Capitulo 58

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Nota: Esta semana ha sido un poco estresante y no he podido escribir nada, os pido perdón. Sinceramente no se muy bien lo que he escrito porque he ido escribiendo según me venia a la cabeza. El siguiente será mejor, o lo intentaré. Lo prometo.

Milagro Navideño de 1976
Capitulo 58

LA MAÑANA DEL 4 DE ENERO DE 1977, CASA DE LA FAMILIA GOMEZ SANABRIA

Manolin desayunaba en la mesa del comedor mientras Marcelino estaba ojeando su libro de recetas sentado a su lado cuando Manolita apareció por la puerta del pasillo mirando su reloj.
MANOLITA: Marce pero como no me has despertado? Se me va a hacer tarde hombre!
MARCELINO: Ay Manuela y yo que sabia… pensaba que te quedarías en casa para estar con Luisita.
MANOLITA: Ahh siiii…. Y porque has supuesto eso?
MARCELINO: Ay Manuela, Manuela…. Pues porque estará triste y necesitará a su familia.
MANOLITA: Ay Marcelino… Que poco conoces a tu hija.
MARCELINO: La conozco de sobra. (con cara de preocupación)La pobrecita estará llorando en su habitación, avergonzada de que la veamos mal y con lo cabezota que es, es capaz de quedarse días ahí dentro.
En ese momento Luisita entró sonriente por la puerta de la calle con churros en una mano y una bolsa en la otra.
LUISITA: Buenos días familia!!! Habéis visto el maravilloso día que hace?
Luisita dejó la bolsa en el suelo y los churros en la mesa al lado de su hermano, le dio un beso, otro a su padre y otro a su madre.
LUISITA: Mama voy a mi habitación (señalando la bolsa). Y venga! Moveos si no queréis perderos el día?
Luisita se marcho feliz a su habitación tarareando mientras sus padres la miraban y su hermano devoraba los churros
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LA TARDE DEL 5 DE ENERO DE 1977, CASA DE LA FAMILIA GOMEZ SANABRIA

Manolita y los pequeños iban a ir a la cabalgata de reyes pero Luisita prefirió no acompañarles porque quería escribir una carta a Amelia y eso era o que estaba haciendo sentada en el sofá. Catalina entró corriendo al salón con una estrella de cartón en las manos con su hermano persiguiéndola.
CIRIACO: Catalina dámela!
CATALINA: No! Es de Luisi!
Catalina llegó a donde su hermana y Luisita vio la estrella, no le gustaba que sus hermanos metieran los morros en sus cosas pero no quería enfadarse con ellos.
LUISITA: Se puede saber que hacéis con una de mis estrellas?
CATALINA: Luisita tu tienes muchas en tu habitación… y son muy bonitas… No puedes darnos algunas?
CIRIACO: Eso! Tu puedes quedarte con las del techo y nos das estas a nosotros.
LUISITA: A ver venir aquí los dos. (Los sentó en sus rodilla) Ya se que estas estrellas son muy bonitas pero no las tengo colgadas en mi habitación por eso. Me guardáis un secreto? (los dos asintieron) Las estrellas me hacen sentir que tengo a Amelia conmigo.
Los niños se miraron entre ellos boquiabiertos, luego miraron la estrella y a su hermana. Luisita sonrió, se echó el pelo para atrás y tomo aire profundamente empezando a hablar con cara de esperanza.
LUISITA: Antes de que Amelia y yo fuéramos novias Amelia me escribió una carta declarándome su amor en el que decía que le gustaría que bailáramos bajo la luz de la luna. Cuando leí la carta preparé unas estrellas y una luna de cartón y las colgué por el Kings para que bailáramos bajo ellas. (Luisita se limpió una lágrima que caía por la mejilla) Os acordáis de cuando Amelia estuvo mallita en el hospital y que cuando volvió estaba un poco rara? Pues aquella luna de cartón hizo que Amelia volviera a ser ella. Y la noche que Amelia y yo pasamos en el hotel Amelia me preparó una sorpresa, hizo que prepararan un montón de estrellas y una gran luna en nuestra habitación para que volviéramos a bailar bajo la luz de la luna.
CIRIACO: Entonces las estrellas hacen que te acuerdes de Amelia? (Luisita asintió sonriente)
CATALINA: Pues yo también quiero? Podemos pintar el techo de mi habitación también?
Manolita entró al salón y se acercó a sus hijos.
MANOLITA: No hija mía, lo siento pero no podemos andar pintando toda la casa.
LUISITA: Eso es Catalina. A mi me cuesta mucho dormir teniendo a Amelia tan lejos y a ella le pasa lo mismo, por eso pensamos en pintar un cielo estrellado en el trozo encima de la cama las dos, porque las dos estaremos mirando el mismo cielo y sentiremos que estamos juntas.
CIRIACO: Mama? Y nosotros podemos colgar alguna estrella para acordarnos de Amelia? Así ella también pensara en nosotros?
Manolita acarició la cara esperanzada de su hijo mirando a Luisita, Luisita le hizo un gesto pidiendo perdón al que Manolita respondió con una sonrisa.
MANOLITA: Me parece muy buena idea, si a Luisita no le importa compartir su idea claro.
LUISITA: A mi? A mi me encanta que queráis tanto a Amelia! Pero tengo una idea mejor, porque no combinamos una estrellas con algo que os guste hacer con Amelia a vosotros? Pensadlo y lo hacemos poco a poco, estoy segura que a Amelia le encantará.
MANOLITA: Esa idea es aún mejor. Y venga vamos que no llegamos a la cabalgata.
Madre e hijos se fueron y Luisita se quedó mirando la puerta, pasado un rato volvió a coger la carta que estaba escribiendo.
Amor mío no sabes lo que acaba de pasar….
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LA MAÑANA DEL 10 DE ENERO DE 1977, CASA DE LA FAMILIA GOMEZ SANABRIA

Luisita estaba sentada en uno de los sillones mientras la familia desayunaba en el comedor.
MARCELINO: Luisita hija ven a desayunar.
LUISITA: Que ahora voy papa… Déjame terminar la carta de Amelia?
MANOLITA: Otra hija? No le estas escribiendo demasiado?
RING, RING (sonó el teléfono)
Luisita se abalanzó sobre el descolgándolo rápidamente.
LUISITA: Amelia????? Ahhh, no no ahora se pone. Manuel, es Inma, para ti!
Luisita tiró el auricular al sofá y se fue refunfuñando hacia el baño.
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AL MISMO TIEMPO, CASA DE AMELIA EN PARIS

Amelia entró al salón desperezándose con pelos de recién despertada. Se cruzó la bata atándosela y se rascó la parte trasera de la cabeza mirando la hora, se mordió el labio mirando el teléfono y fue a sentarse al sofá para llamar a Luisita. Marcó el teléfono de casa de Luisita pero daba comunicando.
AMELIA: Maldita sea…
Amelia, frustrada por no haber podido hablar con su novia, se levantó del sofá para ir a desayunar a la cocina.
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EL MEDIODIA DEL 10 DE ENERO DE 1977, CASA DE AMELIA EN PARIS

Amelia se había duchado después de desayunar y volvió al salón para llamar a casa de Luisita secándose el pelo.
AMELIA: Cariño contéstame por favor… TUUU….. TUUU….(sonido de dando llamada) Maldita sea!!!
Amelia colgó el teléfono enfurecida y se levantó para ir a vestirse e ir al teatro.
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AL MISMO TIEMPO, BAR EL ASTURIANO

Luisita estaba en la barra del bar secando vasos con el trapo mirando al teléfono de reojo una y otra vez. Al final se hartó, tiró el trapo a la barra y la rodeó para ir al teléfono a llamar a Amelia.
LUISITA: Amor… contesta por favor…..TUUU…TUUU…. (chillando) Maldición!!!!
Luisita estampó el teléfono haciendo que Pelayo asomara por la cocina alertado por el ruido.
PELAYO: Que ha pasado charrita?
LUISITA: Nada!!! Nada ha pasado abuelo! Me voy a dar una vuelta.
Luisita fue a dar un paseo para tranquilizarse.
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EL TARDE-NOCHE DEL 10 DE ENERO DE 1977, MOULIN ROUGE

Amelia estaba ya vestida para empezar el espectáculo en pocos minutos, pero estaba muy inquieta.
JACQUES: Amelia que te pasa? Estas histérica.
AMELIA: Es Luisita Jacques, me tiene muy preocupada.
JACQUES: Pero le ha pasado algo mon ami?
AMELIA: No. O si. No se Jacques, le he llamado varias veces hoy y no he conseguido hablar con ella.
JACQUES: Bueno tranquila, ya hablaras con ella mañana.
AMELIA: Mañana es tarde Jacques!
JACQUES: Pero porque?
AMELIA: Porque tenía que ser hoy Jacques (Amelia intentaba no llorar). Hoy hace un año que nos hicimos novias… La he llamado pero no contesta y yo… yo necesito oír su voz Jacques…
Jacques descolgó el teléfono y marcó el teléfono de casa de Luisita y se lo pasó a Amelia dándole un beso en la sien.
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LA MISMA HORA, CASA DE LA FAMILIA GOMEZ SANABRIA

RING, RING, RING (Sonó el teléfono)
Luisita entró al salón enfadada y frustrada por no haber podido hablar con Amelia.
LUISITA: Ya va! Ya vaaaaa
Luisita llegó al teléfono y se agachó a cogerlo.
LUISITA: Diga? Diga!!!
AMELIA (sonriendo): Cariño mío!!!
LUISITA (sonriendo al oír su voz): Amelia? Mi amor como estas?
AMELIA: Ahora mejor, necesitaba oír tu voz cariño.
LUISITA: Yo también. Te he llamado a casa pero no estabas.
AMELIA: Me has llamado? (Se reía) Yo también te he llamado…
LUISITA: Que tontas eh….
Las chicas se quedaron un momento en silencio. En el teatro el jefe de sala empezó a llamar a todos a sus puestos. Amelia miró para atrás sabedora de lo que debía hacer pero incapaz de colgar a Luisita.
LUISITA: Amor te llaman, no es así?
AMELIA (triste): Si. El show está apunto de empezar.
LUISITA: Entiendo. Amelia?
AMELIA: Uhum
LUISITA: Que te quiero.
AMELIA: Yo también te quiero amor mío.
LUISITA: Amelia? Hay una coa que quería decirte…
AMELIA: Yo también…
LAS DOS A LA VEZ: Feliz primer aniversario mi amor!!!
Las dos empezaron a reírse por la coincidencia pero la risa cesó pronto volviendo a dejarlas en silencio.
AMELIA: Guapa!
LUISITA: Amelia tienes que irte, te están esperando.
AMELIA: Lo se amor, pero no puedo. Necesitaba tanto oír tu voz.
LUISITA: Amelia escúchame! Grábate bien esto en la cabeza. Memoriza mi voz diciéndote lo mucho que te quiero una y mil veces. Acuérdate de todos los planes que tenemos juntas. Acuérdate de mis pequeños ronquiditos cuando me quedo dormida encima de ti viendo la televisión. (esto hizo que Amelia se riera). Recuerda todo esto igual que yo recuerdo el sonido de tu risa, tu voz mañanera tarareándome para despertarme, como arrugas la nariz cada vez que me llamas guapa.
AMELIA: Luisita te amo más que a nada en este mundo.
LUISITA: Y yo a ti mi amor. Ahora debes irte a dejar pasmados a todos esos parisinos. Recuerda la promesa que me hiciste!
AMELIA: SI amor. Actuaré penando en ti, como si estarías al fondo viéndome actuar como hacia en el Kings.
LUISITA: Eso es cariño. Piensa en mi para que yo pueda verte en mi mente. Nos vemos luego bailando bajo la luz de la luna?
AMELIA: Contigo siempre mi amor. Te quiero.
LUISITA: Je t’aime aussi [yo también te quiero]
Las chicas colgaron el teléfono. Luisita respiró profundamente con los ojos cerrado. Al abrirlos sonrió y fue a la cocina a terminar de preparar la cocina mientras tarareaba la música del espectáculo de Amelia.
Amelia se secó las lagrimas. Enderezó su postura y sonriente de dirigió a su puesto, el centro del escenario detrás de la cortina. La música empezó a sonar, el telón se abrió y Amelia empezó a bailar y a cantar.

Fin del Capítulo 58

Milagro Navideño de 1976Where stories live. Discover now