dios… Amelia no voy a aguantar mucho…
AMELIA (haciendo lo mismo): Ni yo tampoco amor…. Ahhhh
LUISITA (gimiendo): Amelia…. Estoy apuntito…
AMELIA: No pares Luisita. No pares!!! Aaaaahhhh
LUISITA: Amelia…. Ahhhhh…. Ya….. Yaaaaa
En ese momento Marcelino abrió la puerta con las bolsas de la compra. Luisita, excitadísima, se tapó rápidamente con un cojín y cruzó las piernas intentando parar sus orgasmo mientras oia gritar de placer a Amelia por el teléfono.
MARCELINO: Luisita hija, que haces ahí?
Luisita señaló el teléfono  diciendo “Amelia” sin hablar.
AMELIA: Ahhhhhh…… Te quiero Luisita!!! Ahhh…. Uhmmmm
LUISITA: Amelia. Amelia… mi padre te manda saludos.
Amelia abrió los ojos sentándose rápidamente como si Marcelina las abría pillado juntas. Pero el movimiento hizo que se le escapara un gemido. La que ahora abría los ojos sin saber como reaccionar era Luisita.
MARCELINO: Luisita! Seguid hablando hija, por mi no tengas problema que voy a dejar la compra. Hija! Estas bien?
Marcelino dejó las bolsas en la mesa y se acercó a su hija poniéndole la mano en la frente.
MARCELINO: Hija estas un poco caliente, te has puesto el termómetro?
Luisita negó con la cabeza sin saber donde meterse mientras escuchaba como se reía Amelia por el otro lado del teléfono.
MARCELINO: Hazme el favor de ponértelo porque estas roja y caliente. Tu tienes fiebre seguro. Voy a guardar las compras. (Alzando la voz) Te echo mucho de menos yerna preferida, te quiero!
Marcelino cogió las bolsas y desapareció por el pasillo.
AMELIA (gritando): Yo también te quiero suegro!
LUISITA: Ahhhh (apartándose el teléfono de la oreja y gritando) Papa! Que Amelia también te quiere! (susurrando) Amor mío que vergüenza he pasado… pensaba que me había pillado…
AMELIA: Si cariño, ya he oído que estas caliente y roja, (con voz burlona) estas enferma cariño?
LUISITA (riéndose): Enferma de amor estoy cariño, te quiero mucho, muchísimo. Y te hecho mucho de menos.
AMELIA: Yo también cariño mío. (con voz burlona) Aunque esta llamada nos ha “aliviado un poco” jejeje
LUISITA: Será a ti! Yo voy a tener que ir directa a la ducha!
AMELIA: Jajajaj que exagerada eres cariño… Y que vas a hacer en la ducha??? Pensaras en mi mientras te jabonas?
LUISITA: Me tengo que dar una ducha fría gracias a ti!
AMELIA: Bueno cariño, ya sabes que hacer si quieres calentar el agua! Jajaja
LUISITA: Amelia….. Que tonta eres!!! (riéndose)
AMELIA: Guapa!!! Me encantaría ducharme contigo ahora mismo…. (mordiéndose el labio)
LUISITA: Amelia va… no seas cruel…
AMELIA: Cruel? Jamás! Te quiero demasiado.
LUISITA: Yo también te quiero. Hablaremos pronto?
AMELIA: Si por mi fuera te llamaría a diario pero me tendré que conformar con escribirte casi a diario.
LUISITA: Me lo prometes?
AMELIA: Te lo prometo por nuestro amor.
LUISITA: Aiixxxxx…. Te quiero tanto mi amor!!!
AMELIA: Yo también te amo guapa. Hasta pronto.
LUISITA: Hasta pronto. Un beso!
Luisita colgó el teléfono y dejó caer su cabeza para atrás antes de levantarse para ir a la ducha andando con cierta dificultad debido a la empapadas bragas y sobre todo por toda la excitación acumulada en su entrepierna que no pudo sacar.
Amelia se tumbó de nuevo en el sofá desperezándose y dejando salir algún que otro ruidito de su boca.

Fin del Capítulo 59

Milagro Navideño de 1976Where stories live. Discover now