Frases de libros

Silence - Becca Fitzpatrick

◆ —Esto no ha terminado —dije—. Después de todo por lo que hemos pasado, no tienes derecho a dejarme tirada. No te voy a dejar irte tan fácilmente.

◆ —Quiero protegerte —dijo Patch calmadamente.

Si te pierdo, lo pierdo todo —murmuró.

◆ —Eres mía, Ángel. Y no voy a dejar que nada cambie eso. Tienes razón, esto no ha terminado. Es sólo el principio, y nada de lo que se avecina será fácil.

◆ —Ángel —dijo de una manera que parecía que sinceramente esperaba que yo estuviese bromeando.

—Ve a casa y sigue con tu vida —dijo él—. Haz eso, y estarás a salvo.

◆ —Traté de matarte.

—Querías la verdad —dijo él—. Lidia con eso, Ángel.

◆ —¿Soborno? Has cambiado, Ángel.

◆ —Te amo. Soy más feliz ahora de lo que recuerdo haber sido alguna vez.

◆ Su boca se abrió bajo la mía, las rigurosas riendas de su control estremeciéndose a través de su cuerpo. Sus brazos se envolvieron a mi alrededor, asegurándome contra él. Me besó aún más fuerte, y la profundidad de mi respuesta me desconcertaba.

◆ —No ha estado mal, ¿no?

—La práctica hace la perfección.

◆ —Estabas exhausta. Y parecías dormir tan tranquila en mi cama.

—Eso es porque tu cama tiene algún tipo de hechizo encima

◆ —. Después de todo este tiempo y todavía no tienes fe en mí.

—¿Puedes ser serio durante dos segundos?

◆ Pensar en desnudos no eran los mejores pensamientos para tener mientras estaba encerrada con el ultra-secreto Patch, en un dormitorio ultra-chic.

◆ —Me gustas en mi cama —dijo Patch—. Raramente me meto bajo las mantas. Raramente duermo. Podría acostumbrarme a esta imagen.

◆ —¿Estás ofreciéndome una residencia permanente?

—Ya puse una llave de repuesto en tu bolsillo.

◆ Te extrañé, Ángel. No pasó un día sin que no sintiera que te extrañaba en mi vida.

◆ —Podría hacerte sonreír así, y son los impuestos a las ventas.

—Podría hacer todo tipo de bromas pervertidas en este momento

—Yo podría decirte cuánto me gustas en ese vestido.

◆ —Retiro lo dicho. Si Hank quiere disparar a Scott, tiene mi bendición.

◆ —Me va a costar mucho enviarte con Scott usando ese vestido. Sólo como adelanto: si vuelves con ese vestido pareciendo incluso ligeramente arrugado, rastrearé a Scott, y cuando lo encuentre, no será nada bonito.

◆ —Esto termina aquí. Te quiero fuera de esto. Sé que debes ser quien derribe a Hank, pero no puedo arriesgarme a perderte.

◆ —Eres mía, Ángel y no lo olvides. Tus peleas son mis peleas. ¿Qué si hubiera sucedido algo hoy? Fue lo suficientemente malo cuando pensé que tu fantasma me estaba buscando; no creo que pudiera manejar la realidad.

◆ —Sólo hay una cosa que ya sé con certeza. Que haría cualquier cosa por ti, incluso si eso significa ir en contra de mis instintos o de mi propia naturaleza. Dejaría todas las cosas que poseo, hasta mi alma, por ti. Si eso no es amor, es lo mejor que tengo.

◆ Lo que quería hace cinco meses es diferente a lo que quiero hoy. ¿Quiero un cuerpo humano? Sí, muchísimo. ¿Es mi mayor prioridad ahora? No.

◆ Abandoné algo que quería por algo que necesitaba. Y te necesito, Ángel. Más de lo que creo que nunca sabrás. Ahora eres inmortal. Y yo también. Eso es algo

◆ —Te amo desde mucho antes de que me amaras. Es la única cosa en la que te he vencido, y la sacaré a colación cada vez que pueda.

◆ —Bueno, eso y tus besos. ¿Alguien te había dicho alguna vez que eres un increíble besador?

—La única persona cuya opinión me importa está aquí mismo.

◆ No tenemos que volver a mi casa, Ángel. Puedo llevarte a tu casa, si eso es lo que quieres. O, si decides que quieres dormir en mi casa, en lados opuestos de mi cama con una línea de No Cruzar en el medio, lo haré. No me gusta, pero lo haré.

◆ Quédate conmigo esta noche. Déjame sostenerte, incluso si eso es todo. Déjame mantenerte a salvo.

◆ —Me divertí anoche. Estoy oficialmente enamorada de tus sábanas.

—¿Eso es lo único de lo que estás enamorada?

—Nop. También de tu colchón.

—Mi cama tiene una invitación abierta.