El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación - Kirsty Moseley

4.7K 101 1
                                    

◆ -Me atrapaste cuando tenías cuatro años de edad. Estabas usando un vestido azul oscuro con un lazo en la espalda, y pequeñas medias blancas. La primera vez que te ví estuve atrapado.

◆ Te amo Ángel, porque, honestamente creo que Dios puso un ángel en la tierra solo para mi.

◆ No la dejare vivir su vida asustada por un hombre. No me importaba si terminaba gastando todo mí tiempo en ello, mientras ella estuviera segura, eso era todo lo que necesitaba.

◆ En un bola en mi cama solloce mientras pensaba al respecto. Mi padre estaba en el pueblo y quería tener contacto con nosotros otra vez. Tenía nueva familia. No podía evitar preguntarme si los trataba bien o si los amaba, y si los trataba bien y los amaba ¿Por qué demonios no pudo haber sido así con nosotros? ¿Por qué no nos amó?

◆ -Cuanto más grande te pongas, eso sólo significa que tengo más de ti para amar.

◆ Te llamo Ángel porque la primera vez que te vi pensé que eras un ángel directamente del cielo. Eres tan hermosa que me dejaste sin aliento. Todavía lo haces, todos los días.

◆ -Er.... gracias por esto, Ángel, pero no me gusta el Coco Pops -dijo, moviendo su nariz hacia el recipiente. Le fruncí el ceño, confundida. Siempre estaba comiendo mi cereal. Cada día tenía un plato de Coco Pops.

-Claro que sí, te lo comes todos los días -me miró como si hubiera perdido la cabeza; ¿pensaba que era estúpida o algo así? Se echó a reír y sacudió la cabeza.

-No, no lo hago. Hago un plato cada día y pretendo comerlo, antes de que vengas y me lo arrebates -dijo con una sonrisa sexy y ojos divertidos.

-¿Por qué diablos harías un plato y pretender comerlo? ¿Te gusta hacerme enojar? -le pregunté, molesta.

-No, Ángel. Me gusta hacerte el desayuno -dijo simplemente.

◆ La razón por la que estuve con todas aquellas chicas era para intentar superarte. Despierto a tu lado cada día. Tú envías mi mente y cuerpo dentro de un frenesí. Puedo oler tu cabello cuando cierro mis ojos, o puedo imaginar cómo se siente tu mano cuando la pones sobre mi pecho. Me mata cada día estando así, tan cerca de ti, pero a la vez tan lejos...

◆ Lo vi dormido, con su pecho al descubierto. No podía creer cuán tonificado estaba. De repente, me sorprendí haciendo círculos con el dedo en su piel.

-Me siento violado.-Dijo Liam.

Aparté mi dedo rápidamente, ruborizada.

Frases de librosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora