Capitulo 55

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Milagro Navideño de 1976
Capitulo 55

LA MAÑANA DEL 1 DE ENERO DE 1977, HABITACIÓN 206 DEL HOTEL GRAN VIA

Las chicas estaban dormidas en la cama haciendo la cucharita, Luisita se dejaba abrazar por su novia pero le abrazaba los brazos sobre su pecho. Amelia abrió ligeramente los ojos y le dio un beso en el hombro a Luisita. Hizo un ruidito de gusto y la estrecho en sus brazo apoyando la barbilla en su hombro inhalando su esencia con los ojos cerrados. Pasados unos minutos Luisita se movió un poquito, llevó una de las manos de su novia a su boca y la besó sin abrir los ojos. Amelia levantó la cabeza al notar movimiento y con cierta dificultad se acercó para darle un beso en la mejilla. Luisita sonrió con el beso y echó un brazo para atrás poniendo su mano sobre la melena rizada de su novia. Las dos se mantuvieron con los ojos cerrados disfrutando el momento.
LUISITA: Uhmmmm
AMELIA: Buenos días mi amor
LUISITA: Buenos días…
Sin prácticamente moverse Amelia acariciaba con su mejilla la mejilla, el hombro y todas las partes de Luisita que tenía accesibles dejando delicados besos aquí y allá. Luisita entrelazó su mano izquierda con la mano izquierda de Amelia poniendo la suya sobre la cara exterior de la de la morena y se la llevó a su boca dándole besitos. Estando así, Luisita abrió los ojos, fijando su mirada en la lejanía, pensativa. Adoraba estos momentos con su novia pero hoy se marchaba y sólo dios sabia cuando volverían a estar juntas físicamente. Amelia se dio cuenta de que algo preocupaba a su novia e intuía el porqué por eso, dándole un beso en la unión de su cuello y su hombro, soltó su mano de la de Luisita y la estrechó fuertemente entre sus brazos. Luisita cerró los ojos sonriente.
AMELIA: Uhmmmm….. Sabes que es lo que más voy a echar de menos cuando me vaya?
LUISITA: (tonteando y bromista) Uhmm… no se…. Mi pecho derecho!
Amelia se quedó un poco extrañada con la respuesta y levantó su cabeza para mirar a Luisita a los ojos, esta los abrió y sonriente le hizo un gesto para que mirara hacia su pecho.
LUISITA: No se… Viendo como me has agarrado y estrujado ese pecho precisamente, cualquiera pensaría que es lo que más echaras de menos… No se... si quieres me los corto y te lo llev
Amelia no pudo aguantar la risa con las ocurrencias de la rubia y frenó su verborrea con un beso en el que ambas sonreían, pero pronto tomo un matiz más de necesidad o de añoranza por la pronta separación, las dos e besaron un poco más profundamente haciendo partícipes a sus lenguas, pero al igual que el beso se acaloró un poquito, volvió a suavizarse. Ellas sabían las palabras que escondía aquel beso y que ninguna quería decir porque no querían pasar llorando el tiempo que les quedaba juntas aquel día.
Luisita se había ido girando lentamente durante el beso para ponerse cara a cara con su novia, estrechándole la cintura en sus brazos para estar completamente en contacto con su cuerpo mientras Amelia la abrazaba por los hombros. Al terminar aquel beso Luisita colocó su cabeza en el pecho de la morena, Amelia la besó en la frente y dejo reposar su barbilla sobre la cabeza de la rubia inhalando de nuevo.
AMELIA: Te amo.
LUISITA: Yo también te amo mi amor. (la abrazó más fuerte) No quiero que te vayas!
AMELIA: (dejando caer una lágrima) Yo tampoco quiero dejarte mi amor!
Amelia empezó a llorar por lo que Luisita alzó la cabeza poniéndose a su altura para mirarla a los ojos. Amelia bajó la mirada avergonzada pero Luisita la cogió por la barbilla levantándole la cabeza para que la mirara a los ojos y con una cara y mirada llena de esperanza le dijo:
LUISITA: Amor… No llores, que sino yo voy detrás… (esa frase las hizo reír a las dos) (Acariciándole la cara) Mi amor las dos nos queremos con locura y ninguna de las dos queremos separarnos pero debemos hacerlo. Tu estas triunfando en Paris y es lo que quiero que sigas haciendo, me oyes? (Amelia asintió) Tu vas a convertirte el la vedette más afamada de todo Paris y yo seré la novia más orgullosa del mundo.
AMELIA: Pero te echaré muchísimo de menos….
LUISITA: Toma…  y yo… Pero estoy feliz. Sabes porque? (Amelia negó con la cabeza) Porque TU eres MI novia! Porque nos amamos! Y porque nadie podrá entrometerse entre nosotras (beso. La vez pasada, cuando te fuiste, fui incapaz de seguir adelante con mi vida, era como si estuviera viendo una película de mi vida en la que to no tenia ni voz ni voto con lo que pasaba, deje que las circunstancias me llevaran hacia delante. Pero esta vez es distinto. Esta vez estoy decidida a llevar las riendas de mi vida porque quiero que te sientas orgullosa de mi!
AMELIA: Yo ya estoy orgullosa de ti cariño! (beso)
LUISITA: Tonta… pero eso es porque me quieres… Yo quiero hacer algo con mi vida, quiero estudiar francés para cuando vaya a Paris a verte (las dos rieron), quiero hacer una carrera de mi amor por la radio, quiero trabajar y ganar mucho dinero para poder tener un piso en el que te quedes cuando vengas a verme sin mis hermanos entrometiéndose entre nosotras (más risas). En definitiva quiero levantar los cimientos de nuestra familia para cuando vuelvas y hagamos realidad nuestros sueños de formar una familia.
Luisita terminó de hablar con los ojos vidriosos y Amelia la abrazó por el cuello dándole un besito al lado de su oreja.
AMELIA: Después de todo lo que has dicho te quiero aún más, si es que eso es posible.
Luisita empezó a reír con esa frase y contagió a Amelia que soltó su cuello para mirarse a los ojos.
AMELIA: Escúchame. Nada ni nadie podrá arruinar nuestro amor!
LUISITA: Más les vale (risa). Como a alguien se le ocurra meterse se va a topar de frente no solo con nosotras sino con toda la familia!
AMELIA: La familia?
LUISITA: Si… eso he dicho.
AMELIA: No cariño… Quedamos en ir con la familia y todavía estamos en la cama…. Tengo que hacer la maleta y tenemos que pensar en que diantres hacemos con tanta maleta…
Las dos giraron sus cabezas viendo el montón de maletas rojas apiladas en una esquina de la habitación.
LUISITA: Ups….
AMELIA: Venga! Vamos a la ducha a despedir esta habitación como sólo nosotras podemos hacer.
Luisita sonrió con aquella proposición y se levanto rápidamente por su lado de la cama. Ofreció su mano a Amelia para que esta saliera de la cama por allí, mano que Amelia acepto con una sonrisa de oreja a oreja. Una vez de pie Luisita estrechó la cintura de Amelia y la beso echándose para delante haciendo que Amelia arqueara su espalda al inclinarse para atrás. Amelia recupero su posición vertical sin romper el beso y las chicas emprendieron el camino hacia la ducha sin dejar de besarse.
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LA 10 DE LA MAÑANA DEL 1 DE ENERO DE 1977, PLAZA DE LOS FRUTOS

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