Milagro Navideño de 1976

Capitulo 27

Milagro Navideño de 1976
Capitulo 27

CASA DE LA FAMILIA GOMEZ-SANABRIA

Luisita abrió la puerta y fue directa al sofá a abrazar a su hermano
LUISITA: Estás bien? Déjame verte!
Luisita se giró para mirar a su madre y le preguntó:
LUISITA: Mama? Le pegaron en la cabeza también o solo en el cuerpo?
MANOLITA: Tu hermano tiene la cabeza muy dura hija. Pero no, no le han hecho nada en ella.
Luisita pegó a su hermano en la cabeza.
MANOLIN: Aaaaaa!!! Mama…
MANOLITA: LUISITA!!!
LUISITA: Te lo mereces por tonto! Por todas las tonterías que has hecho, por todo lo que no has hecho sufrir y sobre todo por poner en peligro a Amelia.
Luisita terminó la frase llorando y se abrazó a su hermano.
LUISITA: Gracias por salvarla! Estás bien de verdad? Cuantos dedos ves?
Luisita levantó tres dedos delante de los ojos de su hermano causando la risa de este.
MANOLIN: Estoy bien.
LUISITA: Cuantos dedos?
MANOLIN: Tres… He pasado el test doctora?
Luisita hizo un gestito de “por poco” a su hermano y lo volvió a abrazar.
MANOLITA: Bueno ya que estáis aquí voy a acercarme al despacho a ver si hay alguien. Adiós.
Manolita se fue dejando a todos sentados en los sillones mientras Luisita contaba su plan con todo lujo de detalles y de gestos.
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HABITACION 206 DEL HOTEL GRAN VIA

Amelia cumplió su palabra y echó a Mateo de la habitación nada más terminar de contarle el alocado plan de Luisita.
Amelia estaba tumbada en la cama viendo aquel desastre de habitación. Ropa tirada por todos lados y maletas rojas para dar tomar y regalar.
AMELIA [Pensamiento Interno]: Luisita espero que funcione tu plan.
Amelia suspiró y cogió la foto de Luisita que guardaba como su tesoro más preciado y la miró.
AMELIA: Luisita fui una tonta… Es verdad que en Madrid me ahogaba y que en París he logrado el éxito y el reconocimiento artístico que tanto ansiaba pero a que precio? Solo espero que ese fa…, Mateo, te haga tan feliz como te lo mereces.
Amelia besó la foto, la puso sobre si corazón y cerró los ojos para intentar dormir.
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DESPACHO DE ABOGADOS

Manolita entró con sus llaves al ver la luz encendida desde la calle.
MANOLITA: Holaaaa? Hay alguien?
Manolita recorrió el despacho buscando alguno de los abogados. No había nadie en la sala principal, ni en el sóviet, ni en el archivo, ni en el baño. Solo le quedaba por mirar en el despacho por lo que abrió la puerta encontrándose allí a Lenin y a Cristina en paños menores.
MANOLITA: NADA! NADA! NADA! NADA!
Lenin y Cristina la siguieron a la sala principal abrochándose las camisas.
LENIN: Manolita perdona… nosotros…
MANOLITA: Déjalo…. Tengo muchos hijos y se perfectamente lo que estabais haciendo.
Manolita eligió el peor momento para explotar y dejar salir todos sus sentimientos y es que llevaba mucho tiempo guardándoselo todo. Empezó a llorar angustiadísima por la situación.
CRISTINA: Manolita! Manolita no llores! Que ha pasado?
Cristina abrazó a Manolita para consolarla mientras Lenin iba al sóviet a prepararle una tila a Manolita.
Manolita se tranquilizó y les contó todo lo que había pasado con Manolin y Valverde y las consecuencias que podía sufrir Amelia.
Lenin fue al archivo a buscar un caso parecido dando espacio a las dos mujeres.
CRISTINA: Manolita no me respondas si no quieres pero recuerda que no voy a juzgaros ni a ti, ni a Amelia, ni a tu hija. Esa tal Amelia es algo más que una amiga para tu hija no?
Manolita aparto sus lágrimas mientras decía que sí con a cabeza ya que no le salian las palabras.
CRISTINA: Me lo imaginaba. Suelo prestar atención a los detalles y recuerdo una vez, cuando empezamos a llevar el caso de tu despido, que hablaste de ella.
Manolita miró a Cristina a los ojos e inclinó la cabeza hacia un lado.
MANOLITA: Amelia es como una hija más para mi. Mi hija y ella ya no están juntas pero sigue formando parte de la familia.
Cristina volvió a abrazarla para tranquilizarla.
LENIN: Lo encontré!!!
Los tres hablaron sobre aquel misterioso caso y de como podían proceder para que no se volviera a repetir.
Después de varias llamadas pidiendo primero perdón por las horas y luego algún que otro favor los abogados dieron con el nombre de la persona que necesitaban. El fiscal Zaldua.
LENIN (por teléfono): De acuerdo… Muchísimas gracias y perdone por molestarle a estas horas. Descuide que a primera hora estaremos ahí con nuestros clientes.
Lenin colgó el teléfono y les contó lo que había hablado con el fiscal Zaldua.
Quedaron en verse por la mañana y acompañaron a Manolita a la entrada del despacho.
CRISTINA: Tu tranquila Manolita y descansa.
Manolita se alejó por las escaleras.
LENIN: Que me dice letrada, seguimos con nuestro caso?
Cristina y Lenin cerraron con pestillo el despacho antes de seguir con “su caso”.
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CASA DE LA FAMILIA GOMEZ-SANABRIA DE MADRUGADA

Manolita llegó a altas horas de la madrugada a casa donde Marcelino la esperaba sentado en el sillón.
MARCELINO: Manuela! Tenemos un plan para ayudar a Amelia.
MANOLITA: Marce! Tenemos un plan para acabar de una vez por todas con Valverde.
Marcelino y Manolita se miraron a los ojos y sonrieron, apagaron todas las luces y fueron hacia su habitación. Marcelino rodeaba con un brazo los hombros de su mujer mientras que esta lo rodeaba por la cintura y apoyaba su cabeza sobre el pecho de su marido.
MARCELINO: No sabe bies este comisarucho con quien se ha topado.

Fin del Capítulo 27