Capitulo 69

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Milagro Navideño de 1976
Capitulo 69

NOCHE DEL 25 DE ENERO DE 1977, DESPACHO DE CREDITOS DEL BANCO

La mujer se sentó en el escritorio delante del trío y unió sus manos antes de hablar.
BANQUERA: Permítanme pedirles disculpas en nombre de la sucursal por la nefasta acogida que les ha dado mi compañero. Las cosas están por fin cambiando en este país y algunos de nuestros trabajadores se resisten a entenderlo. De ahora en adelante me ocuparé personalmente de su consulta, dígame.
LUISITA: Parece mentira que tengan a personas así trabajando aquí.
BANQUERA: Le pido disculpas de nuevo señorita. Créame que le he echado una buena bronca a Martínez.
LUISITA: Si pero no sirve con su bronca, exijo que el jefe en persona se la eche  y tome las medidas oportunas.
AMELIA: Luisita tranquila, no quiero hacer una montaña de un grano de arena.
BANQUERA: Créame señorita que la jefa aquí presente le ha dado una buena regañina, pero al contrario que mi predecesor yo creo en que las personas pueden aprender y cambiar su forma de actuar, pero tienen todo el derecho de presentar una queja si lo creen conveniente.
Amelia sonrió orgullosa de tener a una mujer fuerte delante mientras Luisita bajaba la mirada avergonzada y Mateo miraba a la banquera con ojos de no terminar de entender algo.
LUISITA: Perdóneme de verdad, es solo que estoy harta de encontrarme a gente así, a veces parece que seguimos igual que con Franco.
AMELIA: Luisita!
BANQUERA: No se preocupe. La señorita tiene toda la razón y es precisamente por eso por lo que lucho a diario contra las mirada de la gente que se cree superior a mi. Pero en estos instantes mi prioridad es saber que es lo que les ha traído a nuestra sucursal.
AMELIA: Perfecto. Veníamos para preguntar sobre las diferentes opciones de ayuda monetaria para comprar un piso. Hemos llegado a un acuerdo con los actuales dueños para pagar la mitad del dinero ahora pero necesitaría una especie de préstamo para poder pagar el resto.
BANQUERA: Le comprendo perfectamente y le pediría que me acompañara a mi despacho si es tan amable, porque el préstamo estaría a su nombre verdad?
AMELIA: Si, bueno no pero…
Amelia miró hacia Luisita pero Luisita le estrechó la mano por debajo de la mesa a la vez que hablaba.
LUISITA: Estaría a su nombre pero posiblemente yo la ayudaría a terminar de pagarlo.
La mujer intuía lo que pasaba y se levantó sonriendo.
BANQUERA: Entonces me acompañaría a mi despacho señorita….
AMELIA: Ledesma, Amelia Ledesma un placer (alargando la mano para estrechársela).
La mujer empezó a caminar en dirección a su despacho arrastrando a Amelia sin soltar su mano. Amelia miró hacia atrás sonriente para lanzarle un besito a Luisita disimuladamente.
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UNA HORA MÁS TARDE, DESPACHO DE MARTINEZ DEL BANCO
Luisita se paseaba por la oficina mirándose el reloj por enésima vez. Mientras Mateo permanecía sentado mirando al techo con la cabeza perdida en sus pensamientos.
LUISITA: Que estarán haciendo, o sea quiero decir llevan allí una hora, una hora Mateo….. Y esa mujer…. Esa mujer tiene un no se qué que no me termina de gustar, no me preguntes el que pero (tocándose la nariz con el dedo índice) esta no miente Mateo, me huelo algo raro.
MATEO (un poco asqueado): Lo que hueles es el sudor de ese tal Martínez y para ya de dar vueltas por favor!
LUISITA: No es eso Mateo, no me entiendes….
MATEO (alzando la voz): Lo entiendo Luisita!
Luisita la miró preocupada y se sentó en la silla contigua a su amigo.
LUISITA: Eiii Mateo…. Tranquilízate. Perdóname. Se que puedo llegar a ser algo cargante a veces y que estas pasando por un mal momento, perdóname. Puedo hacer algo por ti?
MATEO: Gracias Luisita pero no puedes hacer nada, lo único que necesito es que mi madre aparezca y… y…
Mateo empezó a llorar levemente pero se limpió las lágrimas rápidamente. Luisita puso sus manos en los brazos de Mateo moviéndolas de arriba abajo para tranquilizarlo.
LUISITA: Eiiiii Mateo tranquilo, no te pongas en lo peor, aparecerá estoy segura, tu madre es demasiado buena para que le pase nada malo y ella te quiere muchísimo.
MATEO: Por que dices que me quiere muchísimo? Quiero decir yo lo se pero tu?
LUISITA: Mateo tengo que admitirte que hemos hablado con tu madre.
MATEO (nervioso): Hablado? De que? Luisita no me digas que le has dicho lo mío con Jacques!
LUISITA: No hizo falta Mateo. Tu madre te conoce mejor que nadie y se ha dado cuenta de lo feliz que estas desde que conociste a Jacques. Tu madre habló con mi madre para saber de mi “proceso” en casa y anoche, anoche nos cruzamos con tu madre y aprovechó para preguntarnos a Amelia y a mi. Nos hizo prometer que no te diríamos nada porque quería que tu fuese el que se lo contara, no quería apresurar tú proceso.
MATEO: Lo sabe? Y no me odia?
LUISITA: Nada más lejano a la realidad Mateo. Tu madre os quiere muchísimo y lo único que quiere es verte feliz.
A Mateo se le escaparon a la vez un suspiro de alivio y un par de lágrimas por haber dudado del amor de su madre, ahora más que nunca necesitaba tenerla delante para darle un abrazo.
MATEO: Luisita? Podrías darme un abrazo?
Luisita lo miró y le ofreció una sonría cómplice y su abrazo. Mateo la abrazó fuertemente y le susurró un “gracias” al oído.
Estuvieron así un rato hasta que Luisita sintió que Mateo se había tranquilizado un poco por lo que rompió su abrazo y le limpió las lágrimas de los ojos mientras le daba ánimos con su sonrisa y le acarició su mejilla con su mano derecha.
Justo entonces Amelia y la banquera abrieron la puerta del despacho. Amelia los miro medio preocupada por Mateo y por lo que pudiera haber pasado en aquel despacho. A la banquera también le extraño aquella escena pero carraspeó su garganta para que los ocupantes de aquel despacho supieran que tenían compañía. Luisita apartó la mano rápidamente y dio un paso hacia las mujeres.
LUISITA: Por fin! Amelia habéis tardado un montón!
BAQUERA: Perdónenme, tuve el placer de ver actuar a Amelia en La Faraona y se me ha hecho imposible no preguntarle sobre su carrera.
LUISITA [Pensamiento interno]: Le ha llamado Amelia????
AMELIA: Si, resulta que Ángela es una fan y una gran profesional, ya hemos dejado todo arreglado. Muchísimas gracias Ángela, ha sido un placer.
ÁNGELA: El placer a sido mío Amelia. Para cualquier cosa sabes donde encontrarme.
Ángela y Amelia se dieron dos besos ante una notable celosa Luisita y un ausente Mateo. Después de Amelia, Ángela le dio dos besos a Luisita y le estrechó la mano a Mateo. Amelia se acercó a Luisita al ver que esta no se movia.
AMELIA: Luisita???? Nos vamos?
La voz de Amelia sacó a Luisita de su pensamiento que cogió su abrigo con una mano mientras rodeaba la cintura de Amelia con el otro brazo.
LUISITA: Si cariño mío, vámonos.
Luisita besó la frente de Amelia, Amelia se sonrió ligeramente sabedora del porque de aquella acción. Mateo fue el primero en salir del despacho seguido de la pareja pero cuando llegaron a la puerta…
ÁNGELA: Señorita Gómez! (Luisita y Amelia se giraron) Es usted muy afortunada, enhorabuena.
Luisita la miró confusa pero Amelia sonrió, le dio un beso en la mejilla, la agarró de la mano y tiró de ella para seguir a Mateo.
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MEDIODIA, CASA LEDESMA-ǴÓMEZ
Luisita, Amelia y Mateo volvían al salón.
LUISITA: Y eso es todo, que te parece?
MATEO: La casa es estupenda Luisita, estoy seguro de que vais a ser muy felices aquí.
Amelia miró sonriente a Luisita y la besó en la mejilla mientras rodeaba la cintura de la rubia con su brazo derecho y apoyaba la cabeza en su hombro.
AMELIA: Mateo te invitamos a comer, lo haríamos aquí pero no tenemos nada en la nevera por lo que te damos la oportunidad de elegir, donde te apetece comer?
MATEO: Muchas gracias chicas pero la verdad es que no tengo apetito.
LUISITA: Vaaaa Mateoooo
MATEO: Gracias de verdad pero tengo que ir a casa para ver si hay alguna novedad de mi madre.
Luisita y Amelia se miraron.
LUISITA: Perdona Mateo, tienes toda la razón.
AMELIA: Pero promete llamarnos si necesitas cualquier cosa.
MATEO: Por supuesto. 
Amelia abrió la puerta de casa dejando pasar a Mateo primero y a Luisita después no sin responder al beso que la rubia le había dado al pasar, Amelia se giró para mirar su nueva casa familiar sonriente.
LUISITA (desde la escalera): Ameliaaaa!!!!
AMELIA: Voyyyyy. Hogar dulce hogar.
Amelia cerró la puerta y bajó corriendo las escaleras para ir a casa de sus suegros a contarles las buenas nuevas.

Fin del capitulo 69

Milagro Navideño de 1976Where stories live. Discover now