Milagro Navideño de 1976

Capitulo 24

Milagro Navideño de 1976
Capitulo 24

26 DE DICIEMBRE DE 1976-PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, HABITACION 069 DEL HOSPITAL

Manolin estaba sentado en la cama contandole a su abuelo lo de la visita de Valverde.
MANOLIN: Y ahora me dice que si no le digo donde le van a hacer las fotos a Amelia la va a denunciar y como tiene antecedentes de (bajando la voz) homosexualidad (volviendo a su tono de voz normal) será su fin.
PELAYO: Lo de este hombre no tiene nombre… Y qué se supone que va a usar en su contra si se puede saber?
Manuel agachó la cabeza sintiendose culpable.
MANOLIN:
Pelayo recordó el comentario que hizo Amelia sobre el peso de la maleta.
PELAYO: Malnacido! Amelia dijo que la maleta pesaba más pero no le dio importancia… Deja que llame a casa para que la adviertan.
MANOLIN: Abuelo no! Valverde es muy peligroso!
PELAYO: Manolin escúchame. No estas sólo. Tienes a una familia entera dispuesta a luchar contigo contra ese desgraciado.
Manolin miró con confianza a su abuelo y le dejó hacer la llamada.
PELAYO: Manolita hija necesito que me hagas un favor.
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CASA DE LA FAMILIA GOMEZ-SANABRIA

Marcelino, Manolita, Benigna, Amelia y Luisita estaban hablando tranquilamente sentados en la mesa mientras que los niños jugaban.
MARCELINO: Es una vergüenza Amelia de verdad te lo digo, desde que te fuiste el Atleti no ha ganado ni un solo partido.
AMELIA: Que te crees que no lo se. Y que me dices del partido contra el Burgos?
BENIGNA: Mira que sois más pesados que una vaca en brazos con el dichoso furbol!
Benigna miró a los pequeños y le dio un codazo a Manolita para que los mirara provocando que todos se giraran a verlos. Cada uno sentado en un extremo del sofá.
BENIGNA: Y estos dos en que andan ahora? (alzando la voz) Y vosotros que? Ya os habeis enfadado?
CATALINA: Nooooo…. Estamos jugando a que somos Amelia y Luisita.
Todos se quedaron sorprendidos y por eso Amelia tomó la mano de Luisita en la suya.
AMELIA: Pero cariño si nosotras no estamos enfadadas.
CIRIACO: Ni nosotros… Estamos jugando a ver si no nos pillamos mirandonos, como haceis vosotras. Mira! Catalina empiezo yo.
Los dos niños miraron primero al suelo. Ciriaco miró de reojo a su hermana y volvió a bajar la mirada rapidamente cuando ella la miró. Haciendo esta lo mismo cuando su hermano volvió a mirarla.
Los dos sonrieron y corrieron a sentarse cada uno en el regazo de una de las chicas que estaban rojas como tomates. Catalina, sentada sobre su hermana, miró sonriente a sus padres.
CATALINA: Lo hemos hecho bien mama?
Los tres más adultos no podian parar de reir mientras que las chicas no sabian como esconder su vergüenza cuando sonó el teléfono.
RING, RING, RING
Manuela se levantó hacia el teléfono riendo.
MANOLITA: Lo habeis hecho perfecto hija.
BENIGNA (hablando a las chicas): Como os han calau los jodios JAJAJAJAJ
MANOLITA (por teléfono): Diga? Si claro, espere un segundo suegro.
Ciriaco saltó del regazo de Amelia y la tomó de la mano.
CIRIACO: Vamos a jugar a la habitación. Siempre que alguien dice (en tono burlón) “espere un segundo” (vuelta al tono de voz normal) nos mandan a jugar a la habitación.
A Amelia no le quedó más remedio que seguirlo ya que los dos niños tiraban de sus brazos.
MANOLITA (por teléfono): Listo suegro, cuénteme, le ha pasado algo a Manolin?
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Pelayo contó toda la historia Manolita quien después de contar todo a Marcelino, Benigna y Luisita fue al hospital a relevar a su suegro.
BENIGNA: Bueno… creo que será mejor que me lleve a los chicos a casa para que hableis con Amelia. Pero contad conmigo para cualquier cosa. (alzando la voz) Catalina! Ciriaco! Vamos que la tita Beni os va a llevar al parque y a merendar un rico-rico chocolate con churros.
Catalina y Ciriaco vinieron corriendo seguidos de una sonriente Amelia, quien enseguida notó algo raro en el ambiente pero disimuló hasta que Benigna se llevó a los niños.
AMELIA: Que pasa? Y Manolita? Le ha pasado algo a Manolin?
Amelia se preocupó al no ver allí a Manolita.
LUISITA: No, no. MI hermano está bien pero ha pasado algo grave de lo que debemos hablar.
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HABITACION 069 DEL HOSPITAL

Manolita abrió la puerta y entró en la habitación de su hijo.
MANOLITA: Pues ya estoy aquí. Puede marcharse suegro.
Pelayo cogió el abrigo de la silla y se acercó a besar a su nieto en la frente.
PELAYO: Tu tranquilo que algo se nos ocurrirá.
Pelayo entonces se acercó a Manolita y poniendo una mano sobre el hombro de su nuera le susurró al oído.
PELAYO: Habla con él.
Pelayo salió por la puerta. Manolita se quitó el abrigo y se acercó a la cama de su hijo a quien vio llorando.
MANOLITA: Manolin tranquilo…
Manolita intentó tranquilizar a su hijo dándole palmaditas en la espalda cuando un afectadísimo Manolin la abrazó por la cintura.
MANOLIN: Perdóname! Perdóname mama por favor…

Fin del Capítulo 24