Capitulo 50

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Milagro Navideño de 1976
Capitulo 50

LA TARDE-NOCHE DEL 31 DE DICIEMBRE DE 1976, HABITACIÓN 206 DEL HOTEL GRAN VIA

Luisita estaba sentada en el bidé del baño de la habitación con las piernas abiertas dejando sitio a Amelia que la estaba maquillando, bueno más bien estaba utilizando el maquillaje para tapar las marcas del cuello que ella misma le había hecho. Las manos de Luisita no pudieron resistirse y se posaron el en trasero de su novia.
AMELIA: Luisita amor… Ya hemos hablado de esto…
LUISITA: Ya Amelia pero no estoy haciendo nada malo, mira solamente he puesto ahí mis manos… Están quietitas, lo ves?
Amelia la respondió con una sonrisa y un rápido beso en los labios.
AMELIA: Yo creo que así esta bien, creo que los he tapado todos.
LUISITA: Mucho llamarme a mi loba pero hay que ver como me has dejado el cuello tu también eh?
Luisita estrechó las nalgas de la morena mientras se levantaba para darle un besito en el cuello. Le quitó el maquillaje de las manos e invirtió sus posiciones sentándola en el bidé. Se hizo hueco abriéndole las piernas con sus rodillas a lo que Amelia reaccionó abrazándola por la cintura momentáneamente para después darle un besito a su cubierto ombligo apretándole las nalgas con las dos manos.
LUISITA: Va Amelia, que aún hay que taparte las marcas y ya vamos mal de tiempo.
AMELIA (con voz burlona): Ya Luisita pero no estoy haciendo nada malo, mira solamente he puesto ahí mis manos… Están quietitas, lo ves?
Amelia la miró a los ojos sonriente mientras que Luisita la miro con los ojos entreabiertos de forma amenazante.
LUISITA: Te salvas porque eres muy mona y te amo más que a mi vida (beso). Venga va! Empecemos!
Luisita empezó a tapar todas las marcas, chupetones, arañazos, marcas de dientes….
LUISITA: Madre santísima Amelia estamos hechas un cuadro….
AMELIA: Te lo he dicho antes amor. Esta vez pasa porque ambas estábamos deseosas después de tanto tiempo pero debemos controlar nuestros impulsos. Imagínate que no pudiésemos cubrirlos con maquillaje? Como explicaríamos a la gente que nos ha causado tanta marca? Te imaginas la vergüenza que nos causaría eso?
LUISITA: Tienes razón cariño pero es taaaannn difícil controlarse ante tal (señalándola de arriba abajo con las manos) monumento…
AMELIA: Acaso crees que para mi es fácil? Que no te asaltaría en mitad del gentío? Pero no podemos amor…
Amelia se sentó en los muslos de la rubia rodeando su cuello con los brazos, mirándola a los ojos. Mientras Luisita tomaba un mecho del pelo rizado de su novia jugando con el.
AMELIA: Amor mío una cosa es que el comisario accediera a darnos la inmunidad pero eso no quiere decir que seamos libres de actuar como el resto de parejas en la calle, este país debe cambiar mucho para que la gente deje de pensar que nuestro amor es antinatural e impuro.
LUISITA: Ya lo se cariño pero es injusto! No solo no puedo demostrarte mi amor en público sino que además debo controlar mis impulsos para que esa gente no vea las marcas de nuestro amor
AMELIA: No mi amor, lo que la gente ve no son las marcas de nuestro amor sino la marcas de tu desenfreno.
Amelia terminó la frase con la ceja levantada y un tímido beso en los besos de Luisita.
LUISITA (simulando enfado): Así que eso crees…. Pues si tanto te molesta tranquila que jamás volveré a hacerlo.
Era imposible que Luisita engañara a Amelia pero lejos de seguirle el juego Amelia decidió asegurarle a su amada sus gustos para terminar cuanto antes e ir a casa de sus suegros a cenar.
AMELIA: Cariño no engañamos a nadie, a ti te encanta tanto como a mi nuestro ímpetu y fogosidad, lo único que deberíamos intentar es tratar de dejar las marcas donde las ripas puedan taparlas.
LUISITA (susurrándole al oído): Como en tus turgentes pechos, en tu firme abdomen o tus labios del sur?
Amelia se quedó un poco estática con la boca reseca pero se compuso rápidamente.
AMELIA (susurrándole al oído): Dejémoslo en lo que la ropa interior tape (guiño).
Luisita dejó los ojos en blanco mordiéndose el labio y se levantó para seguir cubriendo las marcas del cuello de su amada.
LUISITA: C’est fini. Mientras seas capaz de dejar tu oreja tapada nadie podrá ver ninguna marca.
AMELIA: Me va a costar porque sabes que tiendo constantemente a meter el pelo detrás de la oreja pero bueno… Lo que si que tendremos que pensar es en una explicación creíble  para tu ceja.
LUISITA: Eso esta chupado, lo único bueno de ser una patosa es que nadie se extrañara de verme con un golpe.
Las chicas aprovecharon a darse unos cuantos besos antes de pintarse los labios y salir de la habitación.
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HORA DE LA CENAS DEL 31 DE DICIEMBRE DE 1976, CASA DE LA FAMILIA GÓMEZ-SANABRIA

TOK, TOK, TOK (Tocaron la puerta)
Marcelino apareció en el salón procedente de la cocina con un trapo en las manos.
MARCELINO: Abro yo que serán las chicas!
Marcelino, sonriente, abrió la puerta y su gesto cambió a preocupación.
MARCELINO: Luisita hija que te ha pasado?
Amelia no pudo contener la risa. Luisita miro para arriba poniendo los ojos en blanco, le dio un golpe a Amelia en la espalda al pasar por al lado para entrar en su casa y abrazar a su padre.
LUISITA: No es nada papa, tu hija que es un poco patosa.
MARCELINO: Ay hija… hay que andar con más cuidado… Ven a mis brazos
Marcelino dio un gran abrazo de oso a su hija y después a su yerna.
MARCELINO: Como está mi yerna favorita??? Que ganas tenia de verte!
LUISITA: Ejemmm
MARCELINO: Hija a ti también pero entiéndeme…
Marcelino tomó las manos de Amelia en las suyas, dejo salir  el aire de sus pulmones y soltó una de las manos de Amelia para tomar la de su hija juntando las manos de las dos mujeres entre las suyas.
MARCELINO: Me alegra inmensamente vuestra reconciliación. He intentado mantenerme al margen tanto en vuestra ruptura como en el reencuentro. He visto con mis propios ojos el sufrimiento que vuestra ruptura generó en mi hija y no necesito verlo para saber que tu (mirando a Amelia) has sufrido de igual manera. Sois la mejor y más bonita pareja que conozco, después de mi Manolita y yo por supuesto (sonrisa orgullosa).
MANOLITA: Que pasa conmigo Marce? Chicas!!!! Que alegría teneros aquí! Venid a darme un abrazo!
Las chicas se fundieron en un gran abrazo con Manolita. Durante el abrazo Amelia susurró un “gracias suegra” en su oreja a lo que Manolita respondió con una mirada al terminar el abrazo.
PUM!!!! Se oyó el ruido de un portazo seguido de un ruido semejante al de una carrera de caballos que se acercaba por el pasillo. Catalina y Ciriaco aparecieron corriendo para saltar encima de las chicas quienes los cogieron en brazos.
CATALINA y CIRIACO: Luisita! Amelia! Cuanto habéis tardado, donde estabais?
LUISITA: Bueno, bueno, bueno no me lo puedo creer, siempre me llamáis pesada y ahora me habéis echado de menos? O simplemente queríais a alguien de quien burlarse?
Jacques entró al salón viendo como los pequeños con los que había estado jugando las últimas horas abrazaban a sus queridas hermana y cuñada, aunque en sus palabras Amelia era como una hermana más.
CATALINA: Noooo!!!!  Vosotras sois las únicas que queréis jugar con mis muñecas.
CIRIACO: Catalina tu siempre quieres jugar con muñecas! Déjame a Amelia! Ella es la única que sabe de futbol!
JACQUES: Oye! Y yo que? Que soy un mísero suplente?
AMELIA: No hombre no! A que no niños? (Susurrando al oído de Ciriaco que estaba en sus brazos) Jacques no sabe mucho de futbol pero lo intenta.
CIRIACO: Jajajajaj
JACQUES: Con que con esas tenemos eh! (Jacques levantó sus manos moviendo los dedos) Por lo que veo je vais devoir prendre mes doigts pour une promenade [tendré que sacar mis dedos a pasear]!!!
CATALINA: AAAAHHHHH!!!! Corre Luisi corre!!!! Que Jacques hace muchas cosquillas!!!!
LUISITA: (con cara de susto y fastidio mezclado) Correr!!! Pero Cata estoy muy cansada.
CIRIACO: Corre Amelia que nos alcanza!
Luisita y Amelia se miraron cómplicemente culpándose de su cansancio)
CATALINA y CIRIACO: Correeee!!!
JACQUES: Le monstre chatouillant est ici!!! [El monstruo de las cosquillas está aquí!!!]
MANOLITA: Míralos que felices están!  Vamos a terminar con la cena Marce.
Marcelino no pudo evitar caer una lágrima de alegría al ver a sus hijos tan contentos
MANOLITA: Ay Marce…. Ven aquí cariño! No llores hombre.
MARCELINO: Es que míralos que felices están! Pensé que estas fechas serían más tristes por la marcha de María, Ignacio y Alicia pero la llegada de Amelia y de Jacques después han equilibrado un poco la balanza. Mira que feliz esta tu hija, y los niños míralos que contentos están.
MANOLITA: Tienes razón Marce. Anda vamos a la cocina.
El matrimonio abandonó el salón. Amelia y Luisita dejaron a los niños en el suelo para que corrieran escapándose de su amigo mientras ellas se reían y abrazaban. La puerta de la calle se abrió para dejar entrar a Pelayo y a Manolin.
CATALINA y CIRIACO (gritando): MANOLIN!!!!
Los pequeños corrieron a esconderse tras su hermano mayor.
MANOLIN: Que pasa?
CIRIACO: Jacques nos quiere hacer cosquillas!!
CATALINA: Es el montre chatollan!!!
Manolin no entendió bien a su hermana pero con lo que dijo su hermano y al ver a Jacques con las manor arriba moviendo los dedos se hizo un idea.
MANOLIN: Pero si el solo es uno, porque no le hacéis cosquillas vosotros?
CATALINA: Porque somos pequeños.
CIRIACO: El nos gana!
MANOLIN: Pero ahora somos 3, uno para todos!
CIRIACO y CATALINA: Y uno para todos!!!
MANOLIN: A por el!!
JACQUES: O o….
Jacques salió corriendo del salón perseguido por los 3 hermanos dejando a Pelayo, Amelia y Luisita en el salón. Las chicas reían a carcajada limpia mientras Pelayo se quitaba el abrigo riéndose también.
AMELIA: Buenas noches Pelayo.
LUISITA: Buenas noches abuelo, que tal esta usted?
Pelayo abrazó y besó a las dos.
PELAYO: Buenas noches charritas. A estos niños no hay quien les gaste la pila.
Los tres reían cuando Manolita y Marcelino entraron con platos repletos de comida dejándolos en la mesa.
MANOLITA (alzando la voz): A cenar!!!! Todo el mundo a limpiarse las manos y a la mesa!
Toda la familia se cruzó en el pasillo, Los tres más jóvenes iban hacia el comedor con as manos limpias mientras los adultos se repartían entre el baño y la cocina para limpiarse las manos antes de volver al salón y sentarse en la mesa. Marcelino alzó la copa.
MARCELINO: Bueno, como todos sabéis  hoy despedimos al año 1976. No quiero enrollarme a hablar porque todos tenemos hambre y porque la comida se enfría. Solamente quería agradecer a todos los que aquí estamos por compartir esta cena con nosotros. Dicho esto, podéis empezar a cenar
La familia empezó a cenar entre una agradable y familiar charla y entre alguna que otra pequeña bronca, nada que ninguna otra familia haga. Amelia los miraba a todos con admiración y amor puesto que hacia años que no compartía una cena de navidad o de fin de año con su familia y cuando lo hacia no se parecía en nada a lo que tenia delante.
LUISITA: Estas bien cariño?
AMELIA: Si, si amor. Es solo que estoy muy feliz de compartir este día con tu familia.
LUISITA: Nuestra familia amor mío. Nuestra familia.

Fin del Capítulo 50

Milagro Navideño de 1976Where stories live. Discover now