TOMA #8 PARTE II DESPERTAR

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PARTE II

-Espero que tengas una muy buena explicación para esto, Gabriella.

InHa la miraba con desaprobación. Habíamos irrumpido en su estudio como un torbellino. Gabriella me había arrastrado de la cama hasta este lugar que me traía malos recuerdos, recuerdos de un Siwon siendo apartado de mi lado. Clavé mi vista en el juego de sofás que se encontraban en medio del lugar, casi podía sentir la angustia de nuevo, la fuerza con la que detenían a Siwon, el agarre de InHa sacándome de allí. Si hubiera luchado un poco más, si hubiera sido un poco más fuerte, si tan sólo…

-No habría hecho ninguna diferencia.

InHa irrumpió en mis pensamientos con sus palabras. ¿Cómo era capaz de adivinar mis pensamientos? Las habilidades de un S.O.L eran algo que debía comenzar a tomar en serio, leer la mente parecía ser una de ellas.

-¿Cómo sabes lo que pienso?-pregunté al fin.

-Todos podemos-respondió Gabriella-, existe un lazo que une a todos los S.O.L

-¡No lo hagas de nuevo!-le grité a InHa.

Me hacía sentir vulnerable y avergonzada. No tenía derecho a invadir mi mente, era el único lugar que se conservaba inmutable para mí.

-Lo siento-se disculpó-, es algo difícil de ignorar. Tu mente es muy ruidosa, RiAhn.

-Debes aprender a cerrar las puertas-continuó Gabriella-, no puedes permitir que cualquiera tenga acceso a tus pensamientos.

Sus palabras sonaban más a advertencia que a consejo. Los dos Soldados de Luz que tenía en frente eran miembros Activos de la Orden de la Luz, seres capaces de usar sus dones al cien por ciento e incluso invocar el Zeitgeist que les servía para amplificar sus poderes. Ambos S.O.L poseían la experiencia necesaria y todas las respuestas que yo necesitaba, me encontraba en seria desventaja frente a ellos.

Observé a InHa por un momento, lucía igual de formal que la primera vez que lo había visto. Un traje negro de tres piezas le daba un aspecto de madurez a pesar de no rebasar los treinta. Sus zapatos negros a juego y un brillante reloj le hacían lucir como un hombre de negocios. Todo en él daba un mensaje de sofisticación, salvo su cabello que se apreciaba había perdido su peinado perfecto víctima de su exasperación, que lo hacía pasar las manos por el una y otra vez. Debía reconocerle a Spring el hecho de que InHa era apuesto.

-Gracias-me respondió en un susurro que pasó desapercibido para Gabriella.

De inmediato los colores me subieron al rostro y desvié la mirada. Debía aprender a cerrar mi mente, pronto. No quería que se infiltrara en mis pensamientos, no quería que el resto de los S.O.L lo hiciera.

-¿A qué debo la interrupción?

-Creo que es mejor que RiAhn sepa todo-respondió Gabriella-, sólo así ella nos dará respuestas.

InHa asintió con un gesto y pasó de mirar a Gabriella a observarme a mí. En un acto reflejo vacié rápidamente mi mente de todos mis pensamientos etiquetados como importantes, no quería ninguna intromisión más. Dejé que en mi mente vagaran sólo cosas sin sentido.  InHa se percató de mi intento de bloqueo, noté  sus labios formarse en una sonrisa apenas perceptible como gesto de aceptación por mi esfuerzo.

-¿Te sientes mejor ya?-me preguntó.

-Sí.

Era verdad y era mentira, porque deseaba sentirme mejor pero ahora mismo había caído a un estado de entumecimiento, donde los sentimientos sólo eran un zumbido lejano, un sentir oculto en un lugar apartado de mí. Me encontraba en un estado de falsa paz. En la nebulosa augurio de un despertar.

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