CAPITULO XXV - Fecha de Expiración.

11.3K 1.3K 140
                                    

Giré sobre mis pies y vi la casa de Ámirov a unos pocos metros. Liberé un gran suspiro antes de emprender mi camino hacia la puerta; dispuesta a esperar a que Leonard atendiera una vez tocara el timbre; le había confiado mi juego de llaves en caso de que una emergencia surgiera.

Cuando el simple sonido del timbre se reprodujo, miré mis asfixiantes zapatos con cierto recelo, ansiando poder deshacerme de ellos así como del incómodo vestido, y terminar el día acurrucada en el sofá, cerca de LIbra.

Oí que la llave se introdujo en la cerradura y levanté la vista. La puerta se abrió y...

- ¿Qué rayos...? -balbuceé con mi ceño fruncido.

Ámirov me contemplaba con el mismo grado de confusión. No supe por qué lo hacía, es decir, se suponía que yo pasaba todo el día en su casa, pero, de inmediato deduje que se debía a mi peculiar atuendo. No obstante, yo sí que tenía motivos para estar confundida; se suponía que Ámirov no regresaría hasta la noche, ¿por qué estaba en la casa? Era la primera vez que le veía llegar más temprano. ¿Qué había sucedido como para que regresase antes de tiempo?

- Um... -titubeé un poco, tratando de salir de mi asombro-. ¿Qué... Ha ocurrido algo?

Era la única manera de explicar por qué estaba allí. Él era demasiado obsesivo con su trabajo como para ahorrarse algunas horas, debía de tratarse de algún improvisto, pero...

De pronto mis ojos de abrieron lo máximo posible, cuando la peor de las posibilidades se apareció como explicación a su llegada anticipada: si algo malo le había ocurrido a Libra, la clínica se habría puesto en contacto con Ámirov para notificarlo; su número figuraba entre los papeles, no el de la casa. De solo pensarlo, se me pusieron los pelos de punta.

- No puede ser -mascullé, e hice a Ámirov a un lado bruscamente para poder entrar a la casa.

- ¡¿Qué sucede contigo?! -gruñó.

Me frené de golpe y volteé.

- ¿Es Libra? ¿Le ocurrió algo malo, por eso estás aquí?

Él enarcó sus cejas y comenzó a caminar en mi dirección. - Paix...

- ¡Dime! -insistí. Hice la mirada a un lado, empezando a dar pasos vacilantes-. Sabía que no tenía que haber ido, le dije a Sylvia que no era buena idea y ella...

- Hey -Ámirov llamó mi atención cuando atrapó mi muñeca para que cesara el habla. Mantuvimos la mirada por un momento, en completo silencio, hasta que comprobó que le escuchaba-. Tranquila -murmuró en un tono sosegado. Demasiado sosegado como para alguien que debe dar una mala noticia.

Estudiando su expresión, caí en la cuenta de que no ocurría nada malo relacionado a Libra.

- Ella...

- Libra está bien -sostuvo sin apartar esa mirada alerta.

Entonces llevé mi mano a la altura de mi pecho y suspiré del alivio.

- Menos mal.

Con cierta cautela de más, Ámirov soltó mi muñeca pero no dejó de verme a los ojos. Parecía estar asegurándose de que no fuera a infartar. Me reí de mí misma para mis adentros al pensar en mi psicótico actuar.

- Lo siento. Es que, pensé que Libra...

- Está bien, está en la biblioteca con Leonard.

Asentí y no añadí nada más, quedando absorta dentro de mi mente. Por suerte no había de qué preocuparse, pero, aún así, todavía no sabía por qué Ámirov se encontraba allí tan temprano. La intriga por conocer el motivo brotaba dentro de mí:

2033Where stories live. Discover now