IN THE LIGHT OF YOUR HALO

TOMA 17 DANZA DE ESPADAS

TOMA 17 DANZA DE ESPADAS

PARTE I

-¡No!

Sentía mi alma desgarrar. No. No. No. No podía ser. Yo nunca le haría daño. Yo jamás le haría daño. Yo no podría hacerle daño. Una punzada me atravesó el corazón y la fuerza de mis brazos cedió, caí patéticamente en el frío suelo del aula de clases. No podía ser, ¿era por esto que Siwon actuaba tan extraño? Tal vez… tal vez él ya sabía esto. Un escalofrío me recorrió la espalda, sí, probablemente él ya sabía esto. Tenía que evitarlo, tenía que evitar esto, cambiarlo, no podría ser, no podría suceder de ninguna manera. ¿Por qué? Me llevé mis manos temblorosas al rostro y me escondí detrás de ellas. Mis lágrimas fluían incontrolables y pequeños espasmos se apoderaban de mi cuerpo. Esto era… causado por aquel chico. ¿Esto era, de alguna manera, causado por el pelirrojo que aún se encontraba al otro lado de la habitación? ¿Lo era?

RiAhn, tranquilízate.

-Esto es a causa tuya-lo acusé con un balbuceo-, eres tú, ¿cierto?

RiAhn. Mantén la calma.

Por supuesto que era él, todo era a causa suya. Sentí la rabia crecer en mi interior. El sentimiento de miedo y desconfianza se había evaporado de mí por completo. Ira. Ahora todo en mi interior era ira. Jamás había experimentado ese sentimiento, al menos no de la manera en la que ahora se instauraba en mi cuerpo, sentía que tenía vida propia. Sentía como se apoderaba lentamente de mí y me inundaba por completo.

RiAhn…

Formé puños con las manos y me incorporé a pesar del temblor de mi cuerpo. No permitiría que algo así sucediera. No permitiría que la imagen del cuadro se hiciera realidad. Si la persona que estaba justo en frente de mí tenía algo que ver con eso yo me encargaría de ella. Yo lo haría. Con mis propias manos yo…

¡Basta! No. Por favor, RiAhn.

-¿Cuál es tu nombre?-demandé saber por tercera vez

-James.

-James-pronuncié lentamente-, dijiste que querías mirarme con tus propios ojos-sonreí con desprecio-. Me temo que esta ocasión será un saludo y despedida para nosotros.

-Oh, ¿lo será?-me cuestionó con incredulidad.

-Lo será-respondí firme-, ya no tendremos otra ocasión de vernos.

Su expresión cambió de sorprendida a una expresión que denotaba burla. Y eso sirvió de detonante para la rabia que contenía en mi interior. Tal vez no era buena protegiendo mis pensamientos, tal vez no era un SOL experimentado, pero Gabriella había encontrado en mí una habilidad digna de ser alabada.

-RiAhn, ¿estás pensando pelear conmigo?

Detente. ¡No lo hagas!

El combate cuerpo a cuerpo.

Regularicé mi respiración y despejé casi por completo mi mente, sólo dejé en ella la rabia que sentía por James y la determinación que sentía por evitar que la imagen del cuadro se convirtiera en realidad. Cambié mi postura a una más firme y tracé un arco en el piso colocando mi pierna derecha detrás. Ambos brazos formaron una barrera entre el chico que me observaba atento y mi cuerpo. Imité su expresión y dejé nacer una media sonrisa en mi rostro. No había duda de que podría darle batalla. Estaba segura de ello.

Me impulsé con la pierna derecha y acorté la distancia entre él y yo. Tracé un ovalo ahora con mi mano izquierda y lo dirigí directamente a su rostro. Él ni siquiera cambió de postura pero su mano interceptó la mía y la capturó en el aire. Sin soltar su agarré repetí el movimiento con mi otra mano al tiempo que dejaba que James cargara con mi peso dejándome caer. Mi movimiento lo tomó desprevenido y mi segundo ataqué tuvo el efecto esperado. Su rostro ahora lucía dos tonos más rosa de lo normal.