IN THE LIGHT OF YOUR HALO

TOMA #6 PARTE II HAY LAZOS QUE SÍ PUEDEN SER ROTOS.

PARTE II

-¡Despierta!

La firme voz de Gabriella interrumpió el estado de inconsciencia involuntaria en el que me encontraba. Abrí los ojos y mi visión se enfocó en su figura. Sus ojos marrones me observaban con una mezcla de pena e irritación. Con movimientos lentos me incorporé, me encontraba recostada en uno de los tantos dormitorios con los que contaba la sede.

-Sígueme-me exigió con un tono demandante.

Aún me encontraba sumida en la incredulidad. La experiencia se sentía como en esas ocasiones en las que sueñas pero no te sientes participe de los acontecimientos, te sientes como un observador. Así me encontraba yo. Me tambaleé en mis primeros pasos y caminé detrás de ella. Gabriella me conducía a través de uno de esos solitarios e infinitos corredores. La seguí en silencio por un par de minutos más hasta que una punzada en el pecho me hizo recordar a Siwon. Un ardor me recorría ambos brazos y ahora ya sabía que eso era producto del lazo, probablemente habían lastimado los brazos de Siwon durante el forcejeo.

-¿Dónde está Siwon?-pregunté tratando de que mi voz sonara firme.

-Ya no es asunto tuyo-contestó sin mirarme.

Pude sentir la rabia subirme por la boca del estómago.

-No pienso seguirte si no me respondes-dije al tiempo que me detenía-No estoy en la obligación de hacer lo que me piden.

Gabriella regresó sobre sus pasos y se situó justo en frente de mí. Pude sentir su enojo crecer y noté trataba de controlarse al tiempo que formaba puños con las manos. Las finas facciones de su rostro ahora me transmitían desprecio.

-Harás todo lo que te pida la Orden. Todo.-dio énfasis a su mensaje separando la última palabra en sílabas-No estás en posición de negociar RiAhn. Créeme.

-Me iré-amenacé-buscaré a Siwon y me iré de aquí.

Su expresión cambió de desprecio a ira y en un movimiento rápido me había empujado contra la pared. La presión que ejercía sobre mí casi me impedía respirar.

-Te daré un consejo. Haz lo que te dicen. No entiendes nada de lo que está sucediendo y por tanto no puedes hacer nada para remediarlo. Salvo cooperar-me persuadió-no has crecido como nosotros lo hemos hecho. No has visto lo que nosotros hemos visto. Sólo eres una chica tonta con un destino más grande del que puede manejar. Así que hasta que seas lo suficientemente fuerte como para no dejarte acorralar por mí no responderé a ninguna de tus preguntas.

La castaña retrocedió liberando la presión sobre mis pulmones. Tosí con ganas y respiré profundo tratando de mantener la calma. Gabriella estaba equivocada, totalmente. Yo no era una niñita tonta con una vida fácil, yo era una sobreviviente. Yo no era débil, yo era mucho más fuerte que la mayoría. Y yo no esperaba por respuestas, yo las conseguía.

-Tienes razón-comencé-no tengo ni la menor idea de lo que sucede, pero eso es algo que no me importa-deje salir la frustración-Nunca he pertenecido a un sitio y si me encontraba aquí era porque decidí seguir a Siwon. Sin Siwon ya no me interesa ser parte de ustedes, de su Orden, ni de su ridícula idea de salvar al mundo.

Una media sonrisa de satisfacción se formó en el rostro de Gabriella y por un momento bajó sus defensas. Esa era mi oportunidad. Di unos pasos al frente y la empujé contra la pared. Mis movimientos la tomaron desprevenida y aproveché su descuido para salir corriendo. No sabía hacia dónde, sólo sabía que debía encontrar a Siwon y huir de ese sitio de locos.

Corrí con todas mis fuerzas sin mirar hacia atrás, no lo necesitaba, podía escuchar a Gabriella siguiéndome los pasos. Odiaba los corredores de la Sede, eran demasiado largos y se conectaban con otros pasillos haciendo muy fácil el acabar perdido. Deje a la suerte la elección del camino a seguir y continué corriendo, el aire comenzaba a faltarme pero sabía que no podía detenerme por nada del mundo. Miré de reojo hacia atrás y sonreí victoriosa al no notar a Gabriella detrás mío. Lo había conseguido, la había perdido.