Capitulo 17-Parte 2

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Milagro Navideño de 1976
Capitulo 17-Parte 2

MISMO DÍA A LA MISMA HORA, HABITACIÓN 206- HOTEL GRAN VÍA

Amelia no paraba de dar vueltas en la cama, estaba reventada pero los acontecimientos de los últimos días no la dejaban dormir.
AMELIA [Pensamiento Interno]: Las 14:30 y no he pegado ojo... Manolin estará mejor? Pelayo dijo que me avisaría, bueno en realidad se lo dije yo. El pobre hombre ni siquiera abrió la boca y mira que le gusta hablar... al menos en el bar... Puede que sea porque como Luisita habla tanto no le dejen hablar en casa?
Luisita... se lo habrán contado ya? Cómo estará? Debe de estar preocupadísima por Manolin... (Amelia echó una sonrisita) Qué resaca tenía la pobre... y que guapa estaba... (suspiró llena de amor) Dicen que las batas no sientan bien a nadie pero Luisita debe ser la excepción que confirma la regla... aunque mis mejores recuerdos de esa bata son tirándola al suelo o desabrochándola... como aquella vez en casa de María cuando Ignacio casi me la mata de un susto con aquella escopeta... Que susto se llevó la pobre... no había forma de que se durmiera después de aquello (el recuerdo creó otra sonrisita de Amelia) No dormimos mucho esa noche pero ya me encargué yo de tranquilizar a mi torbellino rubio... (los ojos enamorados de Amelia mostraban una excitación visible causada por el recuerdo). Ahora que lo pienso...si funcionó con ella puede que a mi me funcione...
Amelia cerró los ojos y pensó en todas las veces que Luisita recorrió su cuerpo con sus manos, su boca, su lengua... Dormir sin pijama tenía sus ventajas después de todo...
Amelia comenzó a recorrer su cuerpo con sus propias manos pero en su mente eran las manos de Luisita. Empezó por hundir sus dedos entre sus rizos... yendo lentamente por su cuerpo en dirección a sus pechos, bajando por la cintura hasta alcanzar esos muslos que tanto adora Luisita, recorrió sus muslos hacia abajo por el exterior para que subieran lenta y dolorosamente por su parte interior separándolos un poco dejando camino libre a su palpitante vulva.
Amelia se excitaba más cuanta menor era la distancia entre los dedos de su mano derecha y su clítoris. 5 centímetros. 2 centímetros. 1 centímetro... podía sentir el calor y la humedad que desprendía... Medio centímetro...
RING, RING, RING (sonó el teléfono)
Amelia se sobresaltó por el estrepitoso sonido pegando un bote que casi la hace alcanzar el techo de la habitación. Intentó recuperar el aliento antes de contestar el teléfono.
AMELIA: ejem, ejem... (intentó aclarar su voz mientras jadeaba) Diga?
Amelia no esperaba oír ESA voz y menos después de lo que había estado a punto de pasar.
AMELIA: Luisita? No, no, tranquila. No es que, es que estaba dormida y me he sobresaltado al sonar el teléfono. Novedades? Si, si por supuesto. Ahora mismo me visto y voy a tu casa. Ah! Que no? Que prefieres venir tu?
Amelia miró a un lado y al otro repasando su habitación con la mirada.
AMELIA: Si claro, sin problema. Te espero aquí en media hora. Luisita espera! Tu hermano está mejor o peor? (Amelia sonrió con la respuesta que obtuvo) Que bien... cuanto me alegro. Si claro. Hasta lueguito...
Amelia colgó el teléfono y se quedó mirándolo.
AMELIA: Hasta lueguito? Amelia eres tonta o que! No podías decir un "ahora nos vemos" o un "adios" sin más?
Amelia se recostó mirando al techo y suspiró. Levantó su brazo para poner su mano derecha a la altura de sus ojos y se quedó mirándola pensativa...
AMELIA: Tu... Y yo... Esta noche... Jajajajaja
Amelia se levantó de un salto y empezó felizmente a cantar y bailar de camino a la ducha.
AMELIA: Son muchos días sin verte
Son muchas noches sin poderte oleer
Son tantas horas sin sentir tus besos
Que ya el amanecer no sabe como hacer
Para apareceeeereeeerer

Fin del Capítulo 17-Parte 2

Milagro Navideño de 1976Where stories live. Discover now