Capitulo 22

1K 37 0
                                    

Milagro Navideño de 1976
Capitulo 22

26 DE DICIEMBRE DE 1976 POR LA MAÑANA, HABITACIÓN 069 HOSPITAL

Entre Manolin y Pelayo convencieron a sus padres para marcharse a casa. Pelayo apenas pudo dormir esa noche por lo que una vez comprobado el estado de su nieto cayó rendido en menos de 5 minutos.
Manolin miraba pensativo la pared desnuda enfrente de su cama recordando la visita del día anterior:
TOK,TOK,TOK (alguien golpeó la puerta abierta)
VALVERDE: TOK,TOK,TOK… Se puede?
MANUEL: Comisario?
VALVERDE: Manuel, que alegría verte. Estaba muy preocupado por ti. Oí en comisaria lo que pasó. Que tal estás machote?
MANUEL: Bien… dicen que ya estoy fuera de peligro.
VALVERDE: Me alegro, me alegro. (a Valverde se le cambió la cara) Y bien?
Manuel tragó saliva y se incorporó lentamente agarrandose el costado.
MANUEL: Comisario yo…
VALVERDE: Tú qué? Eres consciente de lo que hiciste anoche? Sabes cuantas explicaciones he tenido que dar? Muchas… Muchas…
MANUEL: Comisario lo siento pero no podía hacerle eso a Amelia… Ella… Ella significa mucho para mí.
VALVERDE: No, si lo entiendo… esa invertida sabe como provocar a los hombres. No me extraña que te deslumbres con sus “curvas”… Escuchame y escuchame bien. No comparto la decisión tomada por Polilla y me ha dolido mucho apartar tanto a él como a los otros 3 “ex - flechas”. Pero debes entender que nuestras acciones tienen repercusiones. Por lo que aprovechando vuestra relación, necesito que me des la dirección del estudio de fotos de la revista Marlene.
MANUEL: Lo siento comisario pero no voy a hacer eso.
VALVERDE: Manuel tu país te necesita. Acaso no eres consciente del peligro que supone que jovenes muchachos tomen de ejemplo a “tu amiga”? No podemos dejar que esas conductas proliferen!
MANUEL: Comisario sí soy consciente pero no puede pedirme que dañe a alguien que amo.
VALVERDE: Manuel, Manuel… creo que no sabes con quien estas hablando ni a qué te estas enfrentando… Esa chica tendrá su merecido y en tus manos está la clase de “daños” recibidos… Deja que me explique. Si no me das esa dirección tu amiga será un daño colateral puesto que nuestro objetivo principal es esa clase de revistas y estudios fotográficos que abalan a esos pervertidos. Eso si colaboras. Si no lo haces unos policias encontraran material comprometedor en cierta matela roja traida de París, ya sabes… la capital de nuestro país vecino donde las fotos y filmes de conducta dudosa no son delito mientras que en el nuestro sí. Piensa un poco… una mujer con antecedentes, con un historial psiquiatrico a la que encuentran material pornográfico entre dos mujeres… Que podría pasarle? La decisión está en tus manos. Ya sabes donde llamarme.
Valverde se acercó a Manuel dándole un toquecito en la mejilla.
VALVERDE: Cuidate Manuel, no vaya a empeorar tu diagnóstico.
Valverde abandonó la habitación dejando tras de sí un preocupadísimo Manuel.
MANOLIN (llorando de impotencia): Maldita sea!!! Por mi mala cabeza Amelia va a salir perjudicada…
Sin quererlo Manolin despertó a su abuelo y este se preocupó al ver llorar a su nieto.
PELAYO: Manolin hijo, estas bien? Te duele algo? Quieres que llame a la enferemera?
MANOLIN: Abuelo soy un zoquete! Teniais todos razón, he estropeado todo… Mama no puede ni mirarme a los ojos y alguien que quiero va a sufrir por mis acciones… y no se como arreglarlo!
Pelayo no pudo hacer más que abrazarlo e intentar tranquilizarlo.
PELAYO: Manuel! Manuel escuchame!
Pelayo cogió la cara de su nieto con las dos manos haciedole levantar la mirada y mirarle a los ojos.
PELAYO: No te voy a negar que tus acciones nos han dolido a todos pero todo tiene solución en este mundo. No hay nada que esta familia no pueda compartir, somos una piña y sabes que familia unida, jamás será vencida!
Pelayo terminó su discurso con un puño levantado.
MANOLIN: Eso era antes abuelo… Me he portado muy mal con vosotros, especialmente con mama y esa piña de la que hablas no lo ha aguantado.
PELAYO: A ver charrito paso a paso. De la unión de la piña no te preocupes porque ese es mi cometido. Y con respecto a tu madre. No se te decir lo que pasa por su cabeza pero la conozco muy bien y puedo decirte que no es una mujer que guarde rencor.
MANOLIN: Ya abuelo pero usted no sabe lo que le dije o lo que le hice… No me va a perdonar en la vida… y no la culpo.
PELAYO: No hay mal que por cien años dure. Tienes razón no se lo que ha pasado entre vosotros pero lo que sí se es que los cambios se demuestran con hechos y no con palabrería. Demuéstrale que has cambiado y que te arrepientes de verdad y llegarás a su corazón. Venga… anima esa cara.
Pelayo le revolvió los rizos sacándole una sonririta.
MANOLIN: Gracias abuelo. Por todo. Y perdóname… perdóneme usted tambien.. No se como me dejé convencer.
PELAYO: Lo importante es que hayas aprendido algo de todo esto, y lo has hecho no? Pues ya está.
TOK, TOK, TOK (tocaron la puerta)
Un auxiliar abrió la puerta portando una bandeja con comida.
AUXILIAR: Qué Manuel, tienes hambre? Aquí te traigo la comida, luego vendré a por la bandeja. Que aproveche.

Fin del Capítulo 22

Milagro Navideño de 1976Where stories live. Discover now